El auge devastador de los incendios forestales: ¿una crisis global alimentada por el cambio climático?
Un nuevo estudio revela que los incendios más dañinos se han cuadruplicado desde 1980, con consecuencias humanas y económicas alarmantes
Los incendios forestales: más frecuentes, intensos y letales
Desde la década de 1980, el planeta ha sido testigo de una escalada alarmante en la frecuencia y gravedad de los incendios forestales más devastadores. Un estudio publicado recientemente en la revista Science demuestra que los megaincendios que causan importantes pérdidas económicas y humanas son ahora casi cuatro veces más comunes que hace cuarenta años. Esta tendencia no solo es preocupante, sino que también señala directamente al cambio climático como factor impulsor.La nueva métrica del desastre: más allá de las hectáreas quemadas
Tradicionalmente, la magnitud de los incendios forestales ha sido medida por la extensión territorial que arrasan. Sin embargo, los autores del estudio – un equipo internacional de investigadores de Australia, Estados Unidos y Alemania – propusieron una métrica más significativa: el daño económico (ajustado por inflación) y humano que provocan. Para ello, examinaron los 200 incendios más dañinos ocurridos entre 1980 y 2023, midiendo su impacto en el Producto Interno Bruto (PIB) de cada país afectado. El resultado: la frecuencia de estos megaincendios se multiplicó por 4.4 en cuatro décadas, con un aumento notorio desde 2015, año que coincide con condiciones climáticas cada vez más extremas.Las cifras que alarman: incendios colosales al alza
Según el estudio, alrededor del 43% de los incendios más dañinos se registraron en la última década. Durante los años ochenta, el promedio era de apenas dos incendios catastróficos al año. Entre 2014 y 2023, el promedio fue de casi nueve al año, incluyendo un pico de 13 grandes incendios en 2021. Estos no solo fueron más numerosos, sino también más letales y destructivos, triplicando la frecuencia de incendios que causaron al menos 10 muertes.Incendios emblemáticos: del Paraíso Californiano a Lahaina en Hawái
Algunos de los ejemplos incluidos en el estudio son tristemente conocidos. El fuego que devastó la ciudad de Paradise, California, en 2018, se convirtió en el más letal de la historia del estado. En 2023, el incendio en Lahaina, Hawái, aunque de menor extensión territorial, arrasó un área densamente poblada y con un valioso patrimonio histórico, dejando víctimas mortales y miles de millones en daños materiales. "Necesitamos centrarnos en los incendios que realmente importan: aquellos que causan destrucción ecológica severa y afectan a comunidades humanas", declaró Calum Cunningham, líder del estudio y experto en geografía del fuego en la Universidad de Tasmania.El enemigo evidente: el cambio climático
Los investigadores no dudan en identificar un culpable principal: el calentamiento global. Analizando las condiciones meteorológicas propicias para incendios – es decir, calor extremo, falta de humedad y vientos intensos – concluyeron que estas han aumentado consistentemente en los últimos años debido a la quema de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas natural. "Estos megaincendios coinciden casi exclusivamente con eventos climáticos extremos. Y se ha comprobado que el cambio climático está generando cada vez más de estas condiciones. Eso es irrefutable", afirmó Cunningham. El aumento de temperaturas actúa como combustible para incendios más potentes. En otras palabras: incluso sin el cambio climático provocado por el ser humano, seguiríamos teniendo incendios forestales, pero en menor cantidad y con menor intensidad.Factores adicionales: expansión urbana y ecosistemas inflamables
Además del cambio climático, el estudio señala dos factores agravantes:- El crecimiento de las zonas de interfase urbano-forestal: cada vez más personas viven en vecindarios cercanos o dentro de áreas boscosas altamente inflamables, lo que expone más vidas y propiedades al fuego.
- El mal manejo de la vegetación muerta: hojas secas, ramas y troncos caídos son material altamente inflamable que se acumula durante años por falta de mantenimiento en muchos bosques.
Los costos ocultos del fuego: economía y sociedad en llamas
En lugar de centrarse únicamente en las hectáreas quemadas, los investigadores utilizaron datos de la aseguradora Munich Re y de la base de datos internacional EM-DAT del Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres (CRED). Así, se analizaron más de 40 años de datos económicos para identificar impactos macrosociales: - El fuego representa ya uno de los desastres naturales más costosos del mundo, superando incluso huracanes y terremotos. - En países como Estados Unidos, los incendios forestales representan ahora más del 9% del total de pérdidas económicas anuales por desastres. - Solo en 2021, los incendios forestales en California costaron más de 12.000 millones de dólares.¿Dónde arde más el planeta?
El análisis geográfico del estudio coloca a Europa mediterránea y América del Norte como las regiones con mayor aumento de megaincendios. Particularmente: - En Estados Unidos, la región Oeste (California, Oregon, Colorado) es la más afectada, con incendios fuera de temporada cada vez más intensos. - En Europa, Grecia, Italia, España y Portugal enfrentan veranos cada vez más secos y largos, haciendo arder miles de hectáreas de vegetación. - Regiones como Australia y el Amazonas también han experimentado megaincendios devastadores en la última década.Un futuro más caliente… y más peligroso
La conclusión de los expertos no deja espacio para el optimismo: si no se toman medidas drásticas, los incendios del futuro serán más frecuentes, más extensos y más letales. Mike Flannigan, investigador en la Universidad de Thompson Rivers en Canadá, lo resumió contundentemente: “Si las condiciones de sequía extrema y clima propenso a incendios aumentan, veremos más eventos catastróficos. Debemos prepararnos mejor”.¿Qué se puede hacer?
El estudio propone varias soluciones para mitigar la crisis de incendios:- Reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Esto implica una transición acelerada hacia energías limpias.
- Rediseñar el uso del suelo y limitar construcciones en zonas de riesgo. Las autoridades deben endurecer las normativas urbanísticas para evitar expandir zonas residenciales hacia áreas forestales.
- Manejo activo de los bosques. Esto incluye eliminación de material combustible, quemas controladas y restauración de hábitats naturales.
- Sistemas de alerta temprana y educación comunitaria. Empoderar a la ciudadanía para actuar con rapidez y seguridad ante el inicio de un incendio es clave para reducir daños.
Una advertencia encendida
Más allá de los titulares y las imágenes impactantes, este estudio es una llamada urgente a redoblar esfuerzos en la lucha contra el cambio climático. Los incendios forestales no son solo catástrofes ambientales: son tragedias humanas y económicas que afectan a todos los niveles de la sociedad. Como bien dijo Jacob Bendix, geógrafo de la Universidad de Syracuse: “Este estudio confirma lo que ya sabemos, pero con datos irrefutables. El fuego más mortal y costoso ocurre cuando hay más gente, más infraestructura… y más combustible climático”. El mundo ya no puede permitirse mirar hacia otro lado. Apagar incendios ya no basta. Hay que evitar que comiencen. Este artículo fue redactado con información de Associated Press