Seychelles entre paraíso e incertidumbre: elecciones, drogas y soberanía en juego

La nación más rica de África por ingreso per cápita enfrenta una elección cargada de desafíos sociales, ambientales y políticos con profundas implicaciones para su futuro

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Un archipiélago en la encrucijada

Las islas Seychelles, sinónimo de exclusividad turística y biodiversidad exquisita, se encuentran en un momento definitorio. Entre el 25 y el 27 de septiembre de 2025, los 120,000 habitantes de esta nación insular del Índico elegirán presidente y nuevo parlamento, en medio de una crisis de drogas crónica, preocupaciones sobre soberanía territorial y la amenaza creciente del cambio climático.

Este ciclo electoral no solo acapara la atención de los seychellenses, sino también de observadores internacionales y grupos ambientalistas. ¿Cómo ha llegado este paraíso turístico a esta encrucijada política y social tan delicada?

De cura a presidente: la batalla por el poder

Wavel Ramkalawan, actual mandatario y ex sacerdote anglicano convertido en político, es la figura central de este proceso electoral. Luego de cinco derrotas consecutivas, logró una victoria histórica en 2020, desplazando al partido que gobernaba el país desde su independencia en 1976.

Ramkalawan lidera Linyon Demokratik Seselwa (LDS) y busca la reelección promoviendo un mensaje de continuidad en la recuperación económica y sostenibilidad ambiental. Sin embargo, su mandato ha estado marcado por críticas debido a una lucha poco efectiva contra la adicción y ciertas decisiones de política exterior que han encendido alarmas sobre la soberanía del país.

Su principal oponente es Patrick Herminie del United Seychelles Party (US), una figura política veterana que fue presidente de la Asamblea Nacional entre 2007 y 2016. Herminie carga con el pasado de su organización: décadas de clientelismo, corrupción y falta de transparencia. No obstante, busca calar entre aquellos que consideran que Ramkalawan no ha sido capaz de resolver los desafíos más urgentes.

La epidemia silenciosa: ¿paraíso o epicentro del narcotráfico?

Uno de los temas más candentes en esta elección no aparece en las promociones turísticas: la crisis de drogas. Un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) de 2017 reveló que Seychelles se había convertido en un importante punto de tránsito de narcóticos. Desde entonces, la situación no ha hecho más que agravarse.

Según la Agencia para la Prevención del Abuso de Drogas y Rehabilitación (APDAR), aproximadamente 6,000 ciudadanos (5% de la población) consumen heroína. Otras estimaciones independientes elevan esta cifra hasta 10%. Con proporciones tan alarmantes, Seychelles ostenta uno de los índices más altos de adicción per cápita en el mundo.

Aunque Ramkalawan prometió combatir esta situación durante su campaña de 2020, sus resultados han sido dispares. Por otro lado, Herminie es criticado por su desempeño como expresidente de APDAR entre 2017 y 2020, periodo durante el cual la adicción no solo no disminuyó, sino que se arraigó aún más.

“APDAR fue simplemente una herramienta política. (Herminie) no tenía conocimiento previo sobre adicción cuando fue nombrado”, señaló Gerald Edwin Julie, exgerente del programa.

Lujo versus conservación: la controversia de Assomption Island

Seychelles ha sido, durante décadas, emblemático por su compromiso con la sostenibilidad ambiental. Con 115 islas repartidas sobre un área marina de aproximadamente 390,000 km², la nación ha logrado posicionarse como ejemplo de conservación y turismo ecológico. Sin embargo, una reciente decisión gubernamental ha puesto esto en tela de juicio.

El ejecutivo liderado por Ramkalawan aprobó un polémico arrendamiento a largo plazo de la isla Assomption a una corporación qatarí con planes de construir un hotel de lujo. La isla está a solo 28 km del Atolón Aldabra, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y uno de los ecosistemas más frágiles del país.

La concesión contempla la reconstrucción de una pista aérea para facilitar vuelos internacionales, lo cual ha desatado una avalancha de críticas. Activistas y científicos han advertido sobre los riesgos para la biodiversidad local y denunciado la opacidad en el proceso de aprobación.

“Las imágenes de una tortuga herida y las recientes labores de dragado han mostrado que la situación es urgente”, observó Victoria Duthil, científica local y una de las demandantes en un caso constitucional contra el gobierno.

Desde la oposición se ha acusado al gobierno de ceder la soberanía nacional a intereses extranjeros, sobre todo debido a la cercanía del complejo con áreas de trascendental valor ecológico.

Corrupción: viejas sombras, nuevos temores

A pesar de acumular logros económicos notables —el país lidera África en ingresos per cápita y presenta uno de los índices de percepción de corrupción más bajos del continente según Transparency International—, los recuerdos de tres décadas bajo el mando de France-Albert René (1977–2004), caracterizadas por el favoritismo y la corrupción endémica, siguen presentes.

En esta campaña electoral, cuatro candidatos compiten por la presidencia. Sin embargo, dos de ellos enfrentan controversias: Kisna Louise está envuelta en una investigación legal no especificada y Maarco Francis ha sido acusado de falsificar su título universitario.

Este contexto ha alimentado un escepticismo creciente entre los votantes. “Casi todos tienen un pasado de ayudar a sus amigos y familiares. No hay candidatos buenos”, dijo Jean Paul Morel, empresario local.

El reto ambiental: las islas ante el cambio climático

Pocas naciones están tan expuestas al cambio climático como Seychelles. El aumento del nivel del mar amenaza no solo ecosistemas vitales como los arrecifes de coral y manglares, sino también viviendas, infraestructura turística y tierras agrícolas.

Según el Banco Mundial y el Grupo de Desarrollo Sostenible de la ONU, Seychelles figura entre los estados insulares con mayor riesgo de submergirse parcialmente en las próximas décadas si no se adoptan medidas drásticas de mitigación.

El dilema es profundo: ¿cómo promover un desarrollo económico robusto —necesario para erradicar la pobreza estructural— sin comprometer todavía más el equilibrio ambiental? Las elecciones de este año pueden marcar la dirección que tome esta dualidad durante el próximo lustro.

La voz del votante: ¿esperanza o resignación?

Las elecciones en Seychelles son celebradas bajo reglas democráticas con segunda vuelta en caso de no alcanzarse mayoría absoluta. Sin embargo, el voto sigue afectado por altos niveles de abstencionismo y apatía ciudadana.

Muchos jóvenes parecen desencantados con el discurso político tradicional. Algunos, como el estudiante de biología marina Adrien Madec, proponen un replanteamiento general: “El modelo económico basado en el turismo de élite no es sostenible si nuestra casa se está hundiendo. Necesitamos líderes que piensen en las próximas generaciones, no solo en las próximas elecciones.”

Por ahora, los seychellenses se debaten entre continuidad o cambio, entre la urgencia de resolver los problemas cotidianos y la presión de tomar decisiones que afectarán la existencia de su nación-isla a largo plazo.

Mientras tanto, y aunque el trasfondo es grave, los cielos azul turquesa y playas de arena blanca siguen atrayendo a miles de turistas... quizás sin saber que bajo esa belleza hay una lucha silenciosa por la supervivencia de este pedazo de paraíso.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press