Errores imperdonables y decisiones cuestionables: el lado oscuro de la NFL en 2025

Desde touchdowns fallidos hasta llamados polémicos de entrenadores, analizamos cómo pequeños detalles están costando partidos clave

La maldición de la línea de anotación: los Colts y sus bloopers en momentos decisivos

¿Cuántas veces debe resbalar una franquicia para aprender del error? Los Indianapolis Colts parecen estar escribiendo un manual no autorizado sobre cómo arruinar anotaciones seguras. El pasado domingo, en lo que prometía ser una jugada para volver a tomar la delantera, el receptor Adonai Mitchell dejó escapar un touchdown de 76 yardas al soltar el balón en la yarda 1 y dejarlo rodar fuera de la zona de anotación. Resultado: touchback para los Rams y derrota para Indianapolis por 27-20.

Mitchell confesó tras el partido: “Fue una pérdida de concentración, una jugada que simplemente no puede pasar”. Pero lo que alarma no es el error aislado; es la repetición del patrón. En diciembre de 2024, el corredor Jonathan Taylor cometió un error similar ante los Broncos, lo que significó el clavo en el ataúd para las esperanzas de playoffs de los Colts.

El entrenador Shane Steichen ha repetido insistentemente a sus jugadores el mantra de “letters and logos”, una referencia a mantener la posesión del balón hasta cruzar completamente la zona de anotación. Sin embargo, el costoso error de Mitchell (que también anuló un touchdown de Taylor por sujeción en otra jugada) demuestra que el mensaje aún no se ha cristalizado en la ejecución.

La historia se repite: gaffes históricos en la NFL

El caso de Mitchell no es único. La NFL está llena de anécdotas donde la emoción superó a la prudencia:

  • En 2008, DeSean Jackson, novato de los Eagles, celebró un touchdown contra Cowboys dejando caer el balón… ¡antes de entrar!
  • Leon Lett, en el Super Bowl XXVII (temporada 1992), fue despojado heroicamente por Don Beebe en la línea de anotación en una jugada que ya parecía segura.
  • Y en 2013, Danny Trevathan con los Broncos soltó el balón en la yarda uno en lo que hubiera sido un pick-six en su debut como titular. Su técnico Jack Del Rio le impuso una regla: debía entregar el balón en la banca tras cada anotación.

Estos episodios no solo son embarazosos, también costosos. Para la comunidad fantasy, errores así significan puntos perdidos. Como el caso de Taylor en diciembre pasado, quien pasó de haber conseguido una jugada de 10.1 puntos a solo 2, arruinando las esperanzas para muchos jugadores de fantasy football.

Decisiones dudosas en Titletown: los Packers entre errores y pérdidas de tiempo

En lo que fue un empate espectacular 40-40 entre Packers y Cowboys, las miradas no se centraron en la ofensiva ni la defensiva, sino en la gestión del tiempo por parte del entrenador de Green Bay, Matt LaFleur.

Al final del primer tiempo, LaFleur apostó por una jugada arriesgada que resultó en un fumble de Jordan Love y posterior anotación de Dallas en solo 32 segundos. Como si no fuera suficiente, en la prórroga, la falta de urgencia del equipo para administrar los 45 segundos restantes en la yarda 12 frustró cualquier posibilidad de touchdown y les forzó a conformarse con un gol de campo.

El propio LaFleur reconoció: “La operación fue demasiado lenta… la comunicación debe mejorar, de mí a Jordan y de Jordan al resto del equipo”.

Green Bay tuvo 28 segundos luego de un pase negativo para tomar decisiones, pero el balón fue lanzado con solo seis segundos en el reloj. Un riesgo innecesario que casi resulta en un desenlace trágico.

Dominio defensivo en Denver: los Broncos resucitan

En la victoria de los Broncos 28-3 ante los Bengals, no hubo espacio para errores. Liderados por una defensa feroz con Pat Surtain y Nik Bonitto, Denver limitó a Cincinnati a tan solo 102 yardas en 55 minutos, después de permitir 57 en la primera serie ofensiva.

“Hacemos difícil el trabajo para la ofensiva rival. Ese es el estándar que debemos mantener”, dijo un satisfecho Surtain.

Denver mantuvo la posesión del balón por más de 15 minutos adicionales y registró 512 yardas totales. Bonitto terminó con 1.5 capturas y la defensa obligó a los Bengals a despejar ocho veces consecutivas, sin contar el despeje previo al final del primer tiempo.

Cincinnati, con Jake Browning aún al mando ante la ausencia de Joe Burrow, sufrió además de una falta alarmante de disciplina: 11 castigos por 65 yardas.

Jets sin rumbo: Justin Fields y Aaron Glenn aún sin resultados

La temporada 2025 para los New York Jets no podía empezar peor. Cuatro partidos, cuatro derrotas. Tras el despido de Robert Saleh en 2024, se esperaba que Aaron Glenn aportara nueva energía al equipo. Sin embargo, todo indica que la cultura perdedora se resiste a morir.

El mariscal de campo Justin Fields, fichado para reemplazar a Aaron Rodgers, ha mostrado destellos como su corrida de 43 yardas para touchdown contra los Dolphins. Aún así, tres costosas pérdidas de balón (dos que derivaron en anotaciones rivales), 13 penalizaciones y múltiples errores cerca de la zona de gol hundieron las esperanzas de remontada.

Fields se mantuvo optimista: “Es frustrante, pero aún no perdemos la fe… solo queda trabajar con la cabeza baja”.

¿Atentados a la lógica del juego?

Estos ejemplos reflejan un patrón más profundo: la falta de ejecución en instantes clave sigue siendo la diferencia entre equipos aspirantes y contendientes reales.

Mientras entrenadores como Sean McVay de los Rams o Mike McCarthy en Dallas entienden la importancia cabal del reloj y la disciplina situacional, otros como LaFleur o Glenn parecen estar aún encontrando su lugar en la elite de estrategas que saben gestionar partidos cerrados con precisión quirúrgica.

Según datos de nflfastR Analytics, las probabilidades de victoria fluctúan hasta un 38% en los últimos dos minutos del tiempo regular si se toman tres decisiones estratégicas acertadas (uso de tiempos fuera, selección de jugadas y gestión de downs). El fútbol americano moderno se gana en los detalles.

Lecciones a futuro (y para fanáticos del fantasy también)

No es solo cosa de entrenadores. Para los jugadores (en la cancha y en los equipos de fantasy), esto también es un recordatorio de que cada yarda cuenta, cada segundo en el reloj y cada jugada en zona roja puede alterar por completo el curso de una temporada.

Por eso, mientras las estadísticas acumuladas parecen señalar una cosa, los detalles humanos —como un receptor soltando el balón justo antes de llegar a la gloria— siguen siendo los momentos que más recordamos los aficionados semana tras semana. Es la magia (y tragedia) del deporte.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press