Packers y Cowboys: una batalla de líneas ofensivas, lesiones y viejas amistades

Una temporada cargada de dudas en Green Bay

Los Green Bay Packers han iniciado la temporada 2025 con un sabor agridulce. Con marca de 2-1, el equipo aún se encuentra en posición competitiva, pero su rendimiento en el ataque terrestre presenta señales preocupantes. Después de haber dominado en los tres primeros partidos del año anterior, promediando 5.5 yardas por acarreo, ahora se arrastran con apenas 3.4 yardas por intento, ubicándose en la posición 28 de la NFL.

Josh Jacobs, uno de los corredores más dominantes de la liga, sigue siendo optimista. "Siempre se tarda entre tres y cuatro semanas para lograr cohesión en una línea ofensiva", declaró el tricampeón del Pro Bowl. Pero las lesiones no han dado tregua y la consistencia ha sido esquiva.

La línea ofensiva: un rompecabezas en constante cambio

La clave del bajo rendimiento ofensivo ha estado en una línea ofensiva mermada por lesiones. Los Packers perderán, al menos para esta semana, a tres de sus siete linieros principales, incluyendo a los titulares Zach Tom (muslo) y Aaron Banks (ingle), junto con Anthony Belton (tobillo). Estos desequilibrios han obligado al entrenador Matt LaFleur a buscar soluciones de emergencia.

"Es lo que hay", sentenció LaFleur. "El siguiente hombre tiene que estar listo. Hay que adaptarse y ajustar". El equipo ha experimentado con jugadores como Jordan Morgan, selección de primera ronda en 2024, que ha jugado en múltiples posiciones. Sin embargo, los resultados han sido mixtos: cinco capturas permitidas en la última derrota ante Cleveland y solo 81 yardas terrestres en 31 acarreos.

Elgton Jenkins, el dos veces Pro Bowler normalmente en la posición de guardia izquierda, también ha tenido que moverse al centro tras la llegada de Banks. "Sé que puedo jugar mejor", admitió Jenkins. "Son detalles pequeños que puedo corregir".

Josh Jacobs: atrapado entre bloqueos y defensas cerradas

Jacobs viene de una temporada 2024 dominante, con 1,329 yardas por tierra. Este año, sin embargo, ha acumulado apenas 180 yardas en 58 acarreos. Lo más destacable: su racha de 12 partidos consecutivos (incluyendo playoffs) anotando por tierra se rompió en la derrota ante Cleveland.

"Si la defensa se carga hacia el frente, no importa. Aún tenemos que encontrar la manera de ganar yardas", comentó Jacobs. "Si es cuarta y una, y todos saben que vamos a correr, igual tenemos que conseguir ese primer down".

El morbo del reencuentro: Micah Parsons vuelve a Dallas… como rival

Casi como sacado de una telenovela deportiva, Micah Parsons se enfrentará por primera vez a sus ex compañeros de los Dallas Cowboys tras haber sido transferido hace un mes a Green Bay. El impacto fue mayúsculo: no solo por su salida, sino porque acompañó su llegada a los Packers con la firma de un contrato de 188 millones de dólares por cuatro temporadas, el más alto para un jugador no quarterback en la historia de la NFL.

Su amistad con los linieros de Dallas, como Tyler Smith, se hace evidente, pero eso no quitará intensidad al enfrentamiento. Smith fue su compañero de línea ofensiva por dos años, y ahora deberá proteger a su quarterback de los embates del que fue su mentor y amigo. "Definitivamente no pensé que acabaría planificando estrategias contra Parsons", dijo Smith. "Esto te enseña que en la NFL, todo puede pasar".

Una línea ofensiva texana debilitada

Los Cowboys tampoco gozan de buena salud en su línea ofensiva. El centro titular Cooper Beebe seguirá fuera por una lesión en el pie, y se suma la baja del guardia derecho Tyler Booker, quien estará ausente varias semanas por un esguince de tobillo. Esto obliga a la juventud a asumir roles titulares: Terence Steele como tackle derecho, y el prometedor pero inconsistente Tyler Guyton en el lado izquierdo.

En palabras del coordinador ofensivo Klayton Adams: "Casi todos los equipos tienen un jugador elite al que hay que bloquear. Pero Parsons está en otro nivel. Su presencia cambia por completo la forma en que planteas un partido".

Los Packers a la caza de una identidad

Lo que se impone para Green Bay no es solo ganar el partido ante Cowboys, sino encontrar una identidad ofensiva. La versatilidad de los jugadores puede ser una ventaja si logran estabilizarse. Jacobs necesita espacio y repeticiones constantes. La línea necesita continuidad y salud. Y el equipo necesita tiempo, algo escaso en una liga que no perdona.

Micah Parsons, por su parte, busca demostrar que vale cada centavo de su nuevo contrato. Ya lidera la NFL en capturas con 4.5 sacks en solo tres partidos. Y aunque aún mantiene la cordialidad con sus ex compañeros, una vez que se escuche el silbato inicial, todo se olvidará.

"Ellos saben quién soy y cómo ataco", dijo Parsons. "Pero también sé quiénes son ellos. Esto va a ser especial".

Lesiones que mueven el tablero completo

La situación es tensa a lo largo de toda la NFL. Dawand Jones, tackle ofensivo de los Cleveland Browns, se perderá el resto de la temporada tras someterse a cirugía de rodilla. Es su tercera lesión de final de temporada en tres años, lo que levanta serias dudas sobre su durabilidad.

Los Browns también han solicitado a la liga que revise la jugada en la que el safety de los Packers Javon Bullard golpeó bajo a Jones. Según el departamento de arbitraje de la NFL, debería haberse marcado una falta. Esta preocupación por los bloqueos bajos refleja una tendencia creciente a reevaluar los estándares de seguridad para linieros ofensivos.

"No digo que hubo mala intención, pero fue una jugada que no debería ocurrir", declaró el entrenador de los Browns, Kevin Stefanski.

Una noche cargada de emociones

El duelo entre Packers y Cowboys no será solo un partido más para clasificar a playoffs. Es una contienda cargada de narrativa humana, heridas físicas y rivalidades frescas. La chance de ver a Micah Parsons cazando quarterbacks ante sus viejos camaradas, la resiliencia de un Josh Jacobs frustrado, y la lucha de ambas líneas ofensivas por mantener la dignidad será un deleite para los fanáticos del football.

¿Podrán los Packers establecer finalmente su juego terrestre? ¿Sobrevivirán los Cowboys a su propio laboratorio de lesiones? El domingo conoceremos las respuestas... y quizás, abramos nuevas preguntas.