Lesiones, presión y promesas: tres historias que definen el inicio de la temporada NFL 2025
Malik Nabers, Tee Higgins y Bo Nix protagonizan tres capítulos clave del arranque liguero
Una jornada marcada por las lesiones
El 28 de septiembre de 2025 será recordado por los aficionados de la NFL no solo por el dramatismo de los partidos, sino por las preocupaciones que dejaron las lesiones de varias de sus figuras destacadas. Uno de los momentos más duros del fin de semana fue la lesión del flamante receptor de los New York Giants, Malik Nabers, quien tuvo que abandonar el terreno de juego en carrito tras lesionarse su pierna derecha durante una tensión aérea ante los Chargers de Los Ángeles.
Nabers era el objetivo de un pase profundo del debutante Jaxson Dart, quien comenzaba su primer partido como mariscal titular. Aprovechando una jugada gratis por offside del defensor Troy Dye, Dart lanzó un pase largo buscando a su mejor arma ofensiva. Sin embargo, al intentar capturar el esférico, la pierna derecha de Nabers cedió y el receptor cayó al suelo en evidente dolor. La jugada quedó incompleta.
El ambiente en el MetLife Stadium se tornó sombrío. Jugadores, entrenadores y aficionados observaron con angustia cómo Nabers era atendido y luego trasladado fuera del campo. Su gesto de levantar el brazo en señal de agradecimiento a la afición fue uno de los momentos más emotivos de la jornada.
La preocupación entre los Giants no se limita a Nabers. El safety Jevon Holland también abandonó el juego por una lesión cervical. Por parte de los Chargers, su tacle izquierdo, Joe Halt, fue retirado en carrito tras torcerse el tobillo, siendo sustituido por Austin Deculus.
Tee Higgins, estrella en pausa
Otro de los focos informativos de la semana es Tee Higgins, el receptor abierto de los Cincinnati Bengals. Tras firmar una millonaria extensión de contrato por $115 millones en cuatro años, el inicio de temporada del número 5 no ha estado a la altura de las expectativas. En tres partidos ha logrado apenas siete recepciones para un total de 104 yardas y ningún touchdown.
“Sé que los pases vendrán hacia mí”, manifestó Higgins. “Siempre ha sido así. Cuando el balón llegue a mis manos, tengo que hacer jugadas. Cada oportunidad cuenta”.
Su entrenador, Zac Taylor, busca mantener la moral alta en un contexto cargado de derrotas y estadísticas preocupantes. La paliza sufrida contra los Minnesota Vikings (48-10) ha sido la más escandalosa desde la fundación de la franquicia. Y con Joe Burrow fuera por una cirugía en el pie, el mariscal suplente Jake Browning ha lanzado ya cinco intercepciones en solo siete cuartos de juego.
Más números inquietantes: el corredor titular Chase Brown está promediando apenas dos yardas por acarreo, y ha sido tacleado detrás de la línea ofensiva en casi el 80% de sus intentos. Cincinnati logró apenas 2.4 yardas por tierra en lo que va del campeonato.
El lunes por la noche los Bengals enfrentan a los Denver Broncos con la esperanza de que un mejor rendimiento de Higgins mejore su panorama. En el último encuentro entre ambos equipos (temporada 2024), Higgins brilló con 11 recepciones, 131 yardas y 3 touchdowns. ¿Podrá repetir esa actuación decisiva en el Empower Field at Mile High?
Denver: las dudas sobre Bo Nix y el regreso de Evan Engram
En el otro lado del campo estará Bo Nix, quien también vive un arranque complicado. El joven mariscal de segundo año aún no ha demostrado que esté listo para liderar una ofensiva contendiente. Durante el último encuentro frente a los Chargers, Nix erró en tres ocasiones a sus receptores en rutas profundas, pases que podrían haber cambiado el destino de un marcador que se cerró 23-20 a favor del rival.
Las expectativas eran muy altas en Denver. El entrenador Sean Payton lo había calificado como una futura estrella y había proclamado que los Broncos estaban listos para pelear por el Super Bowl. El resultado: dos derrotas seguidas con goles de campo en el último segundo, a pesar de no haber estado en desventaja en el último cuarto en ninguno de esos encuentros.
La presión sobre Nix va en aumento. A eso se suma un preocupante conteo de 30 castigos en solo tres partidos, una disciplina deficiente que afecta tanto en defensa como en ataque.
No obstante, el regreso del ala cerrada Evan Engram podría representar un punto de inflexión. Engram, contratado como agente libre estrella en la temporada baja, estuvo fuera por una lesión en la espalda y ahora está declarado en plena forma. En sus propias palabras: “Estoy bien. Estoy listo. Estoy jugando”.
Engram es considerado el “joker” dentro del esquema ofensivo de Payton, una figura clave para crear desequilibrios en el centro del campo, especialmente en zonas de red zone o tercera oportunidad. El tackle derecho Mike McGlinchey resumió bien las esperanzas del equipo: “Estoy listo para ver a Evan al 100%. Es un jugador con muchísimo talento y aún no hemos visto todo lo que es capaz de hacer. Creo que esta semana comenzará ese camino”.
Comparativa de impacto esperado
Este inicio de temporada está repleto de elementos simultáneos que invitan a un análisis más profundo de cómo las lesiones, las contractuales altas y las promesas aún no cumplidas pueden cambiar el rumbo de una franquicia.
- Malik Nabers: su ausencia temporal o prolongada cambiaría por completo las aspiraciones ofensivas de los Giants, que acababan de encontrar en él una explosiva amenaza aérea.
- Tee Higgins: el talento y la inversión justifican su protagonismo. Si logra reencontrarse con su mejor versión, los Bengals aún tienen tiempo de encauzar el rumbo.
- Bo Nix: los próximos partidos determinarán si su talento puede traducirse en liderazgo y eficacia. Denver necesita respuestas urgentes.
Tres historias, una liga impredecible
Los primeros compases de la temporada 2025 nos recuerdan algo esencial de la NFL: su narrativa va más allá de los resultados. Es una constante montaña rusa de emociones, física y mentalmente desafiante, en la que figuras como Nabers, Higgins y Nix nos muestran que lo más difícil no es llegar, sino mantenerse.
El lunes por la noche será decisivo para Cincy y Denver. Las luces del estadio, las cámaras, las redes sociales y las quinielas estarán atentas a tres jugadores que polarizan tanto críticas como esperanzas. Porque al final, en la NFL, una semana puede cambiarlo todo.