Ansiedad por separación: Cómo ayudar a tu hijo pequeño a afrontar sus primeros días de escuela

Una guía emocional, práctica y psicológica para padres ante el inicio de preescolar o kínder

Una escena común: lágrimas en el primer día

El primer día de escuela puede ser un momento profundamente emotivo, tanto para los niños como para los padres. Alexander Lane lo vivió de primera mano cuando su hija de 3 años se negó a entrar al preescolar, permaneciendo una hora dentro del coche. Al día siguiente, entró llorando. Pero al tercer día, ocurrió un cambio: corrió feliz hacia su aula.

Este tipo de transición ilustra perfectamente uno de los desafíos emocionales más comunes en la infancia: la ansiedad por separación. Y aunque puede ser temporal, también puede convertirse en un obstáculo persistente si no se maneja adecuadamente.

¿Qué es la ansiedad por separación?

Según la American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, la ansiedad por separación es una etapa normal del desarrollo infantil que suele presentarse entre los 8 meses y los 3 años, pero puede prolongarse en ciertas circunstancias. Se caracteriza por el miedo intenso del niño a estar separado de sus figuras de apego, generalmente padres o cuidadores principales.

Erica Lee, psicóloga del Boston Children’s Hospital, explica que este fenómeno se exacerba durante las transiciones, como el comienzo de un nuevo ciclo escolar. Cambios en la rutina, nuevos entornos y la ausencia de los padres pueden desatar respuestas emocionales intensas.

¿Cuándo preocuparse?

Si bien es normal que los primeros días sean difíciles, es importante estar atentos. Cuando los síntomas persisten por varias semanas o interfieren significativamente con la vida diaria del niño, puede tratarse de un trastorno de ansiedad por separación que requiere intervención clínica.

Entre los síntomas más frecuentes:

  • Llanto excesivo o rabietas en el momento de la separación
  • Resistencia a dormir solo
  • Miedos persistentes a que algo malo le ocurra a los padres
  • Rechazo a ir al colegio, incluso fingiendo malestar físico

El papel de los padres: enseñar valentía

Kimberly Skukalek ha enseñado preescolar durante casi dos décadas. Cada año, algunos alumnos luchan con la separación. Ella comparte una verdad poderosa: “Algunos padres están más asustados que los propios niños”.

Izabela Milaniak, psicóloga del Children’s Hospital of Philadelphia, enfatiza la importancia de que los padres no refuercen el miedo evitando las situaciones que lo provocan. “Evitar la escuela o las separaciones aumenta el miedo, porque se fortalece el mensaje de que la situación es peligrosa”, explica.

Su enfoque se resume en dos pilares:

  • Validación emocional: Reconocer y aceptar que el niño tiene miedo. No minimizarlo ni ignorarlo.
  • Establecimiento compasivo de límites: Ser firmes, pero con empatía. Acompañar al niño emocionalmente sin ceder a evitar las situaciones que causan ansiedad.

Patrick Edmondson y su esposa aplicaron este principio con su hijo Miles, de 3 años. A pesar del llanto matutino y la resistencia a separarse, no le permitieron quedarse en casa. “Si le decíamos que tenía la opción de no ir, simplemente habría dicho: ‘Es muy aterrador, no quiero ir hoy’”.

Estrategias para hacer la transición más llevadera

Conforme a la evidencia psicológica recogida en centros especializados, hay una serie de estrategias prácticas que pueden facilitar este proceso para niños y padres:

1. Exposición gradual

Erica Lee recomienda entrenar a los niños con separaciones pequeñas antes del gran día. Esto puede incluir salir de la habitación por 5 minutos y luego aumentar el tiempo. Esta exposición progresiva disminuye la ansiedad anticipatoria.

2. Establece una rutina de despedida

Una rutina breve, predecible y afectuosa de despedida da al niño una sensación de control. Un abrazo especial, una frase cariñosa o incluso un gesto codificado (como un “choca esos cinco”) puede convertirse en una poderosa ancla emocional.

3. Involucra al niño en la preparación

Desde elegir su ropa hasta empacar su lonchera, los pequeños se sienten menos vulnerables cuando forman parte activa de su transición. “Eso hace que no sea algo que le ocurre a ella, sino algo que construye con nosotros”, dice Lane sobre su hija.

4. Objeto de consuelo o "amuleto de la valentía"

Los Edmondson permitieron que Miles llevara un juguete pequeño que representaba su valentía. Esto actúa como un ancla sensorial. Los más populares incluyen peluches, carritos pequeños, fotos familiares o incluso notas con dibujos de los padres.

5. Reforzamiento positivo

Celebrar cada pequeño logro ayuda al niño a reinterpretar su experiencia. Recompensas sencillas como elogios, pegatinas o tiempo de juego pueden fortalecer las asociaciones positivas con la asistencia escolar.

La ansiedad no es debilidad, es parte del crecimiento

Muchas veces, los adultos buscan que sus hijos "superen rápido" la ansiedad como si fuera una debilidad. Pero como explica Milaniak, enfrentar situaciones difíciles forma parte del desarrollo emocional: “Es enseñarles a calmarse solos, a tolerar la incomodidad, a ser autónomos emocionalmente”.

Esa enseñanza es vital no solo para la escuela, sino también para la vida adulta. Ser valiente no significa no tener miedo, sino avanzar a pesar de él.

Cuándo buscar ayuda profesional

Si después de varias semanas la ansiedad por separación no disminuye, puede requerirse una evaluación por parte de un pediatra o psicólogo infantil. El trastorno de ansiedad por separación afecta entre el 4% y 5% de los niños en edad escolar, pero responde muy bien al tratamiento psicológico, especialmente a través de terapias cognitivo-conductuales.

Consejo final para padres: ten paciencia contigo mismo

La ansiedad por separación también ocurre en los padres. Ver a tu hijo llorar al separarse puede despertar dolor, culpa e inseguridad. Recuerda: tu serenidad es clave. Si tú estás tranquilo, es más probable que tu hijo se sienta seguro.

Como padre, tu labor no es evitar todo sufrimiento a tu hijo, sino guiarlo emocionalmente para que pueda superarlo. Y en eso, la valentía también es contagiosa.

¿Tu hijo ha experimentado ansiedad por separación? Comparte tus estrategias o experiencias en la sección de comentarios.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press