Gaza y el sur del Líbano: cuando los civiles se convierten en objetivos
El colapso humanitario en Gaza y los ataques en Líbano ponen en evidencia una guerra donde las víctimas más frecuentes siguen siendo los inocentes
El colapso de la sanidad en Gaza: ¿hospitales o blancos militares?
La destrucción del principal centro médico de la Palestinian Medical Relief Society en Ciudad de Gaza ha encendido nuevamente las alarmas de la comunidad internacional. Un edificio de seis plantas ubicado en el barrio de Tel al-Hawa fue reducido a escombros como parte de la ofensiva israelí, según denunció la organización.
Este centro no era solo un edificio: allí se ofrecían servicios de donación y análisis de sangre, tratamiento de enfermedades crónicas, apoyo a pacientes oncológicos y atención de traumas. La Organización Mundial de la Salud (OMS), que colabora con esta entidad, condenó el ataque a través de su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus: "Los ataques a instalaciones médicas deben cesar. La violencia sin sentido debe parar. ¡Alto el fuego!"
Pero este no es un caso aislado: el hospital pediátrico Al-Rantisi y el Hospital Especializado de Oftalmología también han cerrado debido a la proximidad de operaciones militares. Según el Ministerio de Salud de Gaza —parte del gobierno dirigido por Hamás, pero cuyos datos han sido validados por organismos como la ONU—, más de 65.000 palestinos han muerto desde octubre de 2023. La cifra no distingue entre combatientes y civiles, pero la magnitud ya habla por sí sola.
¿Hospitales convertidos en escudos humanos?
Uno de los argumentos más polémicos del ejército israelí es que Hamás utiliza hospitales y centros médicos con fines militares. Bajo el derecho internacional humanitario, usar instalaciones médicas como escudo militar podría hacerlas perder protección legal, pero las pruebas en muchos casos han sido limitadas o inexistentes. Mientras tanto, la destrucción de estructuras esenciales para la vida civil sigue su curso.
Human Rights Watch ha alertado previamente sobre el uso excesivo y poco justificado de la fuerza en áreas densamente pobladas, lo que resulta en lo que algunos denominan una "guerra contra la infraestructura de supervivencia".
Una ciudad hambrienta y sitiada
La situación en Ciudad de Gaza ha sido calificada por numerosos organismos como una catástrofe humanitaria. Más de 300.000 personas han huido, pero otras 700.000 permanecen atrapadas, según datos de la ONU. En este contexto, la ofensiva de Israel busca presionar a Hamás para liberar a los 48 rehenes restantes secuestrados en octubre de 2023, de los cuales se cree que solo una veintena continúa con vida.
No obstante, mientras un objetivo militar parece alejarse, las consecuencias humanitarias se agravan. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU ya ha advertido que Ciudad de Gaza está oficialmente en situación de hambruna. Así, la dinámica de "guerra asimétrica" castiga con particular dureza a los más vulnerables.
Sur del Líbano: otro frente, mismas víctimas
Lejos de Gaza, en la localidad libanesa de Bint Jbeil, estalló el luto tras un ataque aéreo israelí que causó la muerte de cinco personas civiles: Shadi Charara, un vendedor de autos, y sus hijos Hadi, Silan y Celine. La esposa y la hija mayor sobrevivieron con heridas graves. Todo ocurrió cuando la familia regresaba a casa tras un almuerzo familiar.
El ejército israelí afirmó que intentaba eliminar a un militante de Hezbolá y que el objetivo era un motociclista que se cruzó con el vehículo familiar. Una vez más, el uso de fuerza letal en áreas civiles —esta vez con un dron— resalta cómo la letalidad ocurre incluso “por error”.
En el funeral, solo ondeaban banderas libanesas. Ningún emblema de partidos o milicias, lo que sugiere que la familia no tenía afinidad política o vínculos con grupos armados. “Pensamos que estábamos seguros porque no pertenecíamos a ningún grupo”, dijo Sam Bazzi, abuelo de las víctimas.
Ciudadanos comunes en el fuego cruzado
El caso de los Charara es especialmente doloroso porque, según su hermana Amina, residente en Michigan, estaban próximos a obtener visados para emigrar a Estados Unidos. “Las casas pueden reconstruirse, pero ¿cómo traemos de vuelta a mi hermano?”, expresó con profunda tristeza.
El caso también puso en entredicho la precisión de los ataques dirigidos de Israel. Aunque reconoció bajas civiles en el incidente, el ejército israelí prometió una "revisión" del ataque. Sin embargo, históricamente estas revisiones rara vez han resultado en sanciones o rectificaciones sustanciales.
Perspectiva internacional y derechos humanos
La Unión Europea condenó el ataque en el sur del Líbano y pidió que se cumpla de forma estricta el cese al fuego negociado previamente. Sin embargo, Israel continúa llevando a cabo ataques casi a diario en el sur libanés, afirmando estar atacando a Hezbolá o sus infraestructuras.
Mientras tanto, en Gaza, decenas de centros médicos han sido blanco o han debido ser evacuados, a pesar del principio de distinción y proporcionalidad que rige el Derecho Internacional Humanitario. La crítica se ha centrado en la falta de evidencia concluyente sobre la militarización de estos centros para justificar su destrucción sistemática.
¿Estamos ante un cambio de paradigma en la guerra? Según expertos como el académico israelí Natan Sachs, este tipo de acciones apuntan a un modelo bélico en el que “la disuasión se logra por desgaste total de la infraestructura y la moral civil”. No obstante, este enfoque está atrayendo fuertes críticas e incluso posibles casos ante la Corte Penal Internacional.
El recrudecimiento en dos frentes —Gaza y Líbano— plantea un alarmante precedente: cuando los civiles son blanco frecuente, el conflicto deja de tener un tinte meramente militar y se transforma en una catástrofe humanitaria y moral de alcances regionales e internacionales.
Las cifras detrás del dolor
- 65,382 palestinos muertos desde el inicio del conflicto, según el Ministerio de Salud de Gaza.
- Unos 1,200 israelíes muertos en el ataque del 7 de octubre de 2023, que marcó el inicio de la guerra.
- 700,000 civiles atrapados aún en Ciudad de Gaza.
- Al menos 3 hospitales cerrados en las últimas semanas debido a ofensivas cercanas.
Estos números no son solo estadísticas: son rostros, nombres y sueños truncados bajo los escombros. Y mientras el mundo debate ceses al fuego y legitimidad de objetivos, las vidas siguen apagándose día tras día.