¿Una Fed Independiente o una Herramienta Política? El Caso de Lisa Cook y la Amenaza a la Autonomía Monetaria
El intento de Donald Trump por destituir a una gobernadora de la Reserva Federal sin precedentes revive el debate sobre la independencia del banco central y sus implicaciones económicas
La Reserva Federal de Estados Unidos, con sus 112 años de historia, ha sido considerada como una de las instituciones económicas más poderosas —y más independientes— del mundo occidental. Sin embargo, un reciente intento del expresidente Donald Trump de remover a la gobernadora Lisa Cook ha encendido las alarmas en círculos económicos, judiciales y políticos por igual.
La génesis del caso: Cook vs Trump
Todo comenzó el 25 de agosto de 2025, cuando la administración de Trump —en una movida nunca antes vista— intentó despedir a Lisa Cook, una economista afroamericana designada por el presidente Joe Biden para el Consejo de Gobernadores de la Reserva Federal. Trump la acusa de fraude hipotecario, alegando que declaró más de una residencia como "vivienda principal" para recibir mejores condiciones de préstamo. Cook niega categóricamente las acusaciones.
El problema no solo está en la legalidad de las acusaciones, sino en la legalidad misma de que un presidente busque remover a un gobernador de la Fed sin una causa justificada y probada. Como indica la Federal Reserve Act, los gobernadores apenas pueden ser retirados "por causa justa", no a discreción política.
¿Por qué importa la independencia de la Fed?
“La independencia de los bancos centrales no es un capricho, sino un consenso basado en décadas de investigación macroeconómica”, señala el informe presentado al Tribunal Supremo por 18 autoridades económicas de ambos partidos políticos. El documento fue firmado por expresidentes del banco central como Alan Greenspan, Ben Bernanke y Janet Yellen, además de exsecretarios del Tesoro y asesores económicos de alto nivel.
La razón detrás de este consenso es clara: un banco central independiente se alinea mejor con políticas monetarias a largo plazo, sin verse afectado por ciclos electorales o presiones partidistas. Dicho de otro modo, cuando la Reserva Federal actúa por razones políticas, implica riesgos potenciales de inflación más alta, desconfianza del mercado y desestabilización económica.
Historial: Un precedente que no existe
En la historia completa de la Fed, ningún presidente intentó algo similar. Ni en tiempos de crisis inflacionaria en los 70, ni en la Gran Recesión de 2008, la independencia del banco fue atacada de esta forma. Incluso Ronald Reagan, quien frecuentemente criticaba las altas tasas de interés impuestas por Paul Volcker, nunca lo removió ni lo intentó.
La decisión de Trump amenaza con convertir a la Junta de Gobernadores en una rama más del Poder Ejecutivo. De democratizarse esta práctica, cada presidente podría designar y despedir a gobernadores como piezas de ajedrez, moldeando la política monetaria según cálculos electorales —una tragedia anunciada para la estabilidad económica.
La supuesta “causa” y sus vacíos
Trump acusa a Lisa Cook de fraude hipotecario por haber indicado en documentos distintos que dos residencias (una en Michigan y otra en Georgia) eran “vivienda principal” o “segunda vivienda” en distintos tiempos cercanos entre sí. Sin embargo, la documentación obtenida muestra que Cook sí listó su residencia de Atlanta como “casa de vacaciones” y “segunda residencia” en varias instancias. Hasta hoy, Cook no ha sido acusada penalmente por ningún delito.
El juez que revisó el caso inicialmente falló que los argumentos no eran suficientes para su remoción, dejándola en su puesto mientras completa su demanda. Dos cortes han coincidido en ese criterio. No obstante, la administración Trump ha apelado la decisión ante el Tribunal Supremo.
La reacción: un frente político y académico unificado
El intento de destitución ha unido a figuras tradicionalmente opuestas en materia económica. Exsecretarios del Tesoro como Henry Paulson (administración Bush) y Lawrence Summers (Clinton), junto con economistas como Jason Furman y Glenn Hubbard, se han solidarizado con Cook, dejando de lado afiliaciones políticas para defender la estructura institucional de la Fed.
“Los bancos centrales independientes permiten a los países, empresas y hogares tomar préstamos a tasas más bajas, porque el mercado confía en que el valor de su moneda no se verá alterado por decisiones políticas transitorias” – Informe de exfuncionarios ante el Tribunal Supremo.
Incluso críticos frecuentes de la Fed como John Cochrane, del conservador Hoover Institution, firmaron el informe en defensa de Cook. Esta cohesión bipartidista entre expertos es estudiada y rara, lo que subraya la gravedad del momento.
Consecuencias macroeconómicas de una Fed politizada
La estabilidad de los precios, uno de los objetivos primarios del banco central, depende fuertemente de que empresas y consumidores crean en las futuras decisiones del ente. Si los "fijadores de precios" no tienen fe en la continuidad de la política de inflación del 2%, no fijarán precios acordes. Aumentará la inflación anticipada, lo que requerirá decisiones más drásticas después.
En el caso contrario —si la Fed sucumbe a presiones políticas bajando tasas de interés con fines electorales— las expectativas en el mercado pueden cambiar violentamente, acercando al escenario que más se teme: estanflación (inflación alta con bajo crecimiento).
El precedente legal: Un resbaladizo camino
Otros organismos federales relativamente independientes, como la Comisión Federal de Comercio (FTC) y la Junta Nacional de Relaciones Laborales, ya han enfrentado purgas políticas. Pero los tribunales han tratado a la Fed como un caso aparte: la institución monetaria por antonomasia.
De hecho, cuando el Supremo permitió las remociones "a voluntad" en agencias anteriormente mencionadas, hizo explícita la diferencia con la Reserva Federal. Permitir ahora la destitución de Cook abriría la puerta para reinterpretar la autonomía que la ley original intentó asegurar en 1913.
Una cuestión más que jurídica: ¿Qué está en juego?
- Confianza del mercado: La creencia en que la Fed tomará decisiones técnicas, no políticas.
- Estabilidad internacional: Un dólar fuerte y predecible ayuda a negociar comercio y evita guerras monetarias.
- Democracia institucionalizada: Si cada presidente nombra solo a fieles ideológicos, se diluye el sistema de frenos y contrapesos.
A eso se refiere la cita del informe cuando compara al Congreso y el Presidente como "Ulises atado al mástil para no sucumbir al canto de las sirenas". La constitución monetaria de EE.UU. está diseñada para evitar decisiones fáciles en tiempos difíciles.
¿Qué sigue para Lisa Cook y la Fed?
Hasta la fecha, la Corte Suprema no ha emitido fallo definitivo. Cook continúa en funciones, votando y participando en reuniones clave del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), incluyendo una reciente reunión donde se votó bajar la tasa de interés en 0,25 puntos porcentuales.
La batalla legal podría extenderse, y el resultado marcará un parteaguas para la historia del federalismo económico. Más importante aún, marcará cómo se interpretará en adelante el concepto de independencia institucional en un panorama político cada vez más polarizado.
Reflexión final
El caso de Lisa Cook no es únicamente sobre una economista afroamericana enfrentando acusaciones políticas dudosas. Es una lucha por preservar el tejido técnico que ha permitido al gigante económico del mundo navegar crisis, guerras y choques financieros con costos relativamente contenidos.
Una Fed politizada podría ser el comienzo de una pendiente resbaladiza hacia un futuro donde la política monetaria deje de ser técnica para convertirse en una extensión más del pulso electoral del momento. El país y el mundo observan lo que hará la Corte Suprema.