El nacimiento de una estrella y una jugada para la historia: Yankees superan a Boston en una noche épica

La actuación histórica del novato Cam Schlittler y la espectacular atrapada de Ryan McMahon sellan una dramática victoria 4-0 sobre los Red Sox en el Juego 3 de la Serie de Comodines de la Liga Americana.

Una noche mágica en el Bronx

En una noche donde los recuerdos del pasado y la esperanza del futuro se mezclaron en cada pitcheo, los New York Yankees vencieron 4-0 a sus eternos rivales, los Boston Red Sox, para avanzar a la Serie Divisional de la Liga Americana. Pero la verdadera historia está en los protagonistas que lograron que el Juego 3 de esta Serie de Comodín sea recordado por años.

Cam Schlittler, un novato que hasta hace apenas tres meses lanzaba en ligas menores, dominó por completo a la artillería de Boston. Por otro lado, Ryan McMahon protagonizó una jugada que ya pide espacio propio en la videoteca inmortal de los Yankees. Ambos escribieron sus nombres en la historia durante una noche intensa, vibrante y simbólica.

Cam Schlittler: de promesa a leyenda en una noche

Cam Schlittler, de apenas 24 años y oriundo de Walpole, Massachusetts, uno de los bastiones del territorio Red Sox, tuvo una actuación que rozó la perfección. En su 15ª apertura en Grandes Ligas, logró lo que ningún otro lanzador había conseguido en postemporada: 8 entradas en blanco, 12 ponches y cero bases por bolas.

"Una estrella ha nacido esta noche", dijo el mánager Aaron Boone con entusiasmo. Y no es para menos. El joven derecho lanzó con una confianza inquebrantable desde el primer pitcheo. Con rectas que alcanzaron las 100.8 mph, ponchó a algunos de los bateadores más peligrosos del lineup de Boston.

Schlittler utilizó su secreto mejor guardado: la calma. La noche anterior había dormido profundamente, registrando un 93% de recuperación en su dispositivo WHOOP, el cual mide latidos, recuperación y estrés. Si bien creció como fan de Boston, le confesó a Andy Pettitte —leyenda yankee y asesor actual del equipo— que no iba a dejar que su antiguo equipo del alma le ganara esa noche. Y cumplió.

Los números del dominio

  • 107 lanzamientos, 75 de ellos strikes
  • 18 swings fallidos, 11 con la recta
  • Comenzó con strike a 22 de los 29 bateadores enfrentados
  • Primera vez que poncha a más de 10 desde abril de 2022, cuando jugaba para Northeastern

Impresionante, ha sido nuestra arma secreta desde que llegó”, comentó Aaron Judge, capitán de los Yankees. Alex Bregman de Boston, bicampeón de Serie Mundial, lo resumió en dos palabras: “Electric stuff”.

La jugada de McMahon: espíritu Yankee en su máxima expresión

Corría la octava entrada. Jarren Duran elevó un globo en zona de foul que parecía perdido entre el viento y el caos del dugout rival. Pero Ryan McMahon, tercera base de Nueva York, no estaba dispuesto a cederlo. Recorrió 75 pies a máxima velocidad, se estrelló contra la baranda del banquillo de los Red Sox y voló de cabeza al interior del dugout, atrapando la pelota en pleno aire y cayendo de espaldas entre jugadores y personal de Boston.

El estadio rugió. Sus compañeros corrieron a abrazarlo. Fue una jugada que recordó de inmediato a la mítica atrapada de Derek Jeter en 2004, también ante los Red Sox. Aunque McMahon fue modesto: “Ni lo comparen. Escala completamente distinta”.

Sin embargo, el contexto daba más valor al momento. Ese out evitó que Boston tomara impulso en el momento crucial del juego. Desde su llegada vía traspaso desde Colorado Rockies, McMahon ha sido un pilar defensivo. Su promedio ofensivo (.208) quedó en segundo plano frente a su eficacia del 97.1% en el guante.

Jugadas como esa en momentos decisivos, por eso lo trajimos”, afirmó Judge. Y con razón: McMahon estuvo limitado por el zurdo abridor de Boston y no vio acción hasta la sexta entrada, cuando entró en defensa por Amed Rosario. Pero dos innings bastaron para dejar huella.

Boston: oportunidad perdida

Para los Red Sox, el partido dejó un sabor amargo. El joven zurdo Connelly Early se convirtió en su debutante más joven en postemporada desde Babe Ruth en 1916, pero no pudo contener el ataque rival. Una cadena de errores en la cuarta entrada —incluido uno de Nathaniel Lowe— permitió la única anotación que necesitaba Nueva York.

Nos fallaron los fundamentos. Demasiados errores en un juego clave”, resumió el mánager de Boston. Justamente los errores de ejecución, tanto defensiva como a la ofensiva (solo 5 hits conectados), marcaron la diferencia en un partido tan cerrado en lo psicológico como en lo táctico.

Un clásico con historia centenaria

Yankees vs. Red Sox no es una serie más. Es el duelo más icónico del béisbol, y quizás uno de los más intensos del deporte mundial. Desde la Maldición del Bambino hasta la famosa remontada de Boston en 2004, cada cruce añade un nuevo capítulo épico. Este Juego 3 de la Serie de Comodines no fue la excepción.

Schlittler, que debutó en las Grandes Ligas el 9 de julio de 2025 tras subir desde Doble A y Triple A en menos de dos meses, y McMahon, recién llegado y con perfil bajo, son los nuevos protagonistas de esta rivalidad. Uno desde el montículo, neutralizando con sangre fría. El otro con puro corazón y reflejos felinos.

Hoy, son sinónimos de Yankees.

Camino a Toronto

Con esta victoria, los Yankees enfrentan en la próxima fase a los Toronto Blue Jays en una Serie Divisional al mejor de cinco juegos. Pero llegan con un impulso emocional enorme y una defensa anímica impenetrable. Lo ocurrido en el Bronx no sólo significa una victoria más, sino la consolidación del presente para una franquicia que sueña siempre con el campeonato.

He estado en juegos de Serie Mundial, pero esto fue igual de intenso. El estadio, el contexto, la juventud. Esto fue especial”, reconoció Boone.

Con 48,833 fanáticos estremeciendo el Yankee Stadium, la noche del 2 de octubre de 2025 se convirtió en leyenda.

¿La nueva dinastía?

Tal vez es prematuro hablar de dinastía. Pero con talentos como Schlittler, jóvenes como Anthony Volpe, y veteranos como Judge y Stanton aún en forma, los Yankees vislumbran un futuro prometedor. Si hay química, salud y enfoque, lo visto ante Boston puede ser el primer paso de un recorrido memorable.

Por lo pronto, la ciudad que nunca duerme sigue soñando.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press