Baker Mayfield y los Bucs: ¿Reencuentro con la grandeza o espejismo momentáneo?
El resurgir del mariscal en Tampa Bay despierta ilusiones, pero errores cruciales aún persiguen al equipo dirigido por Todd Bowles
Baker Mayfield: un resurgir inesperado en la Bahía
Desde que Baker Mayfield aterrizó en Tampa Bay en 2023, pocos imaginaron que el mariscal de campo encontrara en Florida un terreno fértil para renacer. Tras su paso inestable por Cleveland, Charlotte y Los Ángeles, muchos dieron por hecho que su carrera seguiría el curso descendente de otros “quarterbacks” seleccionados en el primer lugar global del draft. Pero Mayfield, con determinación e inteligencia, comenzó la temporada 2025 de manera prometedora.
Los Tampa Bay Buccaneers se colocaron 3-0 gracias en parte al temple de su mariscal. Las victorias ajustadas frente a Atlanta, Houston y los Jets, con Mayfield liderando remontadas en los últimos minutos, hicieron recordar los mejores años de los Bucs y rejuvenecieron una afición que no ve mucho brillo desde la salida de Tom Brady.
Sin embargo, la prueba de fuego llegó en la Semana 4, contra unos Philadelphia Eagles invictos y con aspiraciones claras de repetir una temporada de Super Bowl. Y aunque los Bucs pelearon hasta el final, los errores no forzados sellaron un resultado que deja sensaciones encontradas: una derrota por 31-25.
Un inicio titubeante con tintes de catástrofe
Los primeros compases del partido parecían predecir una masacre. Un bloqueo de despeje devuelto por Sydney Brown para anotación y una ofensiva de Jalen Hurts que marchaba como reloj suizo colocaron a los Eagles con ventaja de 14-0 en solo ocho minutos.
“No puedes esperar ganarle a los campeones del Super Bowl si empiezas así”, resumió Todd Bowles, visiblemente frustrado con la actuación de sus dirigidos.
Y no era para menos. Para el descanso, los Bucs acumulaban apenas 99 yardas ofensivas contra las 201 de Philadelphia. Su juego terrestre era nulo, y la línea ofensiva sufría con la presión constante de Fletcher Cox y compañía.
Chispazos de esperanza: el tercer cuarto mágico
Pero como ha venido haciendo a lo largo de la campaña, Mayfield no se amilana. En el tercer cuarto apareció el talento, el brazo y la lectura del juego que tanto ilusionó cuando salió campeón del Heisman en Oklahoma en 2017. Dos bombazos de 77 y 72 yardas a Emeka Ebuka y Bucky Irving encendieron al Raymond James Stadium y colocaron a Tampa nuevamente en el juego (24-20).
“Hicimos muchas cosas buenas, las reconocemos. Pero hay que ser consistentes...”, decía Bowles después del partido. Y tenía razón: cuando Mayfield logra continuidad, el equipo responde a gran nivel. Pero incluso así, los errores puntuales continúan condenando a los Bucs.
Errores que cuestan victorias
A pesar del esfuerzo de la defensa —que no permitió ni un solo pase completo de Hurts en toda la segunda mitad y dejó a los Eagles en apenas 33 yardas ofensivas tras el descanso— dos jugadas concretas sellaron el destino:
- La intercepción de Mayfield en la zona roja, en tercera y gol desde la yarda 11, con Tampa apenas seis puntos abajo.
- El fumble de Irving cerca de su propia yarda 25, que derivó en las únicas unidades de los Eagles en la segunda mitad.
“Cuando no entregamos el balón, ganamos. Hoy no fue el caso”, explicó Mayfield, asumiendo responsabilidad por la derrota.
Y es que Tampa Bay había sido el único equipo de la NFL sin pérdidas en las tres primeras semanas. Contra los Eagles, cometieron tres: una intercepción, un fumble y un despeje bloqueado, todos resultando en puntos en contra.
¿Errores corregibles o señales de alerta?
La narrativa de los “Bucs 2025” es compleja. Por un lado, hay síntomas claros de fortaleza mental, capacidad de reacción y liderazgo desde la posición de mariscal. Por otro, los errores de ejecución en momentos clave siguen marcando la diferencia ante equipos de élite.
A eso se suma el panorama de lesiones que ha afectado la continuidad de figuras clave. El regreso esta semana de Tristan Wirfs y Chris Godwin es una bocanada de aire fresco, y se espera que en las próximas semanas, Tampa tenga finalmente su ofensiva titular al completo.
Las estadísticas tampoco engañan: Mayfield terminó con 289 yardas, dos touchdowns y completó el 55% de sus intentos. Si bien es buena producción general, se requerirá mayor precisión en la zona roja y evitar jugadas forzadas.
La defensa: de villana a salvadora en 30 minutos
El cambio en la defensa de Tampa tras el descanso fue impresionante. El coordinador defensivo mezcló coberturas y presiones más creativas para contener a Hurts, quien hasta entonces había hecho daño con sus piernas y conexiones con Goedert y Smith.
La línea defensiva, liderada por Vita Vea, comenzó a penetrar el bolsillo con más agresividad, lo que obligó a los Eagles a jugar conservador el resto del partido. El ejemplo más claro: en la última jugada del partido, el pateador Braden Mann corrió 34 yardas hacia su propia zona de anotación para tomar un safety intencional que acabara con el tiempo.
Ese último esfuerzo simboliza el respeto que los Eagles aún le tienen a un Mayfield con el balón en sus manos. Incluso sin tiempo de sobra, prefirieron matar el reloj antes que otorgarle la oportunidad de un regreso improbable.
¿Puede Tampa competir realmente en la NFC?
En una conferencia NFC que aún no muestra un equipo invencible, los Buccaneers lucen como una opción seria para disputar comodines. Pero para ello deberán corregir errores fundamentales y garantizar la salud de sus titulares ofensivos.
En su calendario aún figuran duelos vitales contra San Francisco, Detroit y Dallas, lo que servirá como verdadero termómetro de su nivel competitivo.
Y no olvidemos que Mayfield ya ha probado que puede ganar partidos importantes. Como lo hizo en Playoffs con Cleveland en 2020, o en victorias épicas desde la banca con los Rams en 2022. La incógnita es si este nivel se mantiene... o si simplemente estamos ante un pico temporal.
La única certeza hasta ahora es que los Bucs están vivos, su afición ilusionada y que Baker Mayfield ha logrado lo que pocos creyeron posible: ser el corazón de un equipo que quiere regresar al protagonismo.
“Estamos recuperando jugadores importantes. Solo tenemos que jugar mejor”, concluyó Mayfield. Y con él en ese nivel, soñar no parece un disparate.