Mercenarios, represas y pandemias: Tres crisis globales que nos recuerdan los peligros de un mundo sin acuerdos
Entre las guerras invisibles de reclutadores en Irak, las inundaciones provocadas por una mega represa en África y la persistencia del polio en Pakistán, se desvela un patrón común: la falta de compromiso global con la vida humana
El otro frente de guerra: El tráfico de combatientes en Irak
La guerra entre Rusia y Ucrania, que comenzó con la invasión rusa en 2022, ha abierto una caja de Pandora que trasciende los tradicionales frentes de batalla. Lejos de los reflectores, un juez iraquí dictó cadena perpetua contra Risan Falah Kamel, acusado de tráfico humano mediante el reclutamiento de combatientes iraquíes para luchar del lado ruso. ¿Qué lleva a un ciudadano árabe a involucrarse en un conflicto euroasiático tan complejo y lejano?
La sentencia fue emitida por el Tribunal Penal de Najaf bajo la ley contra el tráfico de personas de Irak. El tribunal determinó que el acusado formó grupos de combatientes a cambio de dinero y los envió a luchar en países extranjeros, específicamente bajo la bandera del Kremlin.
Este tipo de actividad se suma a una lista creciente de denuncias sobre la presencia de combatientes foráneos tanto en el bando ruso como en el ucraniano. Ucrania, por ejemplo, reportó que más de 20,000 personas de 52 países viajaron para combatir contra las tropas rusas. Por otro lado, informes de inteligencia de Kiev han identificado a más de 150 mercenarios chinos presuntamente reclutados por Moscú, lo cual niega tajantemente el gobierno de China.
Estados Unidos y Corea del Sur también han denunciado que Corea del Norte ha enviado tropas y municiones a Rusia. Estos movimientos no solo intensifican el conflicto, sino que demuestran hasta qué punto el mercenarismo internacional se ha convertido en una industria bélica contemporánea.
Sudán y el desastre hídrico desde las alturas: La represa GERD
Paralelamente al drama humano bélico, Sudán lucha contra un enemigo silencioso: el agua. Las autoridades del país africano emitieron una alerta roja tras el ascenso de los niveles del Nilo Azul y Nilo Blanco. Provincias como Jartum, Sennar o del Nilo Blanco podrían enfrentar inundaciones devastadoras, poniendo en riesgo tierras de cultivo y viviendas enteras.
Este fenómeno, según expertos, no es meramente natural. La presión hídrica está siendo amplificada por la Represa del Renacimiento Etíope (GERD, por sus siglas en inglés), una megaestructura hidroeléctrica de $5 mil millones de dólares construida por Etiopía. Con 5,000 megavatios de capacidad, la represa busca duplicar la potencia eléctrica de Etiopía, pero su llenado abrupto durante la estación de lluvias ha provocado una descarga masiva de agua en Sudán, lo cual ha generado caos y pérdidas agrícolas sustanciales.
“La situación actual está haciendo más daño que bien”, afirma el profesor Abbas Sharaky, geólogo de la Universidad de El Cairo, quien culpa a la poca cooperación técnica regional. Etiopía había prometido poner en funcionamiento cuatro turbinas para equilibrar el flujo de agua, pero estas fallaron, intensificando el desastre aguas abajo.
La GERD ha sido motivo de tensiones diplomáticas entre Egipto, Sudán y Etiopía durante más de una década. Mientras Etiopía defiende su derecho soberano a explotar recursos hídricos para su desarrollo, Egipto y Sudán señalan que la ausencia de un acuerdo vinculante representa un peligro existencial para sus poblaciones.
Pakistán, atrapado en el ciclo interminable del polio
Mientras que el mundo celebra avances médicos épicos como la erradicación de la viruela desde 1980, el polio continúa azotando a Pakistán como una sombra persistente del pasado. Solo en lo que va del año, el país ha identificado 29 nuevos casos, dos de ellos recientes en las ciudades de Badin y Thatta.
El problema no radica en la falta de campañas: Pakistán vacunó recientemente a 21 millones de niños y planea cubrir a 45 millones más en octubre. El desafío, en cambio, es logístico y cultural. Amplias zonas rurales son difíciles de alcanzar y, en áreas donde hubo presencia talibán, los ataques armados contra trabajadores sanitarios son frecuentes. Más de 200 sanitarios y policías que los acompañaban han muerto desde los años 90.
La Organización Mundial de la Salud identifica a Pakistán y Afganistán como los últimos dos países en el mundo donde el virus polio salvaje sigue siendo endémico. En 2021 se celebraba una cifra récord de solo cinco casos en ambos países durante todo el año. Sin embargo, estos avances se han desvanecido debido a la falta de infraestructura, resistencia comunal y violencia.
Una lectura en común: La falta de acuerdos como raíz de múltiples crisis
¿Qué tienen en común un combatiente iraquí buscando fortuna en Ucrania, campesinos sudaneses navegando lotes inundados o un niño paquistaní paralizado por una infección prevenible? Respuesta corta: la ausencia de acuerdos globales eficaces.
- La guerra en Ucrania ha derivado en el uso creciente de mercenarios internacionales, representando un dilema de control jurisdiccional.
- La represa GERD opera unilateralmente sin un consenso técnico y legal multilateral vinculante, dejando a países río abajo a merced de decisiones externas.
- La erradicación del polio en Pakistán continúa fallando por la falta de seguridad y educación sanitaria colectiva.
Este patrón de carencia de pactos eficaces, ya sea por ausencia de voluntad política, intereses confrontados o restricciones financieras e ideológicas, está condenando vidas humanas a muerte, desplazamiento o enfermedad.
¿Soluciones posibles o utopías modernas?
Para combatir el reclutamiento mercenario internacional, se requiere una reforma legal transnacional, posiblemente bajo la égida de Naciones Unidas, que tipifique claramente el delito de mercenarismo y facilite la cooperación judicial entre países.
En el caso de la represa GERD, los analistas coinciden en que solo un marco jurídico internacional puede garantizar la cooperación hídrica. Egipto y Sudán claman por un acuerdo jurídicamente vinculante que garantice protocolos equitativos de compartimiento hídrico durante las estaciones críticas.
Y en Pakistán, la esperanza a largo plazo sigue siendo el fortalecimiento del sistema sanitario, acompañado de medidas de seguridad efectivas para proteger a quienes realizan labores de vacunación. Pero la erradicación definitiva del polio requerirá también educación comunitaria y transparencia institucional, además de una campaña sostenida con apoyo internacional coordinado.
Una llamada al compromiso global
Vivimos en una era donde los conflictos no respetan fronteras, donde el agua puede ser arma o bendición y las enfermedades erradicables resurgen por negligencia institucional. La geopolítica moderna ya no solo se libra en campos de batalla o en salones diplomáticos, sino en las decisiones cotidianas de ciudadanos cuyos destinos son, paradójicamente, universales.
Si el individuo puede ser reclutado desde Irak para morir en Ucrania, una presa en Etiopía puede ahogar cosechas en Sudán, y una vacuna puede salvar o condenar a una generación en Pakistán, el mensaje es claro: ya no hay “problemas locales”.
La humanidad necesita más que nunca repensar sus pactos de convivencia. Lo contrario no solo prolongará las crisis, sino que perpetuará las tragedias.