Los Vikings tambalean entre lesiones y promesas: ¿fracaso inminente o reconstrucción en pausa?
Una mirada al presente turbio de Minnesota: cambios profundos en la ofensiva, una línea maltrecha y estrellas sometidas al caos
El plan de reconstrucción en Minnesota
Durante la última offseason, los Minnesota Vikings decidieron apostar fuerte por una renovación ofensiva profunda. Su prioridad fue clara: reforzar de raíz su línea ofensiva. Con el recuerdo aún fresco de una dolorosa eliminación en los playoffs y años de frustración en el juego terrestre, el equipo invirtió de forma agresiva en protección al mariscal de campo —con la firme intención de permitir que las armas ofensivas aéreas, encabezadas por Justin Jefferson, brillen.
La llegada de jugadores como Will Fries y Ryan Kelly, así como la selección en primera ronda del prometedor Donovan Jackson, parecía indicar que los Vikings finalmente tenían un plan sólido. Esto, unido al entusiasmo por ver al novato J.J. McCarthy asumir el rol de quarterback en un sistema con talento y una defensa confiable, auguraba una temporada de despegue.
El problema: una línea que no termina de ensamblarse
La temporada comenzó con una realidad que el fútbol americano sabe aplicar con dureza: la fragilidad del cuerpo humano. En apenas cuatro semanas, Minnesota no ha podido alinear una sola vez a los cinco titulares planeados en la línea ofensiva y, para colmo, las lesiones siguen acumulándose.
El caso más alarmante es el del centro Ryan Kelly, quien ya se encuentra en el protocolo de conmociones por segunda vez en tres semanas —la quinta de su carrera—. Kelly ha sido durante años uno de los mejores en su posición, pero los efectos de este tipo de lesiones podrían comprometer gravemente su futuro.
Por otro lado, Brian O’Neill, el pilar restante de esta línea, sufrió una lesión en la rodilla que lo tiene en evaluación por posibles daños en el ligamento colateral medial. Mientras tanto, Jackson fue operado de la muñeca, lo que marca su primera ausencia de lo que podría ser una recuperación extendida.
Una estadística demoledora: los más golpeados de la NFL
No se trata solo de percepciones. El 14% de las jugadas de pase de los Vikings han terminado en captura del quarterback, el peor porcentaje de la NFL. Solo los New York Giants de 2023 y los Houston Texans de 2002 han tenido registros peores en las últimas cuatro décadas, según datos proporcionados por Sportradar.
Esto ha contribuido a que tanto McCarthy antes de su esguince de tobillo como Carson Wentz —quien lanzó para 372 yardas pese a ser capturado seis veces contra Pittsburgh— sean constantemente acosados por las defensas rivales.
"Es muy difícil entrar en ritmo cuando estás lanzando con defensas que te comen en cada intento", reconoció Wentz tras la última derrota 24-21 frente a los Steelers en Dublín. Dicho partido, además, marcó la primera vez que un equipo NFL juega partidos consecutivos fuera de Estados Unidos en semanas seguidas.
¿Qué está funcionando en medio del caos?
- Wentz fue eficiente cuando tuvo tiempo: completó sus primeros 11 pases contra Pittsburgh y tuvo su sexto mejor juego por yardaje en diez años de carrera.
- Jalen Redmond al alza: el tackle defensivo, exjugador de la UFL, tuvo dos capturas clave sobre Aaron Rodgers, consolidando su posición dentro de una línea defensiva que ha mostrado momentos de brillantez.
- Justin Jefferson sigue acumulando hitos: con 7,758 yardas en su carrera, ya es tercero en la historia de recepciones de los Vikings, superando a Anthony Carter y únicamente por detrás de Cris Carter y Randy Moss.
...Y lo que definitivamente necesita ayuda urgente
El promedio en conversiones de tercer down de Minnesota es de apenas 30.6%, el cuarto peor de la NFL. Y si observamos solo las jugadas de tercera y larga distancia (entre 7 y 10 yardas), apenas tienen una conversión entre 12 intentos, el peor registro de toda la liga.
Además, la producción terrestre sigue siendo inexistente en jugadas de corto yardaje. Este problema acumulado limita las posibilidades del equipo de mantener drives largos y descansos adecuados para la defensa.
Otro punto débil ha sido Ivan Pace Jr., quien aunque lidera al equipo en tacleadas (28), acumula también seis fallos en ese departamento, igualando la tercera peor marca de la NFL.
Un mar de lesiones y una cronología preocupante
La lista de jugadores fuera o en duda para las siguientes semanas pinta un panorama gris:
- Ryan Kelly: en protocolo de conmoción.
- Donovan Jackson: recuperación post cirugía en la muñeca.
- Brian O’Neill: en evaluación por posible MCL.
- J.J. McCarthy: sigue fuera por esguince de tobillo.
- Andrew Van Ginkel: problemas recurrentes en el cuello.
- Blake Cashman: en la reserva de lesionados por una distensión en el muslo.
Un calendario que no da respiro
El próximo reto es titánico. Los Vikings cruzarán el Mar de Irlanda para enfrentar a los Cleveland Browns en Londres, segunda cita internacional consecutiva —algo que ningún equipo había hecho antes en la NFL.
El regreso al estadio de Tottenham, aunque lo conocen bien (jugarán allí por tercera vez en cuatro años), no puede disfrazar la realidad: el equipo suma más dudas que certezas hacia la semana 5.
¿Reconstrucción en pausa o plan fallido?
La ofensiva de Minnesota, que sobre el papel está repleta de talento con nombres como Jefferson, Jordan Addison o T.J. Hockenson, aún no encuentra su identidad. El pasador del futuro, McCarthy, no puede desarrollarse si no tiene tiempo ni protección. Y en defensa, los momentos brillantes no compensan la vulnerabilidad por lapsos e indisciplinas.
El entrenador Kevin O’Connell intenta proyectar calma, afirmando que el equipo debe "ser más simple y cumplir su trabajo". Pero la inestabilidad de la línea y el hospital ambulante en que se ha convertido el vestuario hacen vislumbrar posibles tormentas.
Una advertencia para el resto de la liga
Horas antes del draft parecía que los Vikings tenían uno de los proyectos más completos: un joven quarterback, líneas reforzadas, playmakers ofensivos de élite y una defensa sólida. Sin embargo, en la NFL, los planes más estructurados pueden evaporarse en un mes de lesiones y malas decisiones.
Será determinante la gestión de las siguientes semanas. El calendario tras Cleveland incluye choques divisionales importantes y equipos con identidad defensiva clara. Si en las siguientes 3 o 4 jornadas el equipo no logra capitalizar sus fortalezas, quizá veamos a Minnesota antes de lo esperado pensando en el siguiente draft.
Las reconstrucciones no suelen ir en línea recta. Para los fanáticos de los Vikings, solo queda tener fe en que este hundimiento parcial aún pueda ser revertido antes de que el 2025 llegue con una nueva filosofía... o nuevo cuerpo técnico.