CJ Stroud y Cam Ward: Dos jóvenes mariscales atrapados en el abismo del 0-3
Texans y Titans, con proyectos opuestos pero el mismo destino: una desesperada búsqueda por su primera victoria
La AFC Sur: una división impredecible marcada por las derrotas
Al comenzar la temporada 2025 de la NFL, casi nadie habría apostado que Houston Texans y Tennessee Titans llegarían a la semana 4 sin conocer la victoria. Los Texans buscaban consolidarse como potencia en la AFC Sur por tercer año consecutivo, mientras que los Titans, en plena reconstrucción, introducían a su quarterback novato y primera selección del draft, Cam Ward.
Sin embargo, ambas franquicias han terminado en el mismo lugar: el fondo de la clasificación, con récord de 0-3 y crisis de identidad ofensiva.
CJ Stroud: liderazgo entre la frustración y las expectativas
Para C.J. Stroud, esta temporada debería representar un paso adelante en su carrera como líder consolidado en Houston. En cambio, ha sido una lucha constante. Con solo dos pases de anotación frente a tres intercepciones y 8 capturas en tres partidos, el mariscal de campo enfrenta su mayor reto profesional hasta la fecha.
“Stay together. Stick together. Stay positive. Be urgent.”, declaró Stroud, enfatizando el mantra que repite a sus compañeros diariamente. La presión es palpable, no solo desde los medios y fanáticos, sino también internamente, donde tanto él como el entrenador DeMeco Ryans reconocen que el rendimiento no cumple con las expectativas.
“Tiene que jugar mejor, y él lo sabe”, sentenció Ryans. “Lo emocionante es que está comprometido en mejorar, y con él, todo el equipo puede mejorar”.
Los Titans: un novato con potencial en medio del caos
A diferencia de Stroud, Cam Ward tiene la excusa legítima del debut. Pero ni eso lo salva del ojo crítico: ha sufrido múltiples capturas, sumando más que cualquier otro mariscal en la liga hasta ahora, y ya lanzó una intercepción que terminó en touchdown defensivo (pick-6).
La ofensiva de Tennessee ha sido completamente estéril: solo tres touchdowns en tres encuentros. Los cambios han llegado rápido; esta semana, el entrenador Brian Callahan cedió la responsabilidad de las jugadas ofensivas al entrenador de quarterbacks Bo Hardegree.
“Él entiende lo que veo y cómo pienso en el terreno”, expresó Ward, esperanzado en que el cambio de mando pueda revitalizar una ofensiva colapsada.
Calvin Ridley y la falta de sincronía
El receptor mejor pagado de los Titans, Calvin Ridley, ha sido otra gran decepción. Con 21 pases lanzados en su dirección, solo ha logrado 8 recepciones para 111 yardas, incluyendo un amargo 1 de 7 la semana pasada.
La fórmula de ubicar el casillero de Ridley junto al de Ward parecía prometedora, pero la química en el campo no refleja el esfuerzo logístico. Si los Titans no logran involucrar más a Ridley, Ward carecerá de blancos confiables para generar puntos.
Houston y su ofensiva fantasma
Houston apostó por el coordinador ofensivo Nick Caley y una línea ofensiva remodelada. Nada ha funcionado. Aireontae Ersery, el tackle izquierdo novato que enfrenta su bautismo de fuego en la NFL, fue ridiculizado por Josh Hines-Allen de Jacksonville: permitió una captura, un balón desviado que fue interceptado y cometió tres castigos.
DeMeco Ryans, optimista, declaró: “Está comprometido y con buena actitud. Lo importante es que no deja de mejorar”. Pero lo cierto es que las estadísticas no mienten.
La defensa también sufre: adiós a Gardner-Johnson
Un giro sorprendente fue la liberación del safety titular C.J. Gardner-Johnson. Sin explicaciones detalladas por parte de DeMeco Ryans, ahora el veterano M.J. Stewart asume la titularidad. Cambiar un pilar defensivo en plena crisis genera aún más incertidumbre.
Los Titans y su línea ofensiva inexistente
Parte del problema para Ward ha sido la ausencia de estabilidad en la línea ofensiva. El tackle JC Latham, notable en su año de novato, está fuera por lesión en la cadera. El veterano Kevin Zeitler también se perdió el juego pasado. Sin protección, hasta un mariscal talentoso puede naufragar.
Una historia conocida: el agujero de 0-3
No es la primera vez que los Titans comienzan con un récord de 0-3. En 2024 recuperaron el aliento en la semana 4 contra los Dolphins, con un contundente 31-12... solo para perder los tres siguientes juegos. Ahora, una nueva derrota colocaría al equipo en terreno histórico negativo: el peor inicio desde 2009 bajo Jeff Fisher, cuando terminaron 8-8 pese al 0-6 inicial.
Esa temporada fue memorable solo por Chris Johnson y sus 2,006 yardas por tierra. En 2025, no hay un Johnson que rescate la narrativa a punta de yardas.
Estadísticas deprimentes: lo que dicen los números
- Touchdowns ofensivos por equipo (2025, semana 3): Texans: 3, Titans: 3.
- Sacks permitidos: Titans: 13, Texans: 8.
- Pérdidas de balón: Texans (intercepciones): 3, Titans: 4 (1 pick-6).
- Top Target con menos de 50% de recepciones en el equipo: Ridley (8 capturas en 21 targets).
¿Quién está más cerca de salir de la crisis?
Ambos equipos necesitan una victoria con urgencia, no solo para el récord, sino moralmente. Pero si tuviéramos que elegir, los Texans parecen mejor posicionados para romper la racha perdedora.
Stroud, aunque desacertado, tiene más experiencia que Ward. La defensa, pese a la baja de Gardner-Johnson, tiene más continuidad. Y el talento ofensivo —aunque disperso— está. Pero una línea ofensiva ineficaz y falta de ejecución lo ponen todo en duda.
“Hay una brecha natural entre lo que planeamos y lo que termina sucediendo”, reconoció Nick Caley esta semana frente a la prensa local. “Mi trabajo es cerrar esa brecha”.
Una semana 4 dramática: la lucha por el alma de 2025
Texans vs. Titans podría parecer un partido irrelevante a primera vista. Pero bajo la superficie, es una contienda de orgullo, supervivencia y futuro.
Para Stroud, perder implicaría entrar oficialmente en modo crisis. Para Ward, otro partido estéril podría comenzar a sembrar dudas sobre su estatus como “salvador”. Ambas franquicias, atrapadas entre reconstrucción y expectativas, se enfrentan cara a cara para evitar que su temporada termine antes de octubre.
En la NFL no hay premios por esfuerzo, solo hay victorias y derrotas. Y el tiempo se agota.