Los robots llegan al diamante: ¿Es el fin del umpire tradicional en la MLB?
Con el debut oficial del sistema automatizado de bolas y strikes anunciado para 2026, exploramos cómo la tecnología cambiará la forma en que se juega, se arbitra y se percibe el béisbol.
Una decisión histórica para el béisbol
Lo que antes parecía una broma de ciencia ficción o una fantasía futurista de los fanáticos más tecnológicos del béisbol, se convertirá en realidad en 2026: la Major League Baseball (MLB) aprobó oficialmente el uso del Sistema Automatizado de Bolas y Strikes (ABS), también conocido como los "robot umpires".
Esta decisión, sancionada por el comité de competencia de 11 miembros de la MLB, representa un cambio sin precedentes en un deporte famoso por su apego a la tradición y resistencia a adoptar cambios drásticos. Pero, ¿por qué ahora? ¿Qué implica realmente esta revolución tecnológica en el terreno de juego?
¿Cómo funciona el ABS?
El ABS utiliza un sistema de cámaras Hawk-Eye, el mismo usado en el tenis y en la Premier League para detectar posiciones ilícitas, que determina con exactitud milimétrica si una pelota pasa dentro o fuera de la zona de strike. Cada estadio que adopte el sistema se equipará con estas cámaras que seguirán la trayectoria del lanzamiento desde que sale de la mano del pitcher hasta que cruza —o no— el plato.
Lo más interesante del modelo aprobado por la MLB es que no eliminará completamente al umpire humano. Se implementará un sistema de desafíos: el umpire seguirá cantando bolas y strikes, pero los jugadores (bateador, pitcher o receptor) podrán desafiar la decisión del árbitro si consideran que fue incorrecta. Cada equipo tendrá dos desafíos por juego (uno adicional por entrada extra), y si el desafío es exitoso, lo mantienen.
El proceso completo desde el desafío hasta la corrección tarda, en promedio, 17 segundos, lo cual, según la MLB, no impactará significativamente el ritmo del juego.
El desafío tecnológico: precisión y adaptación
La MLB ha estado probando esta tecnología desde 2019 en las ligas menores y más intensamente en los niveles de Triple-A (2022 en adelante). También se utilizó durante 13 sedes de entrenamiento de primavera con 19 equipos participantes, acumulando 288 juegos con ABS en 2024. Allí, el sistema demostró altos niveles de precisión, con un 52.2% de desafíos exitosos (617 de 1,182).
Los datos publicados muestran que, aunque la tasa de éxito de los desafíos se mantiene en torno al 50%, los receptores defensivos ganan sus apelaciones un 53.7% de las veces, en contraste con los bateadores, que solo lo logran el 45% del tiempo.
Además, el comportamiento de los desafíos varía según el momento del partido:
- 1.6% de los lanzamientos iniciales fueron desafiados
- 8.2% en cuentas de 3 bolas-2 strikes
- 3.6% en la novena entrada, comparado con 1.9% en las primeras tres entradas
La ciencia detrás del ABS: ¿qué zona de strike se usa?
Uno de los grandes debates al incorporar tecnología es definir cuál es la zona de strike “correcta”. La tradicional —según el reglamento— es un cubo que va del punto medio entre los hombros y la parte superior del pantalón al nivel inferior de la rodilla, pero los umpires reales tienden a cantarla con forma ovalada, adaptando la altura y anchura con el tiempo y experiencia.
En cambio, el ABS utiliza una zona rectangular estandarizada. Desde 2022, esta se ha modificado varias veces:
- Anchura reducida de 19 a 17 pulgadas para igualar al plato
- Altura superior inicialmente en 51% del total del cuerpo del bateador, luego elevada al 53.5% por quejas de los pitchers
- Altura inferior estable en 27% desde 2022, aunque comenzó en 28%
Además, el ABS toma la decisión de bola o strike en el centro del plato (8.5 pulgadas desde el frente), mientras que los umpires humanos pueden considerar cualquier parte del plato.
¿Se equivocan tanto los umpires?
No todo es blanco o negro. Según el sitio especializado UmpScorecards, los árbitros de la MLB cantan correctamente aproximadamente el 94% de los lanzamientos. Puede parecer una tasa excelente, pero al analizar la cantidad de lanzamientos por juego (alrededor de 300), esto significa cerca de 18 decisiones erróneas por juego.
Algunas de esas podrían definir un turno, un inning, o incluso un resultado completo. No es de extrañarse que managers, jugadores y fanáticos se muestren a favor de una herramienta que elimine estos errores humanos.
Del escepticismo a la aceptación
El béisbol es posiblemente el deporte con más tradición oral, estadística e histórica de todos. Por tanto, ante cambios como este, las reacciones iniciales tienden a ser de escepticismo. Muchos temían que los robot umpires descafeinaran la esencia del juego. Sin embargo, con la implementación del modo de desafío, se logra un equilibrio delicado entre preservar la figura del umpire y beneficiarse de la precisión tecnológica.
Además, el sistema introduce una dimensión estratégica interesante. ¿Cuándo conviene usar un desafío? ¿Quién debe decidirlo? ¿Un receptor arriesgará su única oportunidad en el primer inning o la guardará para un conteo completo en la novena?
Otras ligas ya lo usan: ¿por qué no la MLB?
La adopción de ayuda tecnológica para decisiones arbitrales ya no es tabú. El VAR en el fútbol, la repetición instantánea en la NFL y NBA, y el Ojo de Halcón en el tenis han cambiado radicalmente la interacción entre lo humano y lo tecnológico en los deportes.
Quizás la MLB fue de las últimas en permitírselo —es famoso que tardaron más de 100 años en permitir repeticiones para verificar home runs en 2008 y luego más ampliamente en 2014 para revisiones generales. Pero ahora dan un paso más decidido hacia la precisión.
Futuro inmediato: ¿qué esperar en 2026?
2026 será un año trascendental para el béisbol profesional. Si el experimento resulta exitoso, podríamos ver una implementación completa del ABS para otras reglas, como check swings, bolas golpeadas en la línea y demás jugadas grises que aún dependen del juicio subjetivo del umpire.
Más allá del campo, también se espera que la interacción con el público cambie: las repeticiones y desafíos aparecerán en tiempo real en pantallas gigantes y transmisiones, aumentando el contenido televisivo y la inmersión del espectador.
¿Desaparecerá completamente la figura del árbitro detrás del plato en una década? Probablemente no. Pero su rol ya nunca volverá a ser el mismo.
Una decisión bien recibida (por algunos)
Para muchos jugadores, la implementación del sistema ABS representa una victoria. Jugadores como Aaron Judge o Max Scherzer han hablado favorablemente de una zona de strike más coherente. Como dijo Scherzer en una rueda de prensa en 2023: “No quiero que me regalen los bordes. Solo quiero consistencia juéguese como se juegue”.
Pero no todos están a bordo. Para muchos fanáticos, managers veteranos o puristas, el miedo es que el béisbol se convierta en un videojuego con algoritmos tomando decisiones críticas, alejándose de su esencia humana.
Una era de transición tecnológica
El béisbol sigue siendo un deporte caprichoso, lento para adaptarse y lleno de romanticismo por el pasado. Pero el futuro ya lo ha alcanzado. Con las cámaras Hawk-Eye como nuevas autoridades y los desafíos estratégicos como parte del guion, 2026 será el año donde la historia y el algoritmo se enfrenten para decidir lo que es bola o strike.
Y quizás, solo quizás, este sea el primer paso hacia una nueva era donde la justicia deportiva y la emoción tradicional coexistan armónicamente… o donde el debate se vuelva más apasionado que nunca.