Napheesa Collier, ¿la clave para una revolución en el baloncesto femenino?

La estrella de las Lynx, vicepresidenta del sindicato y fundadora de una liga alterna, lidera un momento definitorio para el futuro de la WNBA

Una figura en el epicentro del cambio

Napheesa Collier no es solo una de las jugadoras más destacadas del baloncesto femenino actual. Es también una figura política dentro de la WNBA que amenaza con alterar radicalmente el panorama del deporte profesional femenino en EE. UU. Como vicepresidenta del sindicato de jugadoras, será pieza clave en las negociaciones del próximo nuevo convenio colectivo con la comisionada Cathy Engelbert.

Y por si fuera poco, Collier también es cofundadora de "Unrivaled", una liga alternativa de baloncesto tres contra tres que arranca su segunda temporada en 2025. A través de estos dos frentes, Collier está redefiniendo lo que significa ser atleta, activista y empresaria en un mismo cuerpo.

¿Qué está en juego en las negociaciones del CBA?

La actual negociación del acuerdo colectivo (CBA, Collective Bargaining Agreement) está programada para finalizar el 31 de octubre, y de no llegar a un consenso, la liga podría enfrentarse a una huelga o cierre patronal. La tensión ya es palpable: en una reciente conferencia con la prensa, Collier expresó preocupaciones sobre la transparencia de la liga y reveló detalles de conversaciones privadas con Engelbert.

Pese al carácter controversial de sus declaraciones, no se puede negar que Engelbert ha logrado avances notables desde su nombramiento en 2019:

  • Plan de expansión con seis nuevos equipos antes del 2030.
  • Contrato televisivo histórico que traerá más de $2,200 millones en la próxima década.
  • Vuelo charter completo para todas las jugadoras en la temporada actual.

Sin embargo, Collier y las jugadoras argumentan que estos logros deben reflejarse en mejoras salariales exponenciales, mayores beneficios y un entorno laboral más seguro. La WNBA actualmente tiene un salario base máximo de $234,936, mientras la NBA, su contraparte masculina, supera ampliamente cifras anuales de ocho cifras. El contraste es abismal.

Un sindicato unido en torno a "Phee"

A’ja Wilson, MVP de la WNBA, alabó la postura firme de Collier: "Estoy agradecida por tener a personas que defiendan lo que es justo. Siempre estaré con Phee". Esta frase simboliza un respaldo pleno a una líder sindical que evidentemente tiene más que perder por su visibilidad pública, pero también mucho que ganar para todas sus compañeras.

Otras jugadoras como Paige Bueckers (Novata del Año) también mostraron su apoyo de manera creativa en redes sociales, llamándola "Queen Phee" al ritmo de la canción "Pink Pony Club". Lo que hace apenas años parecía impensable —una clase unida de atletas femeninas con voz política— hoy es una realidad impulsada por figuras como Collier.

"Unrivaled": más que una liga paralela

Lo que distingue el actual momento político es que las jugadoras cuentan por primera vez con una alternativa real. La liga Unrivaled, cofundada por Collier junto a la también estrella Breanna Stewart, arranca su segunda temporada en enero con 54 jugadoras, dos equipos nuevos, y cobertura monetaria superior a la de la WNBA.

El impacto de "Unrivaled" no es solo económico, sino simbólico: las jugadoras ya no dependen exclusivamente de la liga tradicional para mantenerse activas ni financieramente solventes entre temporadas.

La media salarial de la primera temporada superó los $220,000 anuales por jugadora, según datos compartidos por la organización. Esto se compara con el ya mencionado salario base máximo de la WNBA. Y en "Unrivaled", las jugadoras tienen participación en la propiedad y decisiones ejecutivas.

Historia de luchas en la WNBA

Esta no es la primera vez que las jugadoras de la WNBA se involucran políticamente. En 2020, durante la burbuja causada por la pandemia de COVID-19, jugadoras del equipo Atlanta Dream fueron determinantes para dar visibilidad a temas sociales y ayudar a derrotar a una entonces senadora copropietaria del equipo (Kelly Loeffler), quien había criticado el movimiento Black Lives Matter.

Además, el acuerdo colectivo de 2020 ya había introducido mejoras como licencia por maternidad con salario completo, guarderías para los hijos mientras viajan y mejoras en los viáticos para viajes fuera de casa. Sin embargo, muchas de estas provisiones aún no han sido completamente implementadas o ampliadas.

Los riesgos de una huelga o cierre patronal

Si el nuevo CBA no llega a buen puerto, más del 80% de las jugadoras podrían ser agentes libres sin vínculo contractual garantizado. Esto implicaría que pierdan acceso a servicios médicos, instalaciones de entrenamiento y otros recursos proporcionados por los clubes.

En términos deportivos, una paralización total del campeonato afectaría la fase de fichajes de enero, alteraría la pretemporada y pondría en duda la viabilidad de la temporada 2026 en su totalidad.

La paradoja del liderazgo de Engelbert

Aunque Cathy Engelbert ha sido instrumental para la visibilidad internacional de la WNBA, su relación con las jugadoras ha sido ambivalente: respeto profesional por su gestión económica, pero dudas sobre su compromiso con las condiciones laborales.

Engelbert ha reiterado en diversas entrevistas que "estamos buscando un acuerdo transformador" que mejoraría significativamente salarios y beneficios. Pero los hechos deben verse pronto en la mesa de negociaciones: el reloj cuenta en contra.

¿Puede una jugadora cambiar una liga?

Con 27 años, una carrera sólida en las Minnesota Lynx y el respaldo de estrellas emergentes y veteranas, Napheesa Collier representa no solo el presente sino el futuro del baloncesto femenino. Su rol como empresaria, líder sindical y estrella mediática le otorgan una rara capacidad de influencia que ninguna jugadora parecía tener hace apenas una década.

Su historia va más allá del deporte. Se trata de una lucha por redefinir el valor del trabajo femenino, del papel del deportista como ciudadano, y de cómo una generación está exigiendo equidad con inteligencia estratégica y sin miedo a los costos.

Todo o nada en 2025

En los próximos meses, la WNBA enfrentará una de las decisiones más importantes de su historia. Si el liderazgo de Engelbert y el activismo de Collier logran encontrar un punto medio, podríamos ver el inicio de una era dorada para el deporte profesional femenino. Si no, las arenas vacías, los contratos congelados, y la posible desbandada hacia "Unrivaled" podrían poner en pausa el desarrollo alcanzado hasta ahora.

Lo que está claro es que, por primera vez, las jugadoras no solo quieren jugar: quieren decidir cómo se juega.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press