Tunisia, Palestina y una herida que no cierra: la memoria del bombardeo israelí de 1985 y su eco en la guerra de Gaza

A casi 40 años del ataque aéreo israelí en Hammam Chott, los tunecinos reviven el dolor, la solidaridad y las implicaciones políticas de una tragedia que marcó su historia y forjó lazos indisolubles con la causa palestina

  •  EnPelotas.com
    EnPelotas.com   |  

Hammam Chott: donde comenzó una herida imborrable

El 1 de octubre de 1985, en la costa de Hammam Chott, una pequeña localidad a unos 20 km de Túnez capital, la historia cambió para siempre. En una operación militar sin precedentes por su alcance, la Fuerza Aérea de Israel realizó un bombardeo a más de 2.000 kilómetros de distancia, en el que murieron 68 personas, 50 de ellas palestinas y 18 tunecinas. Este ataque, denominado “Operación Pierna de Madera” por las autoridades locales de Israel, tenía como objetivo la sede de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y pretendía ser una represalia por el asesinato de tres israelíes en Chipre —acusación que la OLP negó categóricamente.

Para los tunecinos, ese día representa un punto de inflexión. Diversos testigos aún recuerdan el impacto del bombardeo. “En ese árbol encontré medio cuerpo de un mártir, colgando todavía, con la sangre fluyendo”, declara Jamel Bahrini, entonces un joven socorrista que participó en los trabajos de rescate y ahora tiene 62 años.

Una operación militar sin precedentes

Para ejecutar el ataque, Israel utilizó entre seis y ocho cazas F-15 y dos aviones Boeing 707 de reabastecimiento en vuelo. Fue una hazaña técnica que implicó sobrevolar Mediterráneo, Libia e incluso partes de Grecia, situación que generó reacciones diplomáticas intensas en su momento. El objetivo central era eliminar a líderes de la OLP y desarticular un supuesto centro de comunicaciones estratégicas.

A pesar de la precisión militar, los efectos colaterales fueron devastadores. Además de las víctimas mortales, más de 100 personas resultaron heridas. Se acusó a Israel de violar flagrantemente la soberanía de Túnez, país que albergaba a la OLP desde su expulsión de Líbano en 1982.

Solidaridad e identidad compartida

Desde entonces, la relación entre Túnez y Palestina se materializó no sólo en solidaridad, sino en un sentimiento de causa común. Cada vez que estalla la violencia en Gaza, como ocurre hoy con la guerra entre Israel y Hamás, miles de tunecinos salen a las calles, organizan protestas y actividades culturales solidarias.

Durante una reciente conmemoración en Hammam Chott, carteles con la frase “Del mar de Túnez al mar de Gaza” evidenciaban que, para muchos tunecinos, la lucha palestina es también la suya.

Arafat y una supervivencia providencial

Una de las figuras clave del episodio fue Yasser Arafat, líder de la OLP, quien ese día había salido por poco tiempo de su despacho en Hammam Chott para una reunión en La Marsa, al norte de Túnez. Esa decisión —aparentemente influida por un aviso diplomático de último momento— le salvó la vida.

Arafat denunció el ataque como una “masacre cobarde”. Días después, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una resolución que condenaba el bombardeo como una violación del derecho internacional y reconocía el derecho de Túnez a recibir reparaciones.

La memoria viva de Hammam Chott

A pesar del paso del tiempo, el terreno donde ocurrió la masacre permanece en ruinas y sirve como lugar de peregrinaje simbólico. Periodistas, activistas, autoridades y ciudadanos lo visitan para rendir homenaje a quienes murieron allí. Bahrini guía regularmente a visitantes por el sitio y cuenta todo como si hubiese ocurrido ayer.

“No estamos solo compartiendo solidaridad, compartimos una causa común”, repite.

Gaza hoy: el eco del pasado tunecino

La guerra actual entre Israel y Hamás en Gaza ha revigorizado nuevamente la memoria del ataque de 1985. No es solo un episodio histórico, es un recordatorio constante del costo humano de los conflictos armados y de las tensiones geopolíticas que siguen sin resolución.

Recientemente, en el puerto tunecino de Sidi Bou Said, buques que formaban parte de la Flotilla Global Sumud —una iniciativa internacional que buscaba llevar ayuda humanitaria simbólica a Gaza—, fueron blanco de ataques aéreos. Los organizadores acusaron a Israel; aunque no hubo confirmaciones oficiales, la indignación recorrió la opinión pública tunecina.

Solidaridad en acción

En paralelo, boicots a productos israelíes ganan popularidad en mercados tunecinos. Además, artistas, escritores, académicos y ciudadanos comunes han firmado manifiestos y realizado eventos culturales para reforzar el vínculo identitario con Palestina.

Las universidades tunecinas han organizado jornadas por la memoria, donde estudiantes escuchan testimonios y observan documentales sobre zarówno el ataque de 1985 como los embates actuales en Gaza.

La guerra que cambió la diplomacia tunecina

Después del ataque, Túnez endureció sus posturas diplomáticas frente a Israel. Los intentos de normalización —como los que numerosos países árabes han emprendido en los últimos años a través de los Acuerdos de Abraham— no han prosperado en suelo tunecino.

Según una encuesta reciente del Arab Barometer, más del 90% de la población tunecina se opone a cualquier tipo de relación diplomática o comercial con Israel.

Legado e implicaciones

Sin duda, el bombardeo de Hammam Chott tuvo efectos duraderos. Más allá de las vidas perdidas, generó una narrativa nacional que entrelaza la identidad tunecina con la resistencia palestina. Esta narrativa ha moldeado generaciones enteras y se mantiene viva en murales, canciones populares y textos escolares.

La memoria de 1985 refuerza también el creciente sentimiento de que el conflicto israelí-palestino no es ajeno a los pueblos del mundo árabe. Lo ocurrido ese día es más que historia: es memoria activa, es política exterior, es identidad cultural.

¿Hasta cuándo?

Jamel Bahrini concluye con una frase que resume 40 años de luto, furia y hermandad:

“A pesar de lo que está pasando en Gaza, toda la población tunecina ha abrazado la resistencia, como lo hizo desde aquel bombardeo. Lo llevará en su sangre hasta la liberación total de Palestina.”
Este artículo fue redactado con información de Associated Press