Moda con mensaje: McCartney y Courrèges redefinen el futuro del lujo en París

Siluetas radicales, innovación ecológica y sensualidad elegante marcan una temporada vibrante en la Semana de la Moda de París

La Semana de la Moda de París siempre ha sido una pasarela donde la creatividad y la provocación se dan la mano. Esta primavera-verano no fue la excepción: las casas Stella McCartney y Courrèges ofrecieron colecciones que no solo deslumbraron visualmente, sino que también enviaron poderosos mensajes sobre sostenibilidad, sensualidad y el papel cambiante de la moda en el siglo XXI.

Courrèges: Futurismo sensual con toques técnicos

En el Carreau du Temple del parisino barrio del Marais, Nicolas Di Felice transformó la pasarela en una experiencia circular guiada por la idea del sol. Con una escenografía que pasaba de tonos fríos a colores cálidos de atardecer, el desfile fue una metáfora visual de renacimiento y evolución.

Courrèges, fundada en los años 60 por André Courrèges, era sinónimo de futurismo espacial —cortes geométricos, botas go-go y una estética mínima y brillante. Di Felice ha abrazado ese ADN, pero lo ha reinterpretado para la generación clubber del siglo XXI. Su lenguaje está hecho de círculos, bucles y formas que fluyen como una cinta de Möbius.

Seducción minimalista, erotismo sutil

El diseñador belga fusionó técnica y erotismo con propuestas como vestidos-abrigo desabrochados casi hasta la entrepierna o un mini vestido negro sin hombros con una cola dramática. La piel se intuyó sin necesidad de revelar, como un susurro en lugar de un grito. Botas negras que se fundían con calcetines, gafas plateadas envolventes y cierres de muñeca metálicos ofrecieron una sensación de protección sensorial.

El ethos de Courrèges bajo Di Felice es claro: el cuerpo no solo se viste, se potencia. La sexualidad aquí es intelectual y contemporánea, contenida en formas técnicas que protegen al tiempo que revelan. En palabras de críticos como Sarah Mower de Vogue: “Di Felice ha conseguido hacer de Courrèges una marca que habla tanto del futuro como del ahora”.

McCartney: manfiesto ecológico con alma rave

La otra fuerza que brilló esa noche fue Stella McCartney, quien presentó su colección dentro del icónico Centre Pompidou. El arranque no pudo tener más fuerza simbólica: Helen Mirren recitando “Come Together” de The Beatles como un llamado a la unión entre la humanidad y el planeta.

Con 20 años de trayectoria defendiendo el diseño responsable, McCartney reafirmó su estatus como pionera de la moda sostenible al presentar una colección 98% eco-consciente y 100% libre de crueldad. ¿El resultado? Un espectáculo de innovación que incluye PURE.TECH, una tela programable que absorbe contaminantes del aire, y FEVVERS, reemplazo vegetal de las plumas.

El poder de la contradicción: raver y consciente

A ritmo de música electrónica y rodeada de celebridades como Robin Wright, Dylan Penn y Johnny Depp, la pasarela vibró al compás de prendas que unían opuestos: chaquetas estilo Savile Row con cortes laterales, pantalones de inspiración años 80 y minifaldas tipo cargo con crinolinas vaporosas.

La paleta cromática mutó de rosados y lavandas suaves a grises corporativos y tonos tierra, reflejando el paso de lo etéreo a lo terrenal. El upcycling fue evidente en cinturillas recicladas convertidas en vestidos o calzado, mientras que los clutchs Falabella brillaban con lentejuelas de origen ético.

No es solo moda, es activismo

La colección transmitió el mensaje central de McCartney: la moda también puede curar. Aunque en ocasiones su pasión por el activismo amenaza con abrumar el diseño, esta colección consigue equilibrar publicidad consciente con deseo estético. Taylor Bryan, editora de Refinery29, resumió así: “Stella McCartney no crea ropa, diseña un futuro en el que vestirse no implique destruir”.

¿Hacia dónde evoluciona el lujo?

Las propuestas de Courrèges y McCartney hacen evidente una transformación en la definición de lujo contemporáneo. Ya no basta con materiales caros o exclusividad; hoy, el consumidor exige significado, ética e innovación. Ambos diseñadores abrazaron esta nueva ola desde extremos distintos del espectro: erotismo técnico versus activismo ecológico.

París vibra con nuevas energías

La energía de esta Semana de la Moda fue, en muchos sentidos, una fusión del hedonismo con la responsabilidad. Las luces rave y las texturas futuristas nos recuerdan que la moda puede ser espectáculo y sustancia. Propuestas como las de Courrèges y McCartney desafían la narrativa tradicional para ofrecer nuevas maneras de pensar, usar y sentir la ropa.

¿Podemos imaginarnos un futuro sin piel pero con poder? ¿Un mañana con siluetas circulares que abracen la diversidad de cuerpos y contextos? París parece pensar que sí. Y esa visión, seductora y valiente, podría ser el nuevo estándar global.

Con cada puntada y cada tela inteligente, estos diseñadores están reescribiendo la historia de la industria, recordándonos que la moda no se trata solo de lo que llevamos puesto, sino de a dónde queremos ir como sociedad.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press