El legendario San Siro dice adiós: El fútbol en Milán prepara una nueva era
AC Milan e Inter logran aprobar la venta del estadio y avanzan hacia la construcción de un nuevo templo para el fútbol italiano
Después de casi un siglo de historia, el majestuoso estadio San Siro, templo de momentos inolvidables del fútbol mundial, vive sus últimos días como casa oficial de AC Milan e Inter. La venta del inmueble fue finalmente aprobada por el consejo de Milán en una sesión histórica que duró más de 12 horas y terminó en la madrugada del martes con una votación de 24 a 20.
Un adiós histórico: 99 años de fútbol, cultura y pasión
El estadio Giuseppe Meazza, conocido popularmente como San Siro, fue inaugurado en 1926 y desde entonces se ha convertido en un ícono del deporte no solo en Italia, sino en todo el mundo. Con capacidad para más de 80,000 espectadores y residencia conjunta de dos de los clubes más importantes de Europa, es escenario de rivalidades legendarias, finales de Champions League, partidos de Copa del Mundo y encuentros de Eurocopa.
Entre los eventos más memorables destacan:
- La Copa Mundial de 1990 en Italia, donde albergó múltiples encuentros, incluyendo el partido inaugural.
- Finales europeas como la de Champions League en 2001 y 2016.
- El famoso Derby della Madonnina, la batalla por la ciudad entre AC Milan e Inter, celebrado más de 200 veces en este templo.
El valor del San Siro y los detalles de la venta
El acuerdo aprobado contempla la venta del estadio y sus áreas circundantes por un valor estimado de 197 millones de euros (aproximadamente 233 millones de dólares), según cálculos de la agencia tributaria italiana. Sin embargo, más allá del valor monetario, la transacción representa el cierre de un ciclo histórico. La venta debe finalizarse antes del 10 de noviembre, fecha en la que el segundo anillo del estadio alcanzaría los 70 años desde su construcción. A partir de ese momento, su estatus podría impedir su demolición por su valor patrimonial.
Un futuro ambicioso: El nuevo estadio de Milán
AC Milan e Inter no solo planean demoler el San Siro, sino edificar una nueva arena conjunta con capacidad para 71,500 espectadores. Este moderno estadio se diseñará en colaboración con dos firmas arquitectónicas de renombre mundial: Foster + Partners y Manica. Formará parte de un ambicioso plan de regeneración urbana que abarcará unos 281,000 m² (más de 3 millones de pies cuadrados).
Ambos clubes buscan mejorar la experiencia del fan, aumentar ingresos y modernizar su infraestructura para mantenerse competitivos en el terreno comercial y deportivo frente a gigantes europeos como el Real Madrid o el Bayern Múnich, que ya han renovado o están renovando sus estadios.
A diferencia del vetusto San Siro, el nuevo recinto contará con zonas comerciales, tecnología de última generación, una estructura más eficiente energéticamente e instalaciones para eventos no deportivos, como conciertos y convenciones.
¿Por qué ahora? El reloj corre rumbo a 2032
Este megaproyecto no solo responde a una necesidad infraestructural; también está ligado a hitos deportivos ya confirmados. Milán será una de las sedes cruciales cuando Italia comparta con Turquía la organización de la Eurocopa de 2032. Además, el viejo San Siro será sede de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno Milán-Cortina en 2026, estableciendo un punto final perfecto para su trayectoria como ícono del fútbol antiguo antes del nacimiento de su sucesor moderno.
¿Una afrenta a la tradición o paso necesario?
No todos celebran la decisión. La demolición del San Siro levanta pasiones encontradas. Grupos de aficionados, historiadores de la arquitectura y ciudadanos milaneses se oponen a la destrucción del estadio, argumentando que debería transformarse en museo o espacio cultural. Según una encuesta local en 2023 del diario Corriere della Sera, el 54% de los milaneses prefería conservar el estadio.
Incluso figuras clave del deporte y la cultura italiana han alzado la voz. Paolo Maldini, leyenda rossonera, declaró: “Acabar con el San Siro es como borrar la infancia de miles de aficionados. Es más que ladrillos; es emoción, historia, legado.”
Sin embargo, la economía manda. El San Siro actual cuesta millones de euros al año en mantenimiento y no se adapta a las exigencias comerciales del fútbol moderno.
El modelo europeo: ¿Todos los caminos llevan a los estadios propios?
En las últimas dos décadas, Europa ha experimentado una revolución de estadios. Equipos como el Arsenal (Emirates Stadium), el Atlético de Madrid (Cívitas Metropolitano) o la Juventus (Allianz Stadium) han dejado atrás sus emblemáticos recintos en favor de nuevos espacios diseñados para maximizar ingresos y experiencias.
Los equipos compartiendo estadio son cada vez menos comunes. El caso San Siro ha sido una excepción en el fútbol moderno de élite, algo que tanto Inter como Milan buscan resolver sin renunciar por completo a su colaboración.
Incluso se baraja que cada club, a medio plazo, pueda tener su estadio propio, pero ante las dificultades logísticas y regulatorias han optado por este proyecto unificado como primera etapa.
El nuevo rostro de Milán
El nuevo estadio se plantea como una infraestructura verde, eficiente y moderna, acorde con los objetivos climáticos que las grandes ciudades europeas han adoptado. Incluirá:
- Sistemas de reciclaje de agua de lluvia
- Paneles solares y tecnologías de eficiencia energética
- Conectividad 5G en todo el recinto
- Áreas comerciales, de ocio y restauración
La intención es que el estadio no solo sea la casa del fútbol, sino un núcleo económico y cultural abierto a la ciudad los 365 días del año, algo fundamental para justificar la enorme inversión y atraer turismo.
El impacto en Inter y AC Milan
En el plano deportivo, ambos clubes esperan que el nuevo estadio impulse sus ingresos y, por ende, su competitividad en el mercado europeo de traspasos. Según Deloitte Football Money League 2023, AC Milan recauda apenas 35 millones de euros anuales en ingresos por estadio, muy por debajo del Real Madrid (129 millones) o el Tottenham (127 millones).
Ese déficit en explotación comercial ha sido un lastre a la hora de competir por grandes fichajes o retener talento. Un nuevo estadio, al estilo del Allianz Arena o el Tottenham Hotspur Stadium, podría elevar estas cifras de forma exponencial.
San Siro: El último aplauso
El año 2025 será clave: el San Siro vivirá su última temporada completa como hogar compartido. Partidos de Serie A, Champions League y, por supuesto, derbis, serán vividos con una mezcla de nostalgia y agradecimiento. AC Milan e Inter posiblemente organicen partidos homenaje, conciertos y otras actividades para rendir tributo al estadio que los vio convertirse en gigantes.
Mientras tanto, los arquitectos afinan los detalles del nuevo coloso. Milán, ciudad símbolo del diseño, la moda y ahora del urbanismo deportivo, se prepara para inaugurar una nueva era. Una donde el pasado glorioso y el futuro prometedor coexistan con respeto mutuo.