Nuevo dueño, vieja gloria: Bill Chisholm promete mantener a los Celtics en la cima

Con la llegada de Chisholm, los Boston Celtics cambian de manos pero no de rumbo. ¿Puede esta nueva era continuar una dinastía ganadora en la NBA?

Una transición sin sobresaltos para una franquicia legendaria

Los Boston Celtics, una de las franquicias más icónicas y laureadas de la NBA, han iniciado una nueva etapa con la llegada de Bill Chisholm como su nuevo propietario. La compra, valuada en al menos 6.100 millones de dólares, representa un récord para una franquicia deportiva en Estados Unidos. Pero, lejos de suponer una ruptura, Chisholm ha dejado claro que apuesta por la continuidad, tanto en lo operativo como en lo cultural. "Haré lo que sea necesario para ganar campeonatos", expresó contundentemente en su primera rueda de prensa.

En un ambiente de confianza y con muchos actores clave aún en sus roles, como Brad Stevens (presidente de operaciones) y el coach Joe Mazzulla, la afición puede respirar tranquila: los pilares que llevaron a la franquicia a levantar su 18º trofeo en 2024 se mantienen firmes.

Bill Chisholm: de fanático de corazón a propietario de ensueño

Chisholm, originario de Massachusetts y exitosamente enriquecido en el mundo del private equity, ha sido seguidor de los Celtics desde su niñez. "Los Celtics me han traído alegría toda mi vida", confesó. Ahora, al frente del equipo, su misión es clara: mantener y expandir el legado. Junto a él estará también el ex CEO y antiguo propietario, Wyc Grousbeck, quien seguirá vinculado con la franquicia como director ejecutivo por al menos cinco años más.

Grousbeck, quien adquirió los Celtics en 2002 por 360 millones de dólares, aseguró estar comprometido con la visión de Chisholm. "Quiero mi tercer anillo... y luego el cuarto", enfatizó, recordando los dos títulos que consiguió durante su mandato: en 2008 y esta más reciente conquista en 2024 con Jayson Tatum y Jaylen Brown como figuras.

Una plantilla que busca repetir la hazaña… pese al 'segundo delantal'

Aunque la estructura directiva se mantiene, el equipo deportivo sí enfrenta cambios significativos debido al elevado costo salarial. La NBA introdujo recientemente un sistema de penalización conocido como el segundo delantal (second apron), que impone restricciones severas a los equipos que exceden ampliamente el tope salarial.

Con el objetivo de evitar su aplicación, los Celtics optaron este verano por prescindir de Jrue Holiday y Kristaps Porzingis, jugadores clave en la exitosa campaña anterior. Sin embargo, Brad Stevens aclaró: “Estas decisiones son más por cuestiones de flexibilidad en la plantilla que por razones estrictamente económicas”.

Además, la recuperación de Jayson Tatum tras una cirugía del tendón de Aquiles será uno de los factores críticos para definir el rumbo del equipo en la temporada venidera. El liderazgo de Jaylen Brown tomará aún más protagonismo en ausencia temporal de su compañero estelar.

El TD Garden no se toca

En un contexto donde algunas franquicias sueñan con nuevos estadios o mudanzas, Chisholm dejó en claro que la casa de los Celtics, el histórico TD Garden, sigue siendo el lugar ideal para el equipo. "Nos encanta. A los jugadores, a la afición, y a mí también". Además, resaltó la importancia de compartir instalaciones con los Boston Bruins: "Los Celtics y los Bruins pertenecen juntos".

¿Una expansión al baloncesto femenino?

Uno de los aspectos más llamativos de la rueda de prensa fue la expresión de interés de Chisholm por atraer una franquicia WNBA a Boston. A pesar de que ya hubo un intento de trasladar a las Connecticut Sun —liderado por Steve Pagliuca— finalmente rechazado por la liga, Chisholm afirmó: "Filósoficamente, hace todo el sentido del mundo". Aunque sabe que hay procedimientos establecidos, su visión parece comprometida en que Boston sume una franquicia femenina en un futuro cercano.

Aditya Mittal: la nueva cara global de los Celtics

Junto a Chisholm se presenta Aditya Mittal como nueva figura en la propiedad. CEO de ArcelorMittal, la segunda mayor empresa siderúrgica del mundo, e hijo de uno de los empresarios más poderosos de la India, Mittal recordó su primera experiencia con los Celtics: "Fui al viejo Boston Garden en los años 80... fue mágico".

Su inclusión es indicativa de la creciente globalización de la NBA. Mittal no es sólo un inversionista más: representa una visión global del baloncesto y nuevas oportunidades de expansión comercial para los verdes de Boston.

La competencia no se detiene: rivalidades y lesiones

El nuevo ciclo comienza mientras otras franquicias históricas como los Philadelphia 76ers intentan recuperar terreno. Sin embargo, su camino no está libre de obstáculos: el joven base Jared McCain ha sufrido otra lesión—esta vez un desgarro en el ligamento colateral cubital (UCL) del pulgar derecho—

McCain, que ya venía recuperándose de una rotura de menisco, se suma a una larga lista de lesionados en los Sixers, incluyendo a estrellas como Joel Embiid y Tyrese Maxey. La temporada pasada terminó con un pobre récord de 24-58 para Philadelphia, y la presión sobre su cuerpo técnico y departamento médico es elevada.

Cleveland también se prepara: refuerzos en la pintura

En otro rincón de la Conferencia Este, los Cleveland Cavaliers también mueven ficha. La incorporación del pívot Thomas Bryant, quien la temporada pasada acumuló experiencia valiosa con Miami e Indiana, es vista como una apuesta estratégica. Con 6.5 puntos y 3.8 rebotes en solo 14.6 minutos por partido, Bryant llega para ofrecer profundidad en la posición más física.

En playoffs, tuvo una actuación destacada contra los Knicks, siendo clave en el Juego 6 de las finales de la Conferencia Este. Para Cleveland, su llegada puede suponer un impulso necesario en un quinteto que busca regresar a la élite.

Un futuro verde brillante

La era Chisholm en los Celtics no promete revoluciones, pero sí una administración sólida y visionaria. Continuidad más ambición puede ser la combinación perfecta para mantener al equipo en la cima de la NBA. Si algo ha quedado claro en esta nueva etapa es que las ansias por levantar banderas en el TD Garden siguen tan vivas como siempre.

“Este equipo no solo representa una ciudad, es parte del alma de Boston”, concluyó Chisholm ante una afición que recibe al nuevo dueño con los brazos abiertos… y la esperanza de nuevos campeonatos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press