76ers, Blazers y Grizzlies: Una pretemporada marcada por las lesiones
Las lesiones de estrellas como Joel Embiid, Paul George y jóvenes promesas como Scoot Henderson complican el panorama de tres franquicias clave del Oeste y Este de la NBA
La temporada de la NBA aún no comienza oficialmente, pero ya hay preocupaciones serias que podrían alterar el curso de varios equipos con aspiraciones —o al menos esperanzas— de mejorar su desempeño pasado. Los Philadelphia 76ers, Portland Trail Blazers y Memphis Grizzlies se enfrentan a los fantasmas de las lesiones antes siquiera de que suene la primera chicharra del nuevo curso.
Joel Embiid: el eterno retorno del MVP
Joel Embiid, MVP de la temporada 2022-23, vuelve a ser el centro de atención... por las razones equivocadas. Su historial de lesiones es tan extenso como su talento. A sus 30 años, Embiid no ha podido participar en más de 68 partidos en ninguna de sus campañas. La pasada temporada fue particularmente crítica: apenas jugó 19 encuentros.
Después de una cirugía artroscópica en abril para reparar problemas en su rodilla izquierda, muchos se preguntan si el pívot camerunés podrá volver al nivel dominante que lo llevó a liderar la liga en puntos durante dos temporadas consecutivas. Durante el día de prensa de los 76ers, no ofreció fechas concretas para su regreso:
“Tengo un plan. El objetivo es jugar de manera consistente.”
Pero hasta esa frase parece una utopía. Su lista de lesiones incluye fracturas por estrés, desgarros de menisco, esguinces, problemas en el pie, e incluso parálisis facial por el síndrome de Bell. Sin duda, es uno de los talentos más perseguidos por la mala suerte física.
Paul George: el fichaje estrella que aún no despega
Philadelphia apostó fuerte por Paul George, firmándolo por $212 millones por cuatro años. Sin embargo, su primera temporada en los 76ers fue literalmente "suelo bajo". Con apenas 41 partidos disputados y un promedio de 16.2 puntos —el más bajo desde su segundo año en la NBA— George nunca logró integrarse del todo.
Para colmo, una cirugía en su rodilla izquierda tras una lesión en julio pone en duda su participación en el inicio de la temporada. Aunque George ha comenzado a entrenar ligeramente en cancha, su disponibilidad para el opening night es incierta. Sobre su situación, dijo:
“Creo que todavía tengo mucho juego dentro de mí”
Los 76ers rezan porque eso sea verdad. De lo contrario, otro año sin llegar al título podría significar el fin de una era.
Jared McCain y el efecto dominó en Philadelphia
Como si no fuera suficiente con las lesiones de Embiid y George, los Sixers sufrieron otro golpe antes del training camp: Jared McCain, segundo año, sufrió una rotura del ligamento colateral cubital del pulgar derecho durante una práctica. Esta lesión lo mantendrá fuera indefinidamente y complica aún más la rotación.
“Sabemos que habrá partidos donde faltarán jugadores,” comentó el técnico Nick Nurse. “Pero solo tienes un segundo para lamentarte. Después de eso, toca seguir adelante”.
Scoot Henderson y el vacío en Portland
Los Portland Trail Blazers también tienen motivos para preocuparse. Su joven promesa, Scoot Henderson, sufrió una rotura del tendón de la corva izquierda durante un entrenamiento de pretemporada. Se estima que estará fuera entre 4 a 8 semanas.
Con la salida de Anfernee Simons a los Boston Celtics en un intercambio por Jrue Holiday, todo apuntaba a que Scoot tendría un papel protagónico en esta nueva etapa de reconstrucción. El base de 21 años promedió 12.7 puntos, 5.1 asistencias y 3.0 rebotes en su año de novato y ahora queda relegado justo cuando debía consolidarse.
Memphis y el hospital: Edey, Clarke, Coward y Jackson Jr.
Los Memphis Grizzlies tampoco escapan a la epidemia de lesiones. Su pívot novato Zach Edey, quien brilló en Purdue como dos veces Jugador Nacional del Año, se está recuperando de una cirugía en el tobillo izquierdo —el mismo que ya lo había dejado fuera de 12 partidos colegiales. Estará inactivo entre 6 y 9 semanas.
Edey tuvo una presencia prometedora en la pintura durante la temporada pasada: 9.2 puntos y 8.3 rebotes por partido. Fue seleccionado en el primer equipo All-Rookie.
Además:
- Cedric Coward finalmente está libre de su lesión en el hombro y podrá integrarse al campamento.
- Jaren Jackson Jr., All-Star y ancla defensiva, vuelve también tras un tratamiento en el pie derecho (turf toe), aunque su regreso será progresivo.
- El ala-pívot Brandon Clarke se someterá a una cirugía artroscópica por sinovitis en la rodilla derecha. Ya fue operado en marzo por un esguince de ligamento cruzado posterior.
Memphis tiene opciones de competir en el Oeste solo si su core joven (y hasta sus veteranos) se mantienen en pie. Una temporada más plagada de lesiones los dejaría fuera del mapa.
Una NBA marcada por la fragilidad física
Las lesiones son parte del deporte, pero el aumento de casos antes de que inicie la temporada regular tiene un impacto profundo. Según Basketball Reference, la temporada 2023-24 fue la segunda con mayor cantidad de partidos perdidos por lesiones en la historia moderna de la NBA.
Franquicias como Philadelphia, que solían estar en el top 5 de favoritos al título, ahora aparecen con un 2.5% de probabilidades de campeonar, según BetMGM, equivalente a un momio de 40 a 1. Sin Embiid ni George, ese pronóstico puede incluso ser optimista.
La polémica sobre la cantidad de partidos (82 por temporada, sin contar torneos de play-in y playoffs) sigue sin resolverse del todo. La carga física prolongada, combinada con el juego cada vez más rápido y físico, sigue pasando factura a los cuerpos de los jugadores.
¿Soluciones? Rotación, descanso y suerte
La gestión de minutos y el “load management” ya no es un lujo, sino una necesidad. La profundidad del roster será clave este año no solo para competir, sino para sobrevivir. Equipos como los Grizzlies han demostrado que armar una plantilla versátil te da resiliencia. Pero sin un plan de recuperación sensato y lesiones menos agresivas, poco se puede lograr.
“Queremos sentar una identidad”, dijo Tyrese Maxey, el nuevo referente ofensivo. “No importa quién juegue, queremos que la gente diga: estos son los Sixers.”
El camino hacia el título siempre ha sido duro, pero esta temporada parece comenzarlo con muletas para algunos. Como dicen en Filadelfia: “Trust the process”. Pero para confiar en el proceso, primero hay que estar en condiciones de jugarlo.