Bryson DeChambeau: el ‘showman’ que está revolucionando el golf
Entre videos virales, rivalidades con McIlroy y su regreso a la Ryder Cup, el carismático golfista norteamericano se convirtió en la figura que energiza al mundo del golf moderno
De villano del golf analítico a ídolo mediático
Bryson DeChambeau ha recorrido un largo camino desde que irrumpiera en el circuito profesional de golf con su estilo «científico» y su gorra plana característica. En aquella época, muchos lo veían como un personaje demasiado obsesionado con números, vectores, aerodinámica y modelos biomecánicos. Hoy, sin embargo, su imagen ha dado un giro radical y se ha convertido en una de las figuras más populares del golf moderno.
Su canal de YouTube cuenta con más de 2,35 millones de suscriptores y su contenido alcanza millones de visualizaciones. Desde desafíos imposibles hasta colaboraciones con celebridades como Adam Sandler, DeChambeau ha sabido utilizar las redes sociales para conectar con una audiencia joven que rara vez se interesa por este deporte.
Más allá del green, Bryson se convirtió en un fenómeno de masas. Esto contrasta notablemente con su salida de la PGA Tour para unirse a LIV Golf, una liga altamente criticada por estar financiada por Arabia Saudita. La decisión no lo aisló, sino que lo empujó hacia un enfoque de marca personal más independiente y mediático.
Un «influencer» con palos de golf
Algunos de sus videos más populares incluyen:
- Un intento de romper 50 golpes en un scramble a dúo con Adam Sandler.
- Golpeando bolas sobre su propia casa en busca de un hoyo en uno en el jardín.
- Jugando una ronda con un set básico de palos comprados en Walmart.
- Enfrentando a cinco jugadores amateurs a la vez en un scramble colectivo (y ganándoles).
Este tipo de contenido, además de ser altamente entretenido, también funciona como una puerta de entrada para muchos jóvenes que encuentran el golf demasiado técnico o aburrido. DeChambeau ha logrado quitarle esa solemnidad al deporte, sin dejar de ser competitivo en los torneos de élite.
Ryder Cup: el retorno de la energía
El regreso de DeChambeau a la Ryder Cup marca un capítulo importante en su carrera. A pesar de estar fuera del PGA Tour, sus actuaciones destacadas en los majors—una victoria, dos subcampeonatos y tres top-10 en los últimos dos años—le han valido suficientes puntos para recibir una invitación automática al team estadounidense.
En los entrenamientos de esta semana en Bethpage Black, Bryson dejó claro que viene por todo: animó al público al ritmo de “We Will Rock You”, pisoteando el suelo y golpeando su drive al inicio del solo de guitarra. Es el tipo de espectáculo que la gente ama o detesta, pero que nadie ignora.
“Estoy emocionado de tener la oportunidad de entusiasmar al público”, dijo DeChambeau en conferencia. “Quiero ofrecerles algo más que golf; quiero emoción”.
Las tensiones con Rory McIlroy
La rivalidad entre DeChambeau y Rory McIlroy también alimenta el espectáculo. En una entrevista previa, Bryson insinuó que Rory no le habló durante toda la última ronda en el Masters, algo que no cayó bien en el entorno del norirlandés.
“El único modo en que él recibe atención es mencionando a otros como yo o Scottie Scheffler”, replicó McIlroy en The Guardian. Aunque DeChambeau bajó el tono más adelante, afirmando que “respeta profundamente a Rory como jugador”, la tensión entre ambos existe y podría cristalizarse durante la Ryder Cup.
Este tipo de conflictos, lejos de ser un problema, añaden dramatismo. “Las rivalidades son saludables para el golf”, reconoció Bryson.
Del análisis al espectáculo: dos etapas, un jugador
En sus inicios, DeChambeau era visto como el Sheldon Cooper del golf. Su obsesión por los datos parecía robótica. Palos del mismo largo, cálculos de velocidad de swing, experimentos científicos en cada golpe.
“Lo que hago no es magia, es física aplicada”, solía decir. Eso le valió la crítica de muchos puristas. Pero Bryson siempre fue disruptivo, incluso cuando no tenía cámaras ni multitudes siguiéndolo.
Esa combinación de ciencia + carisma ahora se traduce en un personaje único: el influencer que puede llenar estadios y romper algoritmos.
Críticas y estadísticas: los números no mienten
Brandel Chamblee, analista de Golf Channel, afirmó que jugar en LIV Golf es equivalente a estar en “protección de testigos”, ya que nadie lo ve. Esa crítica no le afectó a Bryson: “Mi canal habla por sí solo”, respondió. Y tiene razón.
Con 2.35 millones de suscriptores, DeChambeau supera a muchos golfistas activos combinados en seguidores. Sus videos acumulan cientos de millones de vistas. Algunos de ellos:
- Golf con Trump: una ronda informal que obtuvo más de 15 millones de vistas.
- Desafío vs novatos: Un video estilo reality donde diversos amateurs intentan vencerlo.
Ya no depende exclusivamente de los ingresos por torneos. Tiene patrocinadores, contratos con plataformas digitales y un modelo que otros deportistas empiezan a imitar.
El ajuste generacional del golf
Los espectadores de golf han cambiado. Ya no sólo son hombres mayores de 50 años con gusto por la tradición. Los millennials y la Gen Z quieren cercanía, humor, desafíos virales y autenticidad.
DeChambeau lo entendió antes que muchos. En lugar de resistirse, abrazó la transformación. Desde su marcha a LIV Golf hasta su incursión en plataformas como TikTok y YouTube, perfiló un nuevo camino para el atleta del siglo XXI.
“Estoy aquí para entretener sin dejar de competir al más alto nivel”, resumió en una entrevista reciente.
¿El Tiger Woods de la era digital?
Obviamente, comparar a Bryson con Tiger Woods es prematuro y quizás injusto en términos deportivos. Pero si hablamos de impacto, de engagement y de traer nuevas audiencias al golf, Bryson puede reclamar su espacio.
Tiger transformó el golf con su juego y carisma en los ’90. Ahora Bryson lo hace combinando talento, contenido digital y storytelling vibrante, convirtiéndose en un punto de entrada ideal al deporte para las nuevas generaciones.
Final abierto: DeChambeau sigue cambiando el juego
Como dijo Scottie Scheffler: “Aporta energía, la gente lo adora. Estoy emocionado por liberarlo esta semana”.
Y lo cierto es que el golfo-influencer está apenas comenzando. Al igual que otros atletas como LeBron James o Serena Williams que expandieron sus plataformas fuera del deporte, Bryson ha creado un ecosistema propio. Y, de momento, todo indica que será protagonista por muchos años más.