Tony Blair, Gaza e Iraq: ¿El hombre adecuado para mediar en Oriente Medio?
El regreso de Blair al escenario diplomático reabre heridas históricas y divide opiniones sobre su rol en la reconstrucción de Gaza
El polémico regreso de Tony Blair
La figura de Tony Blair ha regresado con fuerza al escenario internacional, esta vez como posible líder en el proceso de reconstrucción y administración de Gaza luego del devastador conflicto entre Israel y Hamas. De acuerdo con un nuevo plan de paz respaldado por Estados Unidos, una autoridad internacional sería instalada en Gaza con una junta de administración en la que Blair ocuparía un rol central. ¿Pero es realmente el ex primer ministro británico la figura adecuada para un cargo tan delicado?
Blair y su regresión a Medio Oriente: historia de un legado polémico
Entre 1997 y 2007, Tony Blair lideró el Reino Unido y fue una de las figuras políticas más influyentes del mundo occidental. Sin embargo, su reputación sufrió un duro golpe tras la invasión a Irak en 2003. Blair respaldó la ofensiva dirigida por Estados Unidos bajo el argumento de que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva, un hecho que nunca se comprobó.
Según la investigación pública conocida como el Informe Chilcot, "la labor diplomática no se agotó antes de ir a la guerra, y los informes de inteligencia eran defectuosos". Aunque el informe no calificó la guerra como ilegal, dejó claro que las decisiones fueron apresuradas y basadas en pruebas poco sólidas. La invasión resultó en la muerte de:
- 179 soldados británicos,
- Más de 4,500 soldados estadounidenses,
- Entre 150,000 y 1 millón de iraquíes, según distintas fuentes.
Este conflicto es una sombra que sigue persiguiendo a Blair, y que complica su presencia en cualquier esquema diplomático en el Medio Oriente.
¿Qué propone el nuevo plan de paz?
El plan, según informes, fue fruto de las conversaciones entre Donald Trump y Benjamin Netanyahu en la Casa Blanca. Incluye poner a Gaza bajo una administración internacional temporal, con supervisión de un force de seguridad multinacional y una “Junta de Paz” donde Blair ocuparía un papel organizador clave.
El objetivo es asegurar una transición ordenada después del conflicto con Hamas, estabilizar la región y, eventualmente, fomentar las condiciones para la creación de un estado palestino viable. Blair ha dicho que el plan es “valiente e inteligente” y, en su opinión, la mejor oportunidad para terminar con el actual conflicto.
¿Qué dicen los palestinos?
Desde Gaza, las reacciones no han sido positivas. Muchos habitantes aún asocian a Blair con la destrucción en Irak y consideran inaceptable su participación en la política de la región.
"Blair está rechazado por el pueblo. Tiene sangre iraquí en sus manos y solo trae ruina y destrucción", dijo Hussein Dhaher, un desplazado de Beit Hanoun, al Este de Gaza.
"Este hombre es odiado en la región. ¿Por qué no se elige a un líder palestino en su lugar?", expresó Umm Mohammed, una profesora de historia en Gaza.
Estas declaraciones reflejan una realidad geopolítica actual: la confianza es un recurso escaso en las negociaciones de paz, especialmente cuando participan figuras con pasados tan divisivos como Blair.
Los antecedentes de Blair en Medio Oriente
Blair no es nuevo en los esfuerzos diplomáticos en la región. Fue designado como enviado del Cuarteto para Oriente Medio —un grupo conformado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y Naciones Unidas— tras dejar el cargo de primer ministro.
Sin embargo, su mandato entre 2007 y 2015 no dejó logros visibles. Sus esfuerzos se vieron entorpecidos por las tensiones entre Israel y Palestina, y por la división política entre la Autoridad Palestina en Cisjordania y Hamas en Gaza.
Finalmente, renunció alegando falta de avances, tras lo cual se dedicó a tareas en el sector privado y en su fundación sobre gobernanza mundial.
¿Una figura controversial, pero útil?
Los críticos ven a Blair como un político desacreditado, mientras que otros señalan logros que podrían justificar su papel en Gaza. Uno de ellos es su papel fundamental en el Acuerdo de Viernes Santo de 1998, que ayudó a poner fin a décadas de violencia en Irlanda del Norte.
Michael Stephens, analista del Royal United Services Institute (RUSI), comentó:
"Asignar a Blair una función en Gaza recuerda mucho a 2003, por lo que resulta incómodo. Pero si trae un alto el fuego, puede que no sea la peor opción".
Incluso dentro del Partido Laborista británico, donde Blair dejó un legado electoral importante, su figura genera controversia. Keir Starmer, actual primer ministro, calificó el plan de paz como “profundamente bienvenido” pero evitó comentar sobre el rol de Blair.
En contraste, Wes Streeting, secretario de Salud, señaló:
"Hay quienes levantarán las cejas por su papel en Irak, pero no podemos negar su contribución a la paz en Irlanda del Norte".
¿Estados Unidos busca legitimidad a través de Blair?
El regreso de Blair podría obedecer más a intereses estratégicos que a su popularidad o efectividad. Donald Trump parece querer mostrar una imagen de liderazgo multilateral con rostros conocidos, confiables (desde su óptica), y con experiencia en conflictos prolongados.
Pero esto también podría considerarse una jugada arriesgada. Delegar en una persona que no goza de aceptación en la región podría dinamitar la legitimidad del proceso desde el principio. Y aunque Blair pueda tener experiencia, su falta de cercanía con las realidades palestinas y su imagen como aliado de presidentes belicistas juega en su contra.
¿Qué posibilidades tiene este plan de paz?
No es la primera vez que se plantea un modelo de gobierno internacional para Gaza. A lo largo de los años, varias propuestas han planteado:
- Una administración de la ONU,
- Un protectorado regional con países árabes moderados como Egipto y Jordania,
- Incluso una misión interpalestina bajo supervisión internacional.
En todos los casos, el mayor obstáculo ha sido la falta de confianza entre actores, la persistencia de Hamas en la Franja y el bloqueo que imponen tanto Israel como Egipto. Incorporar a Blair no resuelve este dilema estructural.
¿Qué sigue ahora?
Hamas ha dicho que estudiará la propuesta “con otras facciones palestinas” antes de ofrecer una respuesta oficial. La reacción de la comunidad internacional será crucial, especialmente la de actores como Irán, Qatar, Turquía, y la Unión Europea.
Sea cual sea el resultado, el debate sobre Tony Blair como actor en Gaza reabre una conversación global sobre la rendición de cuentas, los errores del pasado y la legitimidad en los procesos de paz. Una cosa es segura: su figura no pasa desapercibida.