Batalla por Arizona: ¿Puede David Schweikert conquistar la gobernación sin perder el Congreso?

La candidatura del congresista republicano sacude la política de Arizona y podría tener impacto nacional en 2024

David Schweikert da el salto: de la Cámara de Representantes a la carrera por gobernador

En medio de un clima político volátil y una lucha interna entre facciones dentro del propio Partido Republicano, el congresista David Schweikert ha decidido competir por la gubernatura de Arizona, sumándose a una contienda ya sobrepoblada. Este movimiento no solo altera la dinámica estatal, sino que podría ser decisivo para el control del Congreso federal.

David Schweikert, representante del primer distrito congresional de Arizona, confirmó su participación en la primaria republicana con aspiraciones a reemplazar a la actual gobernadora demócrata Katie Hobbs en 2026. Esta decisión genera entusiasmo tanto como preocupación entre los republicanos, ya que su asiento en el Congreso podría ser vulnerado por los demócratas en las próximas elecciones.

Un distrito bisagra cada vez más azul

El distrito que representa Schweikert —de mayoría suburbana y uno de los más prósperos del país— ha dejado de ser un bastión republicano para convertirse en un campo de batalla. Compuesto en su mayoría por votantes moderadamente conservadores y con estudios universitarios, el distrito ha visto cómo muchos de sus residentes han cambiado de bando desde que Donald Trump ascendió al liderazgo del partido republicano.

En 2022, Schweikert apenas logró retener su escaño frente a un demócrata prácticamente desconocido, venciendo con menos de un punto porcentual. En 2024, su victoria fue por 3.8 puntos contra Amish Shah, médico de urgencias y exlegislador estatal. Esa tendencia, sumada al creciente rechazo que genera el trumpismo en áreas urbanas, convierte su distrito en una joya muy codiciada por los demócratas en las elecciones de medio término.

Un panorama complicado para los republicanos

La renuncia potencial de Schweikert a su curul para enfocarse en la gobernación coloca al Partido Republicano en una situación incómoda. El margen de mayoría en la Cámara de Representantes es tan fino que incluso un solo escaño puede cambiar el balance de poder. Y los demócratas lo saben.

Según datos del Cook Political Report, el primer distrito congresional de Arizona está clasificado como “levemente republicano” (R+1), lo que lo ubica dentro del grupo de distritos más vulnerables. La estrategia demócrata será presumiblemente la de reclutar un candidato fuerte con respaldo nacional y enfocarse tanto en la imagen de Schweikert como en sus controversias personales.

Problemas éticos y contradicciones ideológicas

Schweikert ha tenido una carrera empañada por repetidas violaciones a leyes de financiamiento de campaña. En 2020 y nuevamente en 2022 fue multado —la primera vez con $50,000— tras una investigación del Comité de Ética del Congreso que descubrió más de una docena de infracciones, incluyendo el uso indebido de fondos oficiales y la omisión de informes financieros obligatorios.

Y pese a haber hecho de la crítica al déficit fiscal su cruzada personal —frecuentemente da discursos nocturnos sobre la deuda en una Cámara de Representantes semivacía—, apoyó el presupuesto impulsado por Trump que añadirá billones al déficit en la próxima década. Esta contradicción será usada por los demócratas para proyectarlo como un político incongruente.

La competencia por la candidatura republicana

Schweikert no la tendrá fácil en la primaria republicana. Deberá enfrentarse a Karrin Taylor Robson, desarrolladora inmobiliaria que se ganó el apoyo de los republicanos moderados en 2022 pero que perdió esa contienda primaria ante Kari Lake. Lake, una ferviente aliada de Trump, fue derrotada por Hobbs en la elección general.

Por otro lado, también compite Andy Biggs, un congresista perteneciente al House Freedom Caucus y expresidente de dicho grupo. Biggs es el favorito entre las bases del ala dura del partido, con un historial de apoyo irrestricto a las políticas de Trump, incluso tras sus esfuerzos por impugnar las elecciones presidenciales de 2020.

Schweikert, en cambio, nunca ha sido particularmente vocal en su apoyo al expresidente. Aunque no lo ha criticado abiertamente, tampoco ha sido un seguidor entusiasta. Esta ambivalencia puede jugar tanto a favor como en contra, dependiendo de cuánto peso tenga el trumpismo en Arizona para 2026.

El factor Katie Hobbs y la ventaja demócrata

Mientras los republicanos se dividen, Katie Hobbs parece encaminada a una reelección sin mayores obstáculos internos. No enfrenta desafíos significativos dentro del Partido Demócrata, lo que le permite prepararse con antelación para una campaña general. Hobbs tiene la posibilidad de capitalizar el caos en la interna republicana, vinculando a sus oponentes con el extremismo y la inestabilidad que muchos electores del centro rechazan.

Además, a nivel nacional, una agenda demócrata moderada podría resonar entre los votantes suburbanos en Arizona. Al integrar temas como derechos reproductivos, cambio climático y acceso a la salud en un marco pragmático, los demócratas podrían conquistar tanto el gobierno estatal como el escaño del Congreso que dejaría Schweikert.

Predicciones y posibles escenarios

  • Escenario 1: Schweikert gana la primaria, pero su historial financiero y postura tibia hacia Trump lo hacen perder la elección general frente a Hobbs. El escaño del Congreso se voltea a manos demócratas.
  • Escenario 2: Karrin Taylor Robson gana la primaria, ofrece una imagen más moderada y retadora, pero el pasado reciente (derrota frente a Kari Lake) desanima parte del electorado republicano.
  • Escenario 3: Andy Biggs se impone como el favorito de Trump y de las bases, pero pierde en una elección general contra Hobbs por su posición radical en temas claves como el aborto, las elecciones y migración.

¿Qué está en juego a nivel nacional?

Arizona es uno de los pocos estados considerados verdaderamente bisagra en EE.UU., siendo decisivo tanto en elecciones presidenciales como en el control del Congreso. Desde 2020, el estado ha sido fundamental para las aspiraciones demócratas, y sigue siéndolo en 2024 y 2026.

Perder un solo escaño en la Cámara de Representantes puede cambiar la balanza legislativa. Los demócratas, con experiencia en campañas organizadas en estados competitivos, están afilando sus cuchillos para convertir la debilidad de los republicanos en avances duraderos.

Una carrera para seguir minuto a minuto

La participación de David Schweikert en la contienda por la gobernación es mucho más que una candidatura estatal. Representa la tensión entre el conservadurismo tradicional y el ala trumpista; la lucha por tomar el control de un estado fundamental; y el destino mismo del Congreso estadounidense.

Las próximas semanas y meses serán claves. Con encuestas, debates, ataques entre rivales y mensajes contradictorios, Arizona se convertirá una vez más en protagonista político a nivel nacional.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press