Mourinho vuelve a Stamford Bridge: un icono eterno en medio de la tensión europea

El regreso del ‘Special One’ a Londres con Benfica y la nostálgica ovación de los fans del Chelsea reviven una era única. Entre emociones, polémicas y una nueva etapa en Champions, Mourinho sigue siendo el protagonista del fútbol europeo.

José Mourinho ha vuelto a ese lugar que alguna vez dominó como un emperador bajo la lluvia londinense: Stamford Bridge. Y lo ha hecho, cómo no, envuelto en dramatismo, nostalgia y el aplauso atronador de una afición que nunca lo ha olvidado. La escena se desarrolló en la víspera del partido entre Chelsea y su actual club, el Benfica, correspondiente a la Fase de Grupos de la Champions League 2025-26. Pero lo que estaba en disputa en el césped parecía menos trascendental que lo que ocurría desde las gradas: el regreso del técnico portugués a su casa espiritual.

Un romance con Chelsea que nunca murió

Mourinho, con su característica elegancia envuelta esta vez en un abrigo oscuro y camisa blanca, apareció en el túnel del estadio y fue recibido con cánticos de “José Mourinho, José Mourinho”, coreados por miles de aficionados londinenses como si el tiempo no hubiera pasado. En ese instante, el pasado y el presente se entrelazaron de forma poética. El técnico no pudo evitar devolver el gesto con una mano alzada y un beso lanzado al aire: un reencuentro digno de una película de culto.

El luso dirigió al Chelsea en dos etapas históricas: entre 2004-2007 y luego 2013-2015, conquistando tres títulos de Premier League, una FA Cup y tres Copas de la Liga. Su figura es sinónimo de una era dorada marcada por la arrogancia ganadora y la reinvención táctica. Fue él quien rompió el dominio del Manchester United y del Arsenal de Wenger en Inglaterra. Como dijo una vez Didier Drogba: “Mourinho no solo cambió al Chelsea, sino que cambió el fútbol inglés”.

Mourinho, Benfica e Intersecciones de Destinos

Ahora, casi dos décadas después de aquel debut en Londres exclamando “I’m a Special One”, Mourinho vuelve en el banquillo del club que lo vio nacer como entrenador de élite: el Benfica. Su reciente incorporación como DT de las Águilas después de dejar el Fenerbahce en Turquía ha devuelto la ilusión a los lisboetas de repetir las glorias del pasado.

Benfica se enfrenta en esta Champions a una fase complicada y el regreso de Mourinho al máximo torneo europeo por primera vez en cinco años —tras su último intento con el Tottenham— es un gran foco de atención. No olvidemos que el luso ha ganado la Champions League dos veces: con el FC Porto (2004) y el Inter de Milán (2010), siempre desafiando las predicciones y escribiendo guiones inverosímiles.

Intervención desde la banda

Como si no bastara con su sola presencia emocional en el estadio, Mourinho volvió a colocar el foco sobre sí mismo al acercarse a los aficionados visitantes para pedir que dejaran de lanzar objetos a Enzo Fernández, exjugador del Benfica, mientras ejecutaba un córner. Enzo fue transferido al Chelsea en febrero de 2023 por una cifra récord en Reino Unido: 106,7 millones de libras (131,4 millones de dólares). Las heridas aún abiertas en la afición portuguesa se notaron. Y una vez más, Mourinho sirvió como intermediario entre la masa y el espectáculo deportivo. Fue ovacionado por algunos, pitado por otros, pero nunca ignorado. Así es Mourinho.

El eterno regreso del ídolo

En una declaración previa al partido, Mourinho aseguró: “Siempre seré un Blue”. Y esa frase resume todo. Aunque no esté entrenando a Chelsea, sigue teniendo una conexión emocional inquebrantable con el club, su historia y sus hinchas. Su sombra aún ronda Stamford Bridge, donde entrenadores contemporáneos como Enzo Maresca (actual DT del club) tratan de escribir su propio capítulo.

Una Champions que respira nostalgia y tensión

Y no fue solo Mourinho quien estuvo en el centro de atención. La jornada europea también tuvo sus propios dramas paralelos. Diego Simeone, técnico del Atlético de Madrid, fue suspendido por su altercado con un aficionado en Anfield durante el duelo contra el Liverpool y vio el encuentro ante el Eintracht Frankfurt desde la tribuna. Su asistente, Nelson Vivas, tomó el control en el campo.

Este tipo de tensiones no son nuevas para el argentino, conocido tanto por su intensidad táctica como por su estilo emocional hacia el fútbol. El Metropolitano extrañó su figura rugiendo al borde del área técnica.

El nuevo rostro del Manchester City

Mientras Mourinho regresa y Simeone es contenido, otra figura, Bernardo Silva, se enfrenta a un desafío muy distinto en el nuevo Manchester City. El jugador portugués, ahora capitán del equipo dirigido por Pep Guardiola, reconoce que su equipo está en proceso de renovación tras la salida de pilares como Kevin de Bruyne y Kyle Walker. “Muchas cosas han cambiado en seis meses”, dijo Silva.

Tras lograr un póker histórico de títulos consecutivos en la Premier League entre 2020 y 2024, el ciclo de esta versión ganadora del City parece buscar nueva identidad con jóvenes promesas como Rayan Cherki, Abdukodir Khusanov y Nico González, además de fichajes de peso como Donnarumma y Tijjani Reijnders.

Silva sigue siendo cauto sobre las posibilidades europeas esta temporada: “Estos jugadores tienen el potencial, pero necesitamos tiempo. Espero que sea esta temporada, pero es difícil decirlo ahora.

Rodri y la gestión post-lesión

En medio de ese mar de cambios, Guardiola también lidia con lesionados clave, especialmente Rodri, quien vuelve a la acción tras una larga recuperación de rotura de ligamento cruzado. Sus palabras fueron claras: “Esta lesión requiere como mínimo un año para volver al ritmo completo. Tenemos que tener paciencia.

¿Quién tomará el relevo?

Este momento de la Champions League no es solo una fase de grupos: es una etapa de transición. Mourinho vuelve como leyenda viviente. Simeone continúa en el filo emocional de cada partido. Silva lidera la nueva era de un gigante. Y Guardiola sigue moldeando un equipo entre pasado glorioso y futuro incierto.

La verdadera pregunta que flota en Europa es: ¿puede alguna figura actual llenar el vacío que dejarán estos gigantes cuando ya no estén? Mientras tanto, el teatro sigue abierto y las luces, una noche más, están sobre Mourinho.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press