Terence Crawford: El campeón invicto que terminó su fiesta en un polémico alto policial
La leyenda viviente del boxeo se enfrenta a una experiencia amarga en Omaha tras celebrar su más reciente victoria histórica en el ring
Un día de gloria que terminó en controversia
Terence “Bud” Crawford, uno de los boxeadores más laureados de los últimos tiempos, vivió una jornada de contrastes el pasado fin de semana en su natal Omaha, Nebraska. Después de una celebración multitudinaria por su victoria contra Canelo Álvarez y el festejo de su cumpleaños número 38, el campeón invicto fue detenido por la policía en un incidente que ha desatado polémica y reacciones de alto nivel.
Lo que debía ser un día de orgullo y alegría se convirtió en motivo de debate nacional sobre el trato de las autoridades hacia figuras públicas afroamericanas y el uso potencialmente excesivo de la fuerza.
Quién es Terence “Bud” Crawford
Nacido en Omaha en 1987, Crawford ha logrado lo que pocos boxeadores han podido soñar: convertirse en campeón unificado en tres divisiones diferentes. Con un récord perfecto de 42-0 y 31 nocauts, ha dominado las categorías ligeras, superligeras y, más recientemente, supermedianas.
El 10 de agosto de 2025, derrotó a Canelo Álvarez por decisión unánime en Las Vegas, convirtiéndose en el primer hombre en la era moderna en unificar tres categorías distintas. Ese logro no solo lo elevó al Olimpo del boxeo, sino que reafirmó su estatus como una figura de gran orgullo para la comunidad afroamericana.
Su estilo en el ring, una mezcla de técnica suprema, inteligencia táctica y agresividad medida, le ha ganado millones de fanáticos en todo el mundo. Fuera del ring, Crawford es conocido por su cercanía con su comunidad y compromiso con la juventud de Omaha.
La celebración y el incidente con la policía
El domingo en cuestión comenzó con un desfile multitudinario por las calles principales de Omaha en honor al triunfo de su hijo más famoso. Más tarde, tuvo lugar una fiesta privada en un venue local con música en vivo para celebrar su 38º cumpleaños.
Sin embargo, pasada la medianoche, alrededor de la 1:30 a.m., todo cambió. Crawford fue detenido a punta de pistola por la policía de Omaha tras ser acusado de conducir de forma imprudente. Los oficiales, al ver un arma en el piso del vehículo—legalmente registrada—ordenaron salir a todos los ocupantes del coche a punta de pistola.
Un video del incidente comenzó rápidamente a circular en redes sociales, generando conmoción en la opinión pública. Aunque más tarde se confirmó que todos los ocupantes del vehículo, incluido Crawford, poseían permisos legales de portación de armas, el procedimiento policial —particularmente el uso de fuerza potencial— ha sido duramente cuestionado.
Reacciones institucionales y comunitarias
Ante la presión pública, el jefe de policía de Omaha, Todd Schmaderer, ordenó una investigación interna. El alcalde John Ewing también mostró su apoyo a esta medida y subrayó la necesidad de reforzar la confianza entre la policía y la comunidad: “Reconozco la seriedad de lo ocurrido y la importancia de la confianza entre la policía y la ciudadanía. Recopilaremos todos los hechos y seremos transparentes con la comunidad.”
La vocera de Crawford aseguró que el boxeador no emitiría declaraciones por el momento, mientras se desarrolla la investigación.
¿Procedimiento estándar o uso excesivo de la fuerza?
Expertos en justicia criminal han comenzado a analizar el caso desde la óptica legal y social. Según el profesor Henry Mitchell, de la Universidad de Nebraska, el incidente “refleja patrones tradicionales de sobre reacción contra afroamericanos, particularmente figuras públicas, incluso cuando no hay amenaza inmediata.”
En contraste, voceros de la policía argumentan que la presencia de un arma visible justifica el uso de precauciones extremas por parte de los oficiales. Aun así, la pregunta sigue latente: ¿se habría actuado igual si el conductor no fuera Terence Crawford?
Según datos del Mapping Police Violence project, en 2024, el 27% de las personas asesinadas por la policía en EE. UU. fueron afroamericanas, a pesar de representar solo el 13% de la población. Estos patrones han sido ampliamente criticados tanto por activistas como por académicos.
Un campeón más allá del ring
Lo que es innegable es que Crawford no solo ha conquistado cinturones, sino también corazones. A lo largo de los años, ha invertido buena parte de sus ingresos en proyectos comunitarios, incluyendo gimnasios para jóvenes, programas de tutoría académica, y servir como mentor para chicos en situaciones vulnerables.
El incidente reaviva debates que Crawford ya ha abordado en el pasado. En entrevistas anteriores ha expresado su preocupación por “la fragmentación social y la falta de oportunidades para la gente de su barrio natal.”
Su historia personal también ofrece un relato inspirador: de niño criado en una ciudad golpeada por la desigualdad, a campeón mundial considerado uno de los mejores libra por libra de todos los tiempos, y ahora figura que, pese al estatus alcanzado, sigue siendo vulnerado por el sistema al que ha tratado de cambiar desde dentro.
¿Qué pasará ahora?
Mientras la investigación interna de la policía de Omaha sigue su curso, líderes comunitarios como el reverendo Antoine Gresham han convocado a una serie de vigilias pacíficas e instan a una revisión de las prácticas policiales, exigiendo más capacitación en desescalamiento y relaciones raciales.
Por el momento, Crawford fue multado solamente por conducción imprudente, sin cargos criminales adicionales. Sin embargo, la controversia ya ha dejado su marca. No son pocos quienes ven el caso como un nuevo ejemplo de cómo ni siquiera el éxito ni la fama pueden blindar a las personas negras en EE. UU. del escrutinio, el prejuicio y la violencia institucional.
Este episodio redefine el relato público sobre Crawford: no solo como leyenda del deporte, sino como símbolo de una nación que continúa luchando con sus profundas tensiones raciales y sociales.
La lucha continúa fuera del cuadrilátero
Para un peleador que ha enfrentado a los más temidos dentro del ring, este nuevo desafío fuera de él podría ser el más trascendente de su carrera. No se trata de nocauts o cinturones, sino de principios y derechos. Y en esa lucha, Terence “Bud” Crawford tampoco está dispuesto a perder.
“Mi corazón se detuvo al saber cómo terminó un día tan especial para nuestra ciudad... Pero estamos comprometidos a buscar justicia y garantizar que cada ciudadano se sienta seguro, sin importar quién sea,” concluyó el alcalde Ewing.