“Vie” de Doja Cat: Un viaje nostálgico y audaz al corazón de los años 80

La rapera despliega capas retros y sonidos electrónicos para construir uno de sus proyectos más ambiciosos y polarizantes hasta la fecha

Un regreso al pasado... con estilo y rebeldía digital

Doja Cat regresa con “Vie”, su nuevo álbum de estudio que celebra de manera descarada todo lo que amamos (y odiamos) de los años 80. La artista, conocida por su versatilidad y audacia estética, había dejado varias pistas visuales y estilísticas: desde los outfits con hombreras exageradas en los VMAs hasta los movimientos de baile sacados de "Flashdance" en el video de su sencillo “Jealous Type”.

El álbum, lanzado el viernes pasado bajo los sellos Kemosabe y RCA Records, confirma lo que estos indicios sugerían: Doja Cat está decidida a rendir homenaje, reinterpretar y subvertir los códigos del pop ochentero. Y lo hace con una mezcla irreverente de synthwave, new jack swing, rap agresivo y baladas introspectivas.

Una artista sin etiquetas... hasta que ella las impone

Lejos de encasillarse en un solo estilo, Doja Cat ha transitado ya por múltiples géneros: desde el pop más comercial de “Say So” hasta el hip hop crudo de “Scarlet”. En “Vie”, vemos uno de sus ejercicios más teatrales. La producción, plagada de sintetizadores Moog, cajas de ritmos Roland TR-808 y vocales cargados de reverberación, recuerda a artistas como Janet Jackson, Wendy & Lisa, Prince o incluso a los británicos Eurythmics y Pet Shop Boys.

Es una oda estilizada a una década de excesos musicales y estilísticos, pero también un espacio para la autoexploración, algo que queda patente en letras que oscilan entre la nostalgia, el desamor y la dualidad fama-identidad.

Destellos: pistas destacadas del disco

  • “Jealous Type”: pegajosa, popera, con un ritmo que recuerda a “I Wanna Dance with Somebody” de Whitney Houston. El bajo funky y los coros repetitivos la hacen inmediata.
  • “Digital Mirage”: una incursión en el synth-pop más oscuro, con una estética cercana a Kavinsky y Depeche Mode. Una letra que habla de la disolución de la identidad en redes sociales.
  • “Electric Love Affair”: la colaboración estelar del disco, con The Weeknd, es una bomba sensual con tintes de soul digital que podría haber sonado perfectamente en la pista de Studio 54.

¿A quién le habla 'Vie'?

Doja Cat no está intentando complacer a todo el mundo con este álbum. En múltiples entrevistas ha dicho que prefiere hacer arte auténtico antes que hits virales. Sin embargo, esa misma autenticidad es lo que atrae a sus fans más fieles, quienes han elogiado la evolución creativa de la artista.

El álbum no es para quien busque hits de TikTok fáciles. Es una experiencia inmersiva, un puente entre el pasado y la modernidad, con claras intenciones conceptuales. A esto se suma el hecho de que la producción visual —videos, portadas y presentaciones en vivo— apuesta por una estética coherente y potente en la cultura visual ochentera, una estrategia no vista con tanta pasión desde que Dua Lipa revitalizó el disco-pop con “Future Nostalgia”.

Datos y cifras que respaldan el fenómeno

  • “Vie” debutó en el puesto #1 de la lista de álbumes de Spotify Global en sus primeras 48 horas.
  • El videoclip de “Jealous Type” superó 22 millones de visualizaciones en YouTube durante su primer fin de semana.
  • Doja Cat acumula más de 46 millones de oyentes mensuales en Spotify, posicionándose como una de las artistas femeninas más escuchadas del 2024.
  • Según Billboard, el álbum vendió más de 110.000 unidades equivalentes en su primera semana solo en EE. UU.

Un renacer ochentero en plena era digital

“Vie” no llega en un vacío. El revival ochentero lleva años infiltrándose sutilmente en la cultura pop. Desde la estética de artistas como The Weeknd (con su álbum After Hours claramente inspirado por Michael Jackson) hasta series como Stranger Things o marcas de moda que reproducen la silueta "power suit" en pasarelas globales.

Doja, sin embargo, toma este concepto y lo transforma. No se limita a copiar sonidos: los recontextualiza desde una narrativa femenina, millennial y provocadora. En lugar de simplemente disfrazarse de ícono del pasado, se convierte en una especie de cyber-Madonna que reflexiona sobre sexo, soledad, internet, creación y fama a través del filtro de luces de neón y bases programadas al estilo 1984.

Crítica a la industria y autorreferencia

En varias canciones, Doja Cat lanza dardos a la superficialidad de la industria musical y los medios que han cuestionado su carácter errático. Letras como:

“They wanted Barbie, but got the glitch instead”

revelan una conciencia de su propia posición ambigua como estrella global: codiciada por marcas y al mismo tiempo señalada por no ajustarse a los moldes tradicionales.

¿Es este su álbum más arriesgado?

Sin lugar a dudas. “Scarlet” había marcado una separación del sonido mainstream, pero “Vie” es mucho más osado porque no solo se aleja de los éxitos radiofónicos, sino que se aventura en una reinterpretación artística que la posiciona como una figura creativa integral, más parecida a Björk en sus primeros discos que a las divas de pop urbano actuales.

“Vie” es un statement visual y sonoro, una afirmación contundente de que Doja Cat no está interesada en ser domestica por la industria. Quiere romperla... con espejo retrovisor incluido.

Veredicto final ★★★★☆ (4,5/5)

“Vie” es todo lo que un amante de la estética retro podría desear, con capas modernas perfectamente equilibradas. Aunque el álbum no complacerá a todos, habrá quienes encuentren en él una obra de culto, ya que simbólicamente cierra el ciclo de Doja Cat como estrella viral para consolidarla como artista multifacética capaz de desafiar las expectativas.

La nostalgia, bien ejecutada, vende. Pero en manos de Doja Cat, se convierte en algo más peligroso, más exótico, más libre. Y eso es lo que la hace tan magnética.

Track favorito: “Digital Mirage”
Skip: “Pink VCR” (demasiado experimental para el oído casual)
Para fans de: Janet Jackson, The Weeknd, FKA Twigs, Tove Lo

Este artículo fue redactado con información de Associated Press