¿Puede la ONU seguir siendo creíble? El bloqueo estadounidense ante Gaza deja al mundo dividido

Tras el reconocimiento de Palestina como Estado por parte de Francia y otros países, la frustración crece en la ONU ante el bloqueo sistemático de Estados Unidos a un alto al fuego en Gaza

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Una grieta que no se cierra en el Consejo de Seguridad

El Consejo de Seguridad de la ONU se encuentra, una vez más, en el ojo del huracán. Pese a que 14 de los 15 miembros del órgano más poderoso de Naciones Unidas han pedido un alto al fuego inmediato en Gaza, Estados Unidos ha ejercido nuevamente su poder de veto para bloquear cualquier resolución en ese sentido.

En esta ocasión, el debate tuvo aún más tensión: se llevó a cabo justo al día siguiente de que varios países europeos, encabezados por Francia, reconocieran oficialmente al Estado de Palestina, lo que agravó el aislamiento político de Washington e Israel en la arena internacional.

Gaza: una herida abierta para la humanidad

Desde el 7 de octubre de 2023, fecha del ataque de Hamás al sur de Israel, que dejó aproximadamente 1,200 israelíes muertos y más de 200 secuestrados, la respuesta del gobierno israelí ha sido una ofensiva militar implacable en Gaza. Según datos de la ONU y organizaciones de derechos humanos:

  • Se estima que más de 36,000 palestinos han muerto, la mayoría civiles.
  • Aproximadamente el 90% de la población ha sido desplazada.
  • Las infraestructuras de salud, educación y transporte han colapsado.
  • Más de 1.1 millones de personas sufren hambre extrema, en un enclave que en condiciones normales ya vivía una crisis humanitaria crónica.

El ministro de Exteriores de Pakistán, Mohammad Ishaq Dar, no escatimó en palabras: “Gaza se ha convertido en un cementerio para la humanidad, así como para la conciencia global.” Su declaración fue una de las más citadas y aplaudidas durante la sesión.

Washington e Israel vs. el resto del mundo

Desde el inicio del conflicto, el Consejo de Seguridad de la ONU ha celebrado más de 80 reuniones en torno a la guerra en Gaza. En todas ellas, la constante ha sido la oposición estadounidense a aprobar un cese al fuego unilateral sin una condena explícita a Hamás. Esta postura ha generado malestar incluso entre aliados tradicionales de EE.UU.

El canciller danés Lars Løkke Rasmussen lo resumió así: “La guerra en Gaza debe terminar. El Consejo de Seguridad, como órgano responsable de la paz y seguridad internacionales, debería poder exigir esto. De hecho, debería ser lo mínimo que podamos hacer.”

Estados Unidos, por su parte, alega que sólo una solución que contemple la eliminación total de Hamás podrá garantizar una paz real. “Esta reunión es solo una farsa. Está motivada por intereses políticos domésticos y premia a Hamás por no rendirse”, dijo Mike Waltz, embajador de EE.UU. ante la ONU.

El veto estadounidense: ¿una herramienta obsoleta?

La reiterada utilización del veto por parte de EE.UU. ha puesto sobre la mesa un tema preocupante: ¿es aún eficaz el Consejo de Seguridad? Con 14 de los 15 países apoyando una línea común —cese al fuego inmediato y la entrada masiva de ayuda humanitaria— el único obstáculo ha sido la oposición de EE.UU. Esta situación genera serias dudas sobre la funcionalidad del sistema multilateral actual.

Históricamente, el veto ha sido utilizado para defender intereses estratégicos. Pero en este caso, numerosas voces se alzan argumentando que se está permitiendo una catástrofe humanitaria a gran escala por razones geopolíticas.

Entre los ejemplos históricos más relevantes del uso del veto se encuentran:

  • EE.UU. ha usado su poder de veto más de 40 veces para proteger a Israel en votaciones del Consejo de Seguridad.
  • La URSS utilizó su veto al menos 120 veces durante la Guerra Fría.
  • China ha vetado resoluciones sobre Siria y Myanmar, alegando injerencia en asuntos internos.

El impacto del reconocimiento del Estado palestino

La decisión de Francia, junto con Irlanda, España y otros países europeos de reconocer a Palestina como Estado soberano, ha sido interpretada como un intento de aumentar la presión diplomática sobre Israel y Estados Unidos. Aunque el reconocimiento no otorga automáticamente a Palestina la calidad de miembro pleno en la ONU —EE.UU. lo puede vetar—, sí representa un cambio significativo en el mapa geopolítico.

Pese a ello, Benjamin Netanyahu ha sugerido que considerará la anexión de territorios en Cisjordania en respuesta a este reconocimiento, algo que puede agravar aún más las tensiones en Oriente Medio.

Un análisis desde el sur global

Desde América Latina, Asia y África, la lectura sobre el conflicto es distinta. En estos países, la narrativa occidental dominante que tiende a minimizar el número de víctimas palestinas no encuentra eco. El embajador de Argelia fue contundente: “La ocupación, el apartheid y la limpieza étnica no pueden ser aceptadas en ningún rincón del mundo.”

Incluso naciones con fuertes vínculos con EE.UU., como Brasil, México y Sudáfrica, han convocado sesiones especiales en la ONU para denunciar los abusos cometidos en Gaza.

Israel ausente, por razones religiosas

Curiosamente, durante esta sesión crítica del Consejo, Israel no estuvo presente debido a las celebraciones del Rosh Hashaná, el Año Nuevo judío. Esta ausencia fue criticada por la delegación estadounidense, argumentando que no se debería haber convocado una sesión de esta magnitud en un día sagrado. No obstante, para muchos miembros del Consejo, la urgencia humanitaria no permitía demoras.

El futuro del Consejo de Seguridad: ¿reformas a la vista?

La continua parálisis del organismo ha avivado los reclamos de reformas estructurales. La idea de limitar los usos del veto en situaciones de genocidio, limpieza étnica o crisis humanitaria extrema ya ha sido propuesta por varios países, aunque nunca ha prosperado.

Los críticos del statu quo como Francia y México han liderado la propuesta de una “suspensión voluntaria” del uso del veto en crisis extremas. No obstante, sin la voluntad de miembros como EE.UU., Rusia o China, es poco probable que estas reformas avancen.

Una guerra psicológica y mediática

Mientras en la arena diplomática se debate la distribución de culpas, a nivel mediático el conflicto se ha convertido en el centro de una guerra de narrativas. Por un lado, Israel y Estados Unidos insisten en que los bombardeos son una respuesta legítima a un acto terrorista. Por el otro, crecen las voces que recuerdan que los niños, mujeres y ancianos no son responsables de los crímenes de Hamás.

“La historia no recordará lo que dijimos aquí hoy, sino lo que dejamos de hacer cuando más importaba”, dijo el representante de Noruega en su intervención final.

Nueva York, epicentro del desencuentro diplomático

Durante la Asamblea General de la ONU de septiembre de 2025, el tema de Gaza fue omnipresente. Incluso en reuniones bilaterales paralelas, la cuestión del reconocimiento de Palestina y el fin de la violencia fueron puntos centrales.

Donald Trump, de regreso en la presidencia estadounidense, evitó comprometerse con una solución de dos Estados y ratificó su apoyo incondicional a Netanyahu. En este contexto, muchos analistas internacionales ven pocas posibilidades de un cambio sustancial en la postura estadounidense a corto plazo.

¿Y ahora qué?

Mientras la comunidad internacional sigue haciendo llamados a la paz, el bloqueo diplomático perdura. Con cada día que pasa, Gaza se hunde más en el desastre humanitario y el descrédito del Consejo de Seguridad crece a pasos agigantados.

No se trata solo de la tragedia palestina o de la seguridad israelí. Se trata de la credibilidad de un sistema multilateral que parece incapaz de ejercer su rol en el momento en el que más se lo necesita.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press