Un espía entre extremistas: el caso que sacude a la ultraderecha alemana y sus vínculos con China
La condena de Jian Guo por espionaje revela la peligrosa intersección entre política radical, inteligencia extranjera y tensiones geopolíticas en Europa
Un espía en el corazón del Parlamento Europeo
En una sentencia que ha estremecido tanto a las instituciones europeas como a la política alemana, un exasistente del Parlamento Europeo ha sido condenado por espiar para el gobierno chino durante más de cuatro años. Jian Guo, ciudadano alemán y colaborador cercano del eurodiputado ultraderechista Maximilian Krah, fue hallado culpable de pasar información sensible relacionada con decisiones y negociaciones de la Unión Europea.
El caso no solo expone una infracción grave de seguridad a nivel comunitario, sino que también pone bajo la lupa los lazos de ciertos sectores políticos con potencias extranjeras, en un contexto de creciente tensión entre Occidente y China.
¿Quién es Jian Guo y qué hizo?
Jian Guo fue empleado como asistente parlamentario del eurodiputado Maximilian Krah, miembro del partido ‘Alternativa para Alemania’ (AfD), la principal fuerza de ultraderecha del país. Entre septiembre de 2019 y abril de 2024, Guo actuó como agente encubierto de un servicio de inteligencia chino, según la acusación. Sus actividades incluían:
- Transmitir información confidencial sobre decisiones políticas y procesos internos del Parlamento Europeo.
- Espiar a disidentes chinos residentes en Alemania.
- Reunir detalles sobre figuras prominentes dentro del AfD.
Fue arrestado en abril de 2024 y, tras un juicio, condenado a 4 años y 9 meses de prisión. De acuerdo con el informe del tribunal, su cooperación con los servicios de inteligencia chinos fue "prolongada, sistemática y perjudicial para la seguridad institucional de Europa".
Maximilian Krah: ¿víctima o cómplice?
Maximilian Krah, quien fue testigo en el juicio, niega rotundamente haber tenido conocimiento sobre las actividades de su exasistente. Sin embargo, su historia política está llena de controversias:
- Fue vetado por su propio partido para participar en las elecciones europeas de 2024 tras hacer declaraciones polémicas sobre las SS nazis.
- La fiscalía alemana ha levantado su inmunidad parlamentaria por sospechas de corrupción y otros vínculos con China.
- En mayo de 2025, sus propiedades fueron registradas como parte de una investigación judicial más amplia.
Krah ha dicho que todas las acusaciones son "una persecución con motivaciones políticas". Sin embargo, el escándalo ha debilitado su posición incluso dentro de AfD, en un momento en que el partido ha ganado terreno en las encuestas alemanas.
China, espionaje y negacionismo
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China calificó previamente informaciones similares en medios europeos como parte de una campaña para "difamar y reprimir a China". Sin embargo, este y otros casos recientes han reforzado las sospechas de que Pekín opera una red agresiva de agentes en Europa, especialmente dentro de instituciones clave como la UE y en sectores académicos o tecnológicos.
Según el informe anual del Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), los servicios de inteligencia chinos han incrementado su presencia en Alemania, especialmente desde 2018, con foco en la captación de informantes entre funcionarios, académicos y políticos.
AfD bajo el microscopio
La ‘Alternativa para Alemania’ ha sido tema constante en los informes de seguridad nacional. Fundado en 2013, el partido pasó de ser euroescéptico a representar una forma agresiva de populismo y nacionalismo. En las elecciones federales de 2025 logró un histórico segundo lugar, lo que lo convirtió en una fuerza a tener en cuenta, aunque sigue siendo excluido de pactos de gobernabilidad por el resto de partidos, bajo una política conocida como “muro de contención” (Brandmauer).
Este nuevo escándalo, sin embargo, pone una presión adicional sobre esa estrategia de marginación política, al demostrar que los riesgos ya no se limitan al discurso ideológico, sino que tocan la seguridad estatal y europea.
Espionaje y política: ¿nueva normalidad?
La interferencia de potencias extranjeras en la política europea no es un fenómeno nuevo, pero casos como el de Guo-Krah muestran una intensificación del espionaje político en Europa. Ya no basta con influencias digitales o campañas de desinformación: se trata ahora de insertarse directamente en el tejido institucional para nutrirse de inteligencia geoestratégica. Algunos datos clave reflejan esta evolución:
- En 2022, Holanda expulsó a 17 diplomáticos rusos por espionaje, una de las medidas más contundentes en décadas.
- En 2023, un empleado de Airbus en Alemania fue detenido por vender secretos industriales a China.
- El Reino Unido reportó más de 65 intentos confirmados de infiltración política o académica por parte de actores chinos entre 2020 y 2023, según el MI5.
El dilema europeo: cómo equilibrar seguridad, diplomacia y valores
El caso sirvió también de catalizador para reabrir uno de los debates más difíciles en la UE: cómo blindar sus instituciones sin caer en políticas xenófobas o cazar brujas. Al mismo tiempo, los países miembros son conscientes de la necesidad de mantener una relación funcional con China, especialmente por dependencias comerciales y tecnológicas.
Para 2023, Alemania importaba más del 30% de su litio y tierras raras desde China, insumos clave para la transición energética. Y a pesar de los crecientes roces políticos, las exportaciones alemanas al gigante asiático superaron los 100.000 millones de euros ese año, según datos de la Oficina Federal de Estadísticas (Destatis).
¿Qué viene ahora?
La condena de Jian Guo no es solo el cierre de un capítulo legal; es una señal de advertencia. Mientras aumenta el autoritarismo en varios rincones del globo y se agudizan las tensiones entre blocs geopolíticos, Europa enfrenta la necesidad de proteger de forma proactiva sus instituciones.
Este caso también plantea preguntas urgentes: ¿cuán vulnerables están nuestros parlamentos? ¿Cómo se supervisa a asistentes y asesores? ¿Hay estructuras efectivas para detectar influencias extranjeras antes de que causen daño?
Las respuestas deben ser contundentes pero equilibradas, defendiendo tanto la seguridad democrática como los principios de transparencia y debido proceso. Si no, Europa corre el riesgo de convertirse en un tablero de juego para intereses ajenos a su ciudadanía.