El drama de Malik Nabers y la resiliencia de los Steelers: Una temporada que define carácter

La NFL entre lesiones devastadoras, evoluciones tácticas y una divisional AFC que se abre sorpresivamente

La NFL nunca ha sido para los débiles de corazón. Entre el sonido impetuoso de los cascos chocando, las ovaciones estremecedoras de los fanáticos y la presión inquebrantable del cronómetro, cada jornada escribe nuevas historias de gloria… y tragedia. Esta semana, dos historias tejidas a 600 kilómetros de distancia marcaron un antes y un después en la narrativa de esta temporada: la desgarradora lesión de Malik Nabers y la silenciosa pero determinada asunción de liderazgo de los Pittsburgh Steelers en la AFC Norte.

Malik Nabers: De estrella ascendente a ausencia dolorosa

Cuando los Giants seleccionaron a Malik Nabers en el Draft, sabían que tenían una joya. Su año de novato fue impecable: 109 recepciones, 1,204 yardas y 7 touchdowns. Un récord de franquicia y toda una declaración de talento pese al caos rotativo entre Daniel Jones, Drew Lock y Tommy DeVito como mariscales de campo. Nabers era más que un receptor: era una válvula de oxígeno continuo para una ofensiva en crisis.

Pero todo se vino abajo en el segundo cuarto contra los Chargers. En una jugada inofensiva, una torsión de rodilla... y la pesadilla: ruptura del ligamento cruzado anterior (LCA). Según el entrenador Brian Daboll: “Es uno de los mejores en su posición. Tendrá nuestro total respaldo”.

Una lesión de LCA puede costarle entre 9 y 12 meses de recuperación. En contextos recientes, figuras como Odell Beckham Jr. y Cooper Kupp han necesitado cerca de un año entero para volver con eficacia. Esto condena a los Giants a reinventarse sin su jugador más determinante.

El impacto emocional y táctico

¿Y ahora qué? Jaxson Dart, el mariscal novato que lideró su primer triunfo y dedicó palabras sentidas a Nabers, es ahora el nuevo protagonista obligado. Sin embargo, sin su mejor opción ofensiva, los Giants deben apostar por el colectivo o resignarse a un 2025 con tintes de reconstrucción.

Pittsburgh Steelers: ganan sin estética, pero ganan

Mientras Nueva York llora, Pittsburgh sonríe con mesura. Viajaron hasta Dublín para medirse a los Vikings en el primer partido oficial de NFL en Irlanda, cargando con un mar de dudas en ataque, figuras lesionadas en defensa y una montaña rusa emocional. Pero salieron victoriosos: 24-21.

¿Estilo? Casi nulo. ¿Resultados? Rotundamente sí. “Somos 3-1. Eso es lo que importa”, sentenció Mike Tomlin, el eterno entrenador, celebrando estar líderes en una AFC Norte extrañamente debilitada con Burrow lesionado, Jackson irregular y Browns sin chispa ofensiva.

Aaron Rodgers: discreto pero clave

Rodgers no ha sido espectacular, pero su récord de 91 pases de más de 50 yardas —superando a Drew Brees— sigue cimentando su legado. Su conexión con DK Metcalf se activó al fin: 5 recepciones, 126 yardas y un TD de 80 yardas. Explosividad que Pittsburgh esperaba desde la pretemporada.

Herencia de linebackers: Wisconsin y su huella dorada

Desde T.J. Watt hasta Nick Herbig, los Steelers extraen talento de Wisconsin como orfebres. Y Herbig no decepciona: 2.5 sacks, 1 intercepción y 8 presiones al QB, todo tras perderse la primera semana por lesión. Pittsburgh sigue escribiendo su leyenda defensiva con nombres jóvenes y furia veterana.

La defensa: destellos y dudas

  • Cam Heyward logró su tercer pase desviado en partidos consecutivos.
  • El equipo generó 6 capturas y 2 intercepciones contra Minnesota.
  • Pero también permitió drives largos y sufrió para cerrar el partido.

El mismo Heyward respondió: “Vamos por buen camino, pero queda mucho por mejorar”.

Falcons: una ofensiva redimida en Atlanta

Y si de brotes verdes hablamos, en Atlanta hubo una catarsis. Tras una humillante derrota 30-0 frente a Carolina, la ofensiva resucitó contra los Washington Commanders, acumulando 435 yardas totales (máximo de la temporada) y victoria por 34-27.

Michael Penix Jr. lanzó para 313 yardas y Bijan Robinson registró 181 yardas desde la línea de golpeo. Zac Robinson, ahora en el campo como coordinador ofensivo tras haber estado en la cabina, parece haber solucionado los errores de comunicación que asfixiaban el ritmo de juego.

Drake London, otro que rompe muros

El receptor logró su primer partido con más de 100 yardas: 8 recepciones, 110 yardas, 1 touchdown. Una explosión que cobraba urgencia en una franquicia sedienta de referentes ofensivos.

Carencias defensivas: ¿un precio muy alto?

Permitir 6.7 yardas por acarreo es peligrosamente insostenible. Si bien contener a Detroit o Buffalo podría ser misión imposible, ni siquiera los mermados Commanders —sin Jayden Daniels ni Terry McLaurin— deberían haber impuesto ese tipo de dominio por tierra.

Una AFC (y NFC) cada vez más impredecible

¿Quién se atreve a pronosticar un Super Bowl hoy? Mahomes sigue en modo MVP, pero Baltimore, Cleveland y Buffalo muestran grietas. En la NFC, los 49ers siguen perfectos, pero los Eagles ganan a pesar de sí mismos. Y entre tanta incertidumbre, cada lesión, cambio táctico o redención como la de los Falcons, puede ser el punto de inflexión.

La fragilidad del cuerpo, la fortaleza del equipo

El contraste entre la tragedia personal de Malik Nabers y el estoicismo colectivo de Pittsburgh refleja las dos caras de esta brutal liga. Mientras unos caen, otros se elevan. Mientras unos lloran lo que prometía ser una temporada de récords, otros construyen éxitos desde el caos. Como diría Tomlin: “No somos un proyecto terminado. Pero vamos progresando”.

Y ese es el alma de la NFL: una cinta transportadora de historias humanas, viajes imprevistos y giros argumentales capaces de inmortalizarse en cada domingo otoñal. La temporada apenas comienza… y ya corta la respiración.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press