Viaje Transatlántico de los Vikings: ¿Un Modelo para el Futuro Internacional de la NFL?
La gira de 10 días por Dublín y Londres del equipo de Minnesota no solo hizo historia en la liga, también estableció una hoja de ruta sobre cómo globalizar el fútbol americano con precisión militar
Un viaje histórico comienza con una maleta de pasaportes
La organización de los Minnesota Vikings inició su histórica gira internacional mucho antes de que se lanzara el primer balón. Todo comenzó hace más de cinco meses con una simple tarea logística: recolectar los pasaportes de las casi 200 personas que componen el equipo entre staff, jugadores y entrenadores.
Paul Martin, director de operaciones del equipo, recordó bromeando que uno de sus mayores miedos era que "el perro de alguno se comiera el pasaporte". Pero en una liga donde cada detalle puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso, nada se dejó al azar.
Planificación de precisión quirúrgica
En un deporte que generó más de $23 mil millones en ingresos anuales en 2023, la planificación de un viaje internacional va mucho más allá de reservar vuelos y hoteles. El equipo de operaciones se preparó con la precisión de una misión militar.
Desde junio, miembros del staff visitaron Irlanda para inspeccionar Croke Park, el hotel, campos de entrenamiento, instalaciones médicas e incluso "uno o dos pubs", como mencionó Martin. También se enviaron por adelantado palets cargados de ¡salsas ranch y cereales americanos!
Logística internacional: dos países, una misión
El itinerario fue tan ambicioso como meticuloso. Primero jugaron contra los Pittsburgh Steelers en Dublín y posteriormente se trasladaron a Londres para enfrentarse a los Cleveland Browns en el Tottenham Hotspur Stadium. Para lograr que todo estuviera listo al momento del arribo, se empacaron dos camiones semirremolque repletos de equipo el 30 de junio.
Todo ese material fue enviado vía cargo marítimo hacia Irlanda y luego transportado en ferri a Londres entre bastidores. Equipos de entrenamiento, tape atlético, hieleras, pero también todo lo que pudiese hacer sentir a los jugadores como en casa. La nutrición tampoco se dejó de lado, con el equipo de dietistas supervisando cada alimento que se consumiría durante los 10 días de la gira.
La NFL mira al futuro con los Vikings como ejemplo
Este viaje representa la primera vez que un equipo de la NFL disputa partidos consecutivos en distintos países, un hito que incluso los Jacksonville Jaguars, anteriores pioneros de los encuentros en Londres, no habían alcanzado.
Según Peter O’Reilly, vicepresidente ejecutivo de eventos internacionales de la NFL, “estamos aprendiendo mucho de los Vikings, su experiencia servirá como prototipo para seguir ampliando los juegos internacionales”.
Y esa expansión ya está en marcha: en 2025 la NFL planea jugar al menos siete partidos fuera de EE.UU., incluyendo encuentros en Madrid, Berlín y Río de Janeiro. A partir de 2026, Brasil será sede de tres partidos en cinco años, y Melbourne, en Australia, se suma al calendario el próximo año. ¿El objetivo? Según el comisionado Roger Goodell: llegar a 16 partidos por temporada fuera de EE.UU.
No solo fútbol: herramientas de diplomacia deportiva
La dimensión de este viaje excede la simple presencia deportiva. Es también una forma de diplomacia cultural. En Dublín, más de 55,000 personas asistieron a Croke Park, una sede icónica del deporte gaélico, para ver un juego americano. Según datos de la NFL, los juegos internacionales atraen en promedio entre 60% y 70% de aficionados locales, muchos de ellos primerizos en el deporte.
Además, el equipo se esfuerza por expandir su base de aficionados. Los Vikings poseen derechos de marketing internacional en el Reino Unido, lo que les permite realizar actividades promocionales, venta de mercancía y generar alianzas comerciales que aumenten su valor de marca fuera de Estados Unidos.
¿Por qué los Vikings aceptaron este reto?
Para el entrenador Kevin O'Connell, la respuesta es sencilla: confianza absoluta en el equipo de apoyo. "Si yo fuera el que tuviera que reservar los vuelos y llevar las rodajas de naranja después del partido, no estaría tan confiado", dijo en tono jocoso. Pero la verdad es que la estructura operativa fue clave.
Además, sacar dos partidos de estadios complicados como Pittsburgh y Cleveland, desplazándolos a terrenos neutrales con logística dominada por los Vikings, fue visto como una ventaja competitiva. En otras palabras, minimizaron riesgos y aumentaron posibilidades.
El problema del ‘home field advantage’ en expansión
En muchas franquicias existe el debate sobre si perder partidos de local para ir al extranjero sacrifica el famoso "home field advantage". Sin embargo, la NFL busca romper esas barreras, y experiencias como la de los Vikings refuerzan la idea de que el mercado global es más valioso a mediano y largo plazo.
Al tener una logística impecable, excelente alimentación, descanso, y menor presión externa en algunos aspectos, se construye un entorno que —aunque lejos del hogar— puede igualar o incluso superar el ambiente que se tiene en casa.
Un ensayo multinacional para lo que viene
Al comparar este viaje con producciones musicales, Mike Parson, director de servicios de equipamiento, señaló que fue como estar de gira con dos escenarios distintos. Y no está lejos de la realidad: cada país tenía su propio reto en logística, horarios, fanáticos y clima.
La necesidad de contar con carnets —documentación aduanera internacional para no pagar impuestos sobre bienes temporales— refleja el nivel de planificación que exige esta aventura global. Todo estaba documentado, desde las hombreras hasta las cajas de cereal.
¿La NFL más cerca de una franquicia internacional?
El trabajo de campo de los Vikings se convierte en un estudio de caso fundamental para conversaciones sobre una franquicia internacional permanente. Aunque aún es especulación, Goodell ha planteado esa posibilidad, y ciudades como Londres, Frankfurt o Toronto se mencionan como posibles futuras sedes.
Si eso se convierte en una realidad, será gracias a franquicias como los Vikings, que decidieron ser pioneros no solo dentro del emparrillado, sino fuera de él.
Una estrategia pensada más allá del marcador
Más allá del resultado contra los Steelers (derrota por 24-21), el desempeño del club fuera del campo ha sido alabado. Que no hubo errores logísticos, que los jugadores llegaron a tiempo, descansados y alimentados según su dieta, vale tanto como una intercepción o un pase de touchdown. En ligas globales como la NBA o la Premier League, la logística internacional ya es rutina. La NFL ahora está poniendo un pie firme en ese escenario.
“No vemos este viaje como una carga. Pese a lo colosal que fue, fue algo bueno para nosotros”, concluyó Paul Martin. Y si la NFL continúa por este camino, Minnesota ya dejó su huella como pionero en esta nueva era global del fútbol americano.