Cardinals vs Titans: ¿Renacer en la NFC o hundirse en la mediocridad?

Un análisis del crucial duelo entre dos franquicias golpeadas por las lesiones, las decisiones de entrenador y los errores que cambian partidos.

Un duelo de equipos con realidades descendentes

Este domingo en Glendale, Arizona, se enfrentan dos equipos necesitados de redención: los Arizona Cardinals (2-2) frente a los Tennessee Titans (0-4). Ambos cuentan con historias distintas, pero comparten una necesidad urgente: volver a la senda de la victoria.

En circunstancias normales, un equipo con marca invicta de 0-4 sería un paseo para cualquier rival. Pero en la NFL, como bien dijo el entrenador de Arizona, Jonathan Gannon: “Todos los equipos tienen una oportunidad de ganar. Esto no es fútbol colegial”.

Tennessee Titans: La reconstrucción que se ha estancado

Los Titans están en medio de una racha de 10 derrotas consecutivas (incluyendo la temporada pasada), con un promedio ofensivo que no supera los 13 puntos por partido. El cambio de rumbo pretendido con la llegada del entrenador Brian Callahan y la selección número uno del draft, el mariscal Cam Ward, ha empezado con más dudas que certezas.

Ward, quien lanzó 158 touchdowns en el fútbol universitario —récord de la División I—, llegó a la NFL con enormes expectativas. Pero la transición ha sido dura. Después de un humillante 26-0 ante Houston, la ofensiva de los Titans ha mostrado una preocupante inoperancia. Callahan incluso ha delegado la selección de jugadas al coach de quarterback, Bo Hardegree, en un intento desesperado por reactivar un sistema plano y predecible.

“Este equipo puede cambiar el rumbo en cualquier momento”, aseguró el veterano línea ofensiva Kevin Zeitler. “La NFL es así. Una victoria puede cambiar toda la narrativa”.

Pero los Titans no solo están fallando en ofensiva: han sido superados por un margen de 47-10 en el último cuarto en esta temporada. Según Jeffery Simmons, la diferencia entre la primera y la segunda mitad del equipo es notoria: apenas dos tacleadas falladas en el primer tiempo contra 35 fallas defensivas en la segunda mitad frente a Houston.

El dilema de Arizona: Arranques lentos y lesiones críticas

Si Arizona ha sobrevivido con un balance de 2-2 es, en gran parte, gracias a las piernas escurridizas del quarterback Kyler Murray. Ante una plaga de lesiones que incluye al corredor titular James Conner (fuera por el resto de la temporada) y al suplente Trey Benson (mínimo 4 semanas), el ataque terrestre dependerá ahora de figuras como Emari Demercado, Michael Carter y Bam Knight.

Murray ha corrido esta temporada 148 yardas con un promedio de casi seis yardas por intento. Su habilidad para escapar del bolsillo y ganar terreno es vital para una ofensiva que ha sido inexistente en las primeras mitades de sus dos derrotas, sumando apenas tres puntos antes del descanso. Luego reaccionan, sí, pero es empezar cada juego a contracorriente.

“Tenemos que salir más enfocados. No podemos seguir permitiéndonos estar siempre abajo en el marcador frente a defensas élite. Eso no será suficiente de aquí en adelante”, sentencia Murray.

La gran pregunta: ¿Sobrevivirá Callahan?

Con un récord de 3-18 en sus dos años como coach principal, Brian Callahan está sobre la cuerda floja. Tennessee tenía aspiraciones más elevadas al iniciar un nuevo ciclo con Cam Ward como esperanza del futuro. Pero su inexperiencia en los detalles de la liga —la velocidad, la presión constante y la necesidad de jugar bien en el último cuarto— está mostrando lo verde que aún está para liderar un equipo en emergencia.

Ward lo resume con sencillez: “En la NFL, la mayoría de los partidos se ganan o se pierden en el último cuarto. Todavía estoy aprendiendo eso”.

El factor emocional: Murray vs una defensa cansada

Jeffery Simmons, uno de los líderes de la defensa de Tennessee, lo dijo claro: Kyler Murray es ese tipo de quarterback que puede hacer trizas un esquema. “Una vez me quitó los tobillos, literalmente. Si lo dejas irse del bolsillo, te va a lastimar.”

Arizona parece lejos de ser candidato en la NFC, pero si desean mantenerse competitivos, este tipo de partidos no se pueden perder. Una derrota contra un equipo sin victorias implicaría más que sólo una derrota: sería una pérdida de identidad para el plantel de Gannon.

Panorama del partido

  • Día: Domingo 5 de octubre
  • Sede: State Farm Stadium, Glendale, Arizona
  • Récord Cardinals: 2-2
  • Récord Titans: 0-4 (10 derrotas consecutivas)
  • Jugador a seguir Arizona: Kyler Murray (148 yardas por tierra, 6 YPC)
  • Jugador a seguir Tennessee: Cam Ward (novato, pick #1 del Draft)

Claves para el desenlace

1. Murray como eje ofensivo: Con un grupo de corredores inestable y sin ritmo, el QB tendrá que improvisar aún más por tierra. Tennessee necesita un plan para encerrarlo en el bolsillo y evitar que gane terrenos con sus piernas.

2. Cuarto cuarto de los Titans: De los 74 puntos recibidos por Tennessee esta temporada, el 64% ha llegado en los últimos 15 minutos. Mejorar la concentración en esos momentos es crucial.

3. Protección a Ward: Arizona puede presionar con diferentes paquetes defensivos, y la línea ofensiva de los Titans ha mostrado grietas. Proteger a su mariscal novato será esencial para mantenerse competitivos hasta el final.

4. Reinicio emocional: Si bien los Titans parten como víctimas, la NFL está llena de historias de redención. Como dice el liniero Zeitler: “Esto puede dar un giro en cualquier momento. Nosotros solo tenemos que estar listos para provocar ese giro.”

¿Quién da el primer paso hacia la resurrección?

La NFL moderna no respeta los pronósticos previos. Sólo en 2022, 36 partidos fueron decididos por tres puntos o menos, y otros 73 por una diferencia inferior a un touchdown. La igualdad es parte del ADN de la liga.

En este sentido, el duelo entre Tennessee y Arizona representa una oportunidad inmejorable para algunos jugadores redefinirse en la temporada: para Cam Ward, es una ocasión de demostrar que la etiqueta de número uno global no fue un error; para Murray, una vitrina para reafirmarse como líder en un equipo fracturado en talento y profundidad.

Sea cual sea el resultado, ambos equipos bajarán del autobús con muchísimo que probar y poco margen de error. Quien pierda, probablemente vea cómo se esfuma cualquier esperanza realista de postemporada.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press