De cenicienta a verdugo: los Marlins frustran otra vez a los Mets y sorprenden a las apuestas de Las Vegas
Miami cierra otra temporada siendo clave en el drama de octubre y dejando una marca inesperada en las predicciones de MLB
En el béisbol, las historias de heroísmo y tragedia se escriben con batazos certeros y oportunidades desaprovechadas. Y si hay una franquicia que parece tener la receta perfecta para condenar la esperanza de los New York Mets en los momentos más cruciales, esa es la de los Miami Marlins. El reciente cierre de temporada 2025 fue solo una repetición, con nuevas caras, de viejos lamentos y una demostración de que el béisbol sigue premiando la garra tanto como el talento.
El déjà vu más doloroso en Queens
Era el último día de la temporada regular. Los Mets, con un récord de 83-79, tenían una oportunidad real de colarse en los playoffs gracias a una derrota de Cincinnati a manos de Milwaukee. Pero no contaban con un obstáculo familiar: los Marlins vencieron 4-0 a Nueva York y les robaron —una vez más— el último boleto. El golpe resonó con ecos del pasado.
En 2007 y 2008, los fanáticos de los Mets vivieron tragedias casi idénticas. En ambas campañas, los Marlins arruinaron las aspiraciones de postemporada de una franquicia necesitada de redención. Ahora, en 2025, volvieron a hacerlo con eficiencia, compromiso y un pitcheo dominante.
Una rotación que asusta y no perdona
Con poco por lo cual jugar y sin presión alguna, Miami presentó una rotación de lujo: el ex ganador del Cy Young Sandy Alcántara, el lanzallamas Eury Pérez, y el sólido Edward Cabrera. Esta tríada fue demasiado para los neoyorquinos. Los peces ganaron dos de tres partidos en la serie final, y aunque su récord final fue de 79-83, el impacto fue mucho mayor que los números.
El rey de las apuestas... al revés
Antes del inicio de la temporada, las casas de apuestas como BetMGM pronosticaban que los Marlins apenas ganarían 62.5 juegos. Terminaron con 79... una hazaña que representa una diferencia positiva de 16.5 victorias sobre lo esperado. Fue la mayor sobreperformance de todo MLB en 2025.
En este tramo final, el equipo logró 13 victorias en sus últimos 17 encuentros, mostrando un cierre de campaña digno de aspirante, no de eliminado. Esa mezcla de juventud, subestimación y corazón convirtió a Miami en un verdugo temido por las franquicias confiadas.
Ocho equipos que sorprendieron las predicciones
Además de los Marlins, otros siete equipos superaron o cayeron muy por debajo de las proyecciones de Las Vegas. Aquí una rápida revisión:
- Atlanta Braves: proyección 93.5 victorias, lograron 76 (-17.5)
- Colorado Rockies: proyección 59.5, lograron 43 (-16.5)
- Milwaukee Brewers: proyección 82.5, lograron 97 (+14.5)
- Toronto Blue Jays: proyección 79.5, lograron 94 (+14.5)
- Minnesota Twins: proyección 84.5, lograron 70 (-14.5)
- Los Angeles Dodgers: proyección 105.5, lograron 93 (-12.5)
- Baltimore Orioles: proyección 86.5, lograron 75 (-11.5)
Aunque algunos fracasaron, como los Rockies (con el peor diferencial de carreras de la historia moderna, -424), otros como Milwaukee y Toronto demostraron ser contendientes serios, desafiando las estadísticas con autoridad.
Y los Mets... ¿cuál es su excusa?
Con figuras como Francisco Lindor, Pete Alonso y un cuerpo de lanzadores respetable en el papel, los Mets no tenían razón para tambalear. Pero más allá de las expectativas internas, no supieron responder cuando más lo necesitaban. Su diferencia de apenas cuatro juegos sobre Miami —un equipo mucho menos favorecido en presupuesto y talento mediático— revela mucho sobre sus carencias estratégicas.
Una empresa que gasta más de 300 millones de dólares por temporada no puede permitirse desmoronarse por tercera vez consecutiva ante los Marlins, y menos aún cuando el último suspiro depende de ello.
El corazón sureño de Miami
Mientras Nueva York se lamenta, la narrativa de los Marlins merece respeto. Desde sus humildes expectativas, este equipo construyó una unidad combativa, impulsada por jóvenes como Jazz Chisholm Jr. (30-30 esta temporada), el eléctrico Eury Pérez en el montículo, y un cuerpo técnico dispuesto a dar minutos a talentos emergentes como Heriberto Hernández y Eric Wagaman. Chisholm, además, se unió a un grupo élite donde siete jugadores alcanzaron una temporada 30-30 (jonrones y robos), récord absoluto en la historia de MLB.
¿Puede Miami ser algo más que un aguafiestas?
Es la gran pregunta en el sur de Florida. La historia reciente sugiere que los Marlins suelen aspirar a la gloria en ciclos, como lo demostraron en 1997 y 2003, cuando ganaron la Serie Mundial partiendo como equipos sorpresivos. El núcleo actual, si se mantiene y crece, podría ofrecer otra explosión de talento sin aviso previo.
¿Y los Mets? Maldito juego 162
La afición de los Mets se ha vuelto alérgica al game 162, esa última oportunidad donde sus sueños se desmoronan, generalmente en manos de Miami. Es una tradición no oficial pero dolorosamente repetida. Si hay algo positivo para Queens en 2026: el calendario no termina contra los Marlins.
Pero hasta que no demuestren que la presión de octubre no los paraliza y que realmente aprenden de sus errores, seguirán cargando el estigma del "equipo con más medios que resultados". Y nadie lo sabe ejecutar mejor que los humildes y valientes peces de Miami.
“La venganza del débil es noquear expectativas ajenas”, dice un viejo refrán caribeño. Y qué mejor ejemplo que los Marlins.