Trump, el catolicismo y el cambio climático: las fisuras de una ideología que desafía la ciencia y la fe
El expresidente norteamericano enfrenta críticas por su negacionismo climático y sus posiciones políticas, mientras la Iglesia Católica lidia con tensiones internas por su alianza con figuras controvertidas
Por un lado, la Iglesia Católica de Estados Unidos honra a un político con posturas a favor del derecho al aborto. Por el otro, el expresidente Donald Trump arremete contra la ciencia climática con argumentos negacionistas durante un discurso ante las Naciones Unidas. ¿Qué tienen en común estas dos historias? Mucho más de lo que parece.
La Iglesia dividida entre vida, dignidad e inmigración
La Diócesis de Chicago anunció recientemente la entrega de un Premio a la Trayectoria al senador demócrata Dick Durbin, católico y defensor del derecho al aborto, en reconocimiento a sus esfuerzos en la defensa de los inmigrantes. Esta decisión ha despertado controversia dentro del clero estadounidense, particularmente del obispo Thomas Paprocki de Springfield, quien aún prohíbe a Durbin recibir la comunión en su diócesis desde 2004.
Cardenal Blase Cupich defendió el premio argumentando que la doctrina católica sobre la vida y la dignidad humana no puede reducirse a un solo tema. “Reconocer su defensa de los inmigrantes en este momento, cuando están siendo perseguidos, no es algo de lo que arrepentirse, sino una muestra de que el Señor está con ellos”, dijo Cupich.
Sin embargo, Paprocki replicó: “Esta decisión puede causar escándalo. Confunde a los fieles sobre la enseñanza inequívoca de la Iglesia en cuanto a la santidad de la vida humana”.
Los límites del catolicismo político
Este no es un debate nuevo. En 2004, cuando John Kerry, católico y defensor del derecho al aborto, fue candidato presidencial, los obispos estadounidenses se encontraron ante un dilema similar. En 2020, con Joe Biden —también católico— electo presidente, muchos en la Iglesia se dividieron entre permitirle comulgar o no.
La Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. (USCCB) ha enfatizado que los políticos que actúan en contra de principios morales básicos no deberían ser honrados. Sin embargo, según una encuesta de 2022 del Centro AP-NORC, la mayoría de los católicos laicos en Estados Unidos se oponen a negar la comunión a políticos por apoyar el aborto legal.
Este dilema revela una Iglesia dividida entre el respeto a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, y las múltiples realidades políticas, sociales y humanas que configuran la moral aplicada.
Trump contra las ciencias del clima: un discurso sin fundamento
Casi al mismo tiempo, desde la tribuna de la ONU, Donald Trump dio un discurso que, como es habitual, encendió alarmas. Calificó el cambio climático como “el mayor timo jamás perpetrado al mundo”. Acusó a científicos del clima de ser “estúpidos” y defendió la industria del carbón calificándola de “hermosa y limpia”.
Sus palabras contrastan con décadas de datos científicos. El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) sostiene que es “inequívoco que la influencia humana ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra”.
“Millones de personas ya pueden testificar sobre los estragos del cambio climático. No es una abstracción, es vivida, es mortal y requiere acción urgente.” —Adelle Thomas, científica del IPCC
Trump y las energías renovables: entre la retórica y la realidad
Trump también arremetió contra las energías renovables, calificándolas de “una broma” y “débiles”. Pero la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) demostró que en 2023 las tres fuentes más baratas de generación eléctrica fueron la energía solar, la eólica terrestre y la hidroeléctrica. Además, el informe de Naciones Unidas de julio afirma que el mundo ya superó un punto de inflexión positivo donde estas energías crecerán de forma exponencial.
El científico climático Michael Mann señaló que el mantenimiento artificial de los combustibles fósiles mediante subsidios impide una transición honesta hacia el “libre mercado” que Trump asegura defender.
Coaliciones negacionistas: religión, política y ciencia
El desprecio de Trump hacia el Acuerdo de París y sus constantes ataques a la ONU generan preocupaciones reales. Desde 1850, Estados Unidos ha sido el principal emisor histórico de carbono, responsable del 24% de las emisiones acumuladas, mientras que África entera solo del 3%, según el Global Carbon Project.
¿Qué ocurre cuando la religión, la política y la negación científica confluyen? Se genera una narrativa peligrosa que encuentra eco tanto en sectores del clero como en redes de poder político-económico, ampliando la polarización y perdiendo de vista tanto la verdad científica como la coherencia moral.
Ambientalismo radical y otras excusas
Durante su intervención, Trump también ridiculizó a los “ambientalistas radicales” que “quieren acabar con las vacas y las fábricas”. Si bien es cierto que el metano producido por el ganado contribuye al calentamiento global —y cortar bosques para criar ganado empeora el problema—, nadie ha sugerido eliminar las vacas.
“Este lenguaje polarizador e inexacto tergiversa el mensaje ambientalista. Reducir emisiones de metano es una solución rápida para frenar el calentamiento.” —Nusa Urbancic, Fundación Changing Markets
Lo preocupante no es solo la falta de rigor en su discurso, sino la forma en la que manipula hechos científicos para arrastrar seguidores a una visión del mundo distorsionada y peligrosa.
Volviendo a la fe: ¿puede la Iglesia responder con claridad?
Si nos preguntamos cuál debe ser el papel de la Iglesia hoy, tal vez sea dar un paso al frente con una postura clara basada tanto en sus principios como en la comprensión de la ciencia moderna. Papa Francisco ha sido enfático en su encíclica «Laudato Si’», declarando que el cuidado del medio ambiente es una responsabilidad cristiana en defensa de la vida humana.
El contraste entre la férrea oposición al aborto de muchos obispos y el silencio ante la devastación ambiental —que también cuesta vidas humanas, sobre todo en los países más pobres— plantea una grave incoherencia moral. ¿De qué sirve defender la vida si se ignora el planeta donde esa vida se desarrolla?
La batalla por el alma política y espiritual de Estados Unidos
Estados Unidos se encuentra en una encrucijada ideológica. El regreso de Trump a la escena política, sus discursos incendiarios y su influencia en sectores religiosos y conservadores revelan una batalla más profunda por el alma del país.
Cuando un político niega la ciencia con la misma vehemencia que defiende «valores tradicionales», y cuando al mismo tiempo algunos líderes religiosos optan por alianzas que lucen convenientes pero no coherentes, la verdad, la ciencia y la moral pierden terreno.
Hoy más que nunca, necesitamos voces que unan en lugar de dividir, que asuman la fe como guía humilde y no como arma política. Porque el futuro del planeta y el alma de las naciones no se protegen con discursos huecos, sino con verdad, compasión y acción.