Bo Nix brilla y los Broncos aplastan a los Bengals en un regreso triunfal

Un triunfo que resucita la esperanza

El Monday Night Football fue testigo del renacer de los Denver Broncos, quienes aplastaron 28-3 a unos deslucidos Cincinnati Bengals en Mile High. La figura central: Bo Nix, mariscal novato elegido en la primera ronda, quien lanzó para dos touchdowns y corrió para otro en su noche de reivindicación personal.

Tras dos derrotas consecutivas que habían sembrado dudas sobre el proceso del coach Sean Payton, este contundente triunfo marcó un punto de inflexión, no solo por el resultado, sino por la forma: dominio total a ambos lados del balón, eficiencia ofensiva y una defensa feroz que asfixió al mariscal suplente de los Bengals, Jake Browning.

Bo Nix: redención y liderazgo

Lo más emocionante para los fanáticos de Denver fue ver a Nix no solo destacar con números (326 yardas por aire, 2 TDs, y 1 por tierra), sino recuperarse de un error crítico: una intercepción en zona de anotación cuando los Broncos ya dominaban el marcador. "Es parte del aprendizaje. No puedes decaer después de un error así", declaró Payton al final del partido.

Esta actuación le dio a Nix su primera victoria sólida como titular sin que el marcador dependiese de un gol de campo al final. Además, demostró una llamativa conexión con Courtland Sutton y el novato RJ Harvey, a quienes asistió con precisos envíos de touchdown.

J.K. Dobbins y el regreso del juego terrestre

La ofensiva aérea fue acompañada por un resurgimiento por tierra. J.K. Dobbins corrió para 101 yardas en 16 acarreos, siendo el primer corredor de Denver en superar las 100 yardas desde Latavius Murray en enero de 2023. El dato es demoledor: pasaron 38 juegos (incluyendo postemporada) sin alcanzar ese hito.

"Cuando tienes una ventaja amplia, puedes correr el balón con más naturalidad. J.K. hizo un excelente trabajo hoy", apuntó Payton, feliz de ver equilibrio en su ataque.

Una defensa que no permitió pases a la zona roja

Si el ataque fue consistente, la defensa rozó la perfección. Los Bengals sumaron apenas 159 yardas totales, nunca cruzaron la mitad del campo tras su primer avance, y fueron limitados a nueve primeros downs, menos de un tercio que los 29 cosechados por los Broncos.

El cazamariscales Nik Bonitto lideró al front-seven con 1.5 capturas, sumando ya 4.5 en la temporada. Considerado una joven promesa, Bonitto empieza a consolidarse como baluarte del esquema defensivo líderado por Vance Joseph.

En total, Denver sumó 3 capturas y forzó una intercepción, sin permitir pases de más de 20 yardas.

Errores y desconexión en Cincinnati

La situación del equipo dirigido por Zac Taylor es preocupante. Con Joe Burrow fuera tras una cirugía en el dedo del pie, su reemplazo, Jake Browning, lanzó solo para 125 yardas en 14 de 25 intentos. Las figuras destacadas tampoco aparecieron: Ja’Marr Chase apenas alcanzó 23 yardas en cinco recepciones.

A esto se suma una avalancha de errores: 11 castigos aceptados por 65 yardas, varios de ellos pre-snap, lo que llevó a Taylor a lanzar una crítica fuerte al final del juego: "No podemos regalarle cinco yardas al rival cada dos jugadas. Es inaceptable este nivel de indisciplina".

El regreso de Darren Waller y una victoria amarga para Miami

En la misma fecha, otro duelo del lunes ofreció drama: los Miami Dolphins vencieron 27-21 a los New York Jets, pero lo hicieron perdiendo a su estrella ofensiva, Tyreek Hill, por una dislocación de rodilla.

El ala cerrada Darren Waller fue el héroe ofensivo, anotando dos touchdowns en su regreso a la NFL tras perderse casi dos temporadas por lesiones. "Es difícil procesarlo todo... mucho miedo, mucha emoción. Pero volver a anotar después de tanto tiempo, lo vale", dijo entre lágrimas.

Tua Tagovailoa lanzó para 177 yardas sin intercepciones (algo inusual esta temporada) y Miami sostuvo su racha de victorias en casa frente a los Jets, extendiéndola a 10 triunfos consecutivos.

Jets: talento pero sin resultados

Los Jets, que siguen buscando su primera victoria, mostraron chispazos: el mariscal Justin Fields regresó de una conmoción con 226 yardas aéreas y 81 por tierra. Su touchdown de 43 yardas ilusionó, pero los tres balones perdidos y 13 castigos los condenaron.

Aun así, el entrenador Aaron Glenn mantiene el optimismo: "No vamos a cambiar. Hay que ejecutar mejor, pero no vamos a dejar que esto nos quiebre", apuntó.

Panorama de la AFC: Broncos reviven, Bengals se hunden

Con estos resultados, los Broncos se colocan con marca de 2-2, mostrando signos de competitividad justo antes de enfrentar en la próxima semana a los campeones del Super Bowl, Philadelphia Eagles, en un juego que podría confirmar si este resurgimiento es real.

Los Bengals, también 2-2, acumulan dos derrotas humillantes y entran en crisis, especialmente si Burrow no regresa pronto. Además de la paliza frente a Denver, venían de una derrota por 48-10 ante los Vikings, una de las peores en su historia.

Miami (1-3) también intenta mantenerse competitivo en el Este de la AFC, donde los Buffalo Bills y New England Patriots llevan ventaja. La clave será la salud de Hill, quien permanece hospitalizado y cuya baja prolongada significaría perder al receptor más explosivo de la liga.

¿Es Bo Nix el futuro de Denver?

Es difícil exagerar el impacto positivo de este partido para Bo Nix. Antes de esta semana, muchos analistas cuestionaban su capacidad de liderar un equipo tan exigente como el de Denver. Las comparaciones con mariscales jóvenes como Desmond Ridder, Mac Jones o Sam Howell lo dejaban mal parado.

Pero los 512 yardas totales ofensivas del equipo, y su temple para recuperarse de una jugada negativa, muestran que al menos existe potencial. Si logra una actuación parecida frente a los Eagles, el debate cambiará por completo.

Cabe recordar que los Broncos llevan siete años sin clasificar a playoffs, la mayor sequía activa de la AFC. En Bo Nix, los fanáticos ven hoy una luz al final del túnel.