Noor Abu Hassira: Entre los escombros de Gaza y una guerra sin fin
Una voz desde el corazón de la devastación: el testimonio de una madre herida atrapada con sus hijas en Gaza City mientras Israel intensifica su ofensiva
Una guerra que no termina y una madre que resiste
En medio de los estruendos de las explosiones y el constante zumbido de drones en el cielo, Noor Abu Hassira, una madre palestina, resiste desde un sótano medio derrumbado en Gaza City. Atrapada en una ciudad vacía tras casi dos años de guerra, Noor representa una dolorosa realidad que rara vez es escuchada en profundidad: la de los que no pueden huir, ni física ni económicamente, del infierno que se ha convertido la Franja de Gaza.
El inicio de una pesadilla
Noor, técnica de laboratorio médico, y su esposo Raed, periodista, vivían con sus tres hijas en un apartamento nuevo, producto de diez años de ahorro. El 7 de octubre de 2023 marcó el inicio de una tragedia que transformaría su vida para siempre: un ataque sin precedentes de Hamas en Israel dejó 1.200 muertos y 251 secuestrados. La respuesta fue masiva y letal: Israel lanzó una campaña militar en Gaza que desató el colapso humanitario.
En diciembre, un misil impactó su edificio en el barrio Rimal, matando a decenas y destruyendo su vivienda. Noor quedó atrapada bajo una columna de cemento, sufrió fracturas múltiples y entró en coma. Sus hijas también fueron sepultadas, pero sobrevivieron.
Una familia rota y desplazada
Tras despertar tres meses después en el hospital de Shifa, Noor se encontraba imposibilitada de caminar. Su esposo, que la cuidó día y noche bajo condiciones de escasez extrema, fue arrestado durante una redada israelí en marzo de 2024. Desde entonces, Noor no ha vuelto a saber de Raed. Él forma parte de los cientos de hombres palestinos detenidos cuyo paradero y condición legal son desconocidos, según han denunciado organizaciones como Addameer.
Con su esposo desaparecido, esta madre de tres tuvo que asumir el rol de sostén físico, emocional y moral, en un cuerpo que no puede sostenerse por sí solo. Desde entonces ha tenido que desplazarse en al menos 11 ocasiones dentro de dicha ciudad, acudiendo a refugios temporales, sótanos ajenos y a hospitales colapsados.
Desplazados dentro del desastre
La historia de Noor es la de más de 400.000 palestinos que aún permanecen en Gaza City, muchos sin medios, sin fuerza o sin esperanza para salir. Mientras Israel lanza panfletos, advirtiendo que evacuar es esencial, Noor reflexiona sin mucha esperanza:
“No puedo andar. Un transporte nos costaría $900, y una tienda de campaña donde vivir, otros $1.100. ¿Dónde pondríamos esa tienda si todo al sur está destruido y controlado por bandas armadas?”
La posibilidad de moverse no implica una vida mejor para ellas. Las zonas "seguras" al sur, como Rafah o Khan Younis, se han convertido en campos de desplazados, sin agua potable, con alimentos que han subido más de 1.000% desde el inicio de la guerra. Por ejemplo, un kilo de azúcar puede costar hasta $180 dólares.
Malnutrición y enfermedades
La hija mayor, Jouri, sufrió de malnutrición severa el año pasado cuando Gaza City fue cerrada casi por completo. Con acceso restringido a ayuda humanitaria, viviendas destruidas, cortes de electricidad y falta de agua potable, Gaza es —según organizaciones como la ONU— un territorio en vías de hambruna total.
Una vecina logró llevar a Jouri a un programa de asistencia nutricional, y la pequeña comenzó a recuperarse. Pero este tipo de ayuda es escasa y no está garantizada. En agosto de 2025, Gaza City fue oficialmente identificada por expertos internacionales como zona de hambruna.
La cronología del colapso
- Octubre 2023: Ataque de Hamas e inicio de la guerra.
- Diciembre 2023: Ataque aéreo destruye la casa de los Abu Hassira.
- Marzo 2024: Raed es detenido por tropas israelíes; se desconoce su paradero.
- Otoño 2024: Gaza City es sellada; la ayuda humanitaria se restringe fuertemente.
- Enero 2025: Breve tregua permite asistencia: miles regresan a Gaza City.
- Marzo 2025: Se reanudan los bombardeos; nueva ofensiva israelí.
- Agosto 2025: Declarado hambruna en Gaza City.
- Septiembre 2025: Nuevos ataques; comienza ocupación militar del norte.
El peso del aislamiento global
Mientras dirigentes del mundo condenan o respaldan las acciones israelíes y se discuten posibles acuerdos de paz, Noor y centenas de miles como ella siguen sin acceso a lo esencial. La falta de un corredor seguro, la inacción de potencias internacionales ante las denuncias de crímenes de guerra, y el bloqueo continuo convierten a Gaza en una prisión sin muros.
Gaza ha perdido a más de 65.000 personas desde el inicio de la guerra, según datos del Ministerio de Salud local. Aunque Israel asegura que muchos eran militantes de Hamas, la ONU y diversas ONG han constatado que la mayoría eran civiles, incluyendo miles de niños.
La resistencia íntima
En el sótano de sus padres, sin electricidad, cocina ni privacidad, Noor pasa los días acostada o sentada. Apenas puede levantarse para ir al baño sin ayuda. Y, sin embargo, prefiere quedarse allí, entre ruinas, que arriesgar la vida de sus hijas en un viaje incierto hacia el sur.
“Deseo que, si vamos a morir, lo hagamos juntas. Estamos agotadas”.
El testimonio de Noor es un grito de dolor, pero también un acto de resistencia. En medio del caos, su voz revela una guerra que ha sido reducida a cifras y titulares, pero que palpita cada día en los sótanos oscuros y polvorientos de Gaza.
¿Dónde está la salida?
La tragedia de Noor no solo es el resultado de una guerra entre estados o milicias, sino del abandono colectivo de un pueblo entero a su destino. La comunidad internacional, incluso con las evidencias de malnutrición infantil, destrucción de infraestructura civil y detenciones arbitrarias, ha sido notoriamente pasiva.
La historia de Gaza no debería contarse exclusivamente en cifras, sino también en personas: cada madre como Noor, cada niño como Jouri, cada hombre desaparecido como Raed. Leer su relato es conectarnos con una humanidad que exige acción mucho más allá del discurso.