Mac Jones, Sam Darnold y Baker Mayfield: Los mariscales de campo renacidos gracias a un cambio de aires
Cómo el entorno correcto y el entrenador adecuado han revivido las carreras de quarterbacks que parecían descartados
La NFL está llena de historias de segundas oportunidades. Quarterbacks jóvenes que fueron estrellas en la universidad, elegidos en las primeras rondas del Draft, solo para quemarse demasiado rápido en sistemas que no los supieron aprovechar. Pero cada tanto, uno de ellos resurge. Hoy los focos están sobre Mac Jones, quien, tras pasar por tres equipos en igual cantidad de años, finalmente encontró su lugar en el esquema ofensivo de Kyle Shanahan con los San Francisco 49ers.
Mac Jones: De promesa temprana a redención californiana
Elegido en la posición número 15 del Draft de 2021 por los New England Patriots, Mac Jones llegó para ser el heredero del trono de Tom Brady. Su primer año fue prometedor: llevó a los Patriots a playoffs, lanzó para 3,801 yardas y 22 touchdowns, fue Pro Bowl y se ganó el respeto de la liga. Pero tras la salida de Josh McDaniels como coordinador ofensivo, todo cambió. Jones pasó de 10-7 a un récord combinado de 8-17 en dos años, fue criticado, perdió confianza y terminó siendo canjeado a Jacksonville en un movimiento sin mucho ruido.
Allí tuvo participación esporádica como suplente (registro de 2-5 en 2024), hasta que la lesión de Brock Purdy en los 49ers le abrió una inesperada puerta. Y la rompió.
En el reciente triunfo ante los Los Angeles Rams, Jones comandó una remontada épica, lanzando para 342 yardas y dos touchdowns. Lo hizo sin muchas de las piezas clave del equipo: ausentes George Kittle, Brandon Aiyuk, Jauan Jennings, Ricky Pearsall y Ben Bartch, además del estelar Nick Bosa en defensa. Shanahan lo dejó claro: "Let it fly". Y Jones lo hizo.
“Kyle vino antes del juego y me dijo que estaba molesto porque éramos underdogs. Me dijo: ‘Déjalo todo’. Y le respondí: ‘Coach, no tienes que decirlo dos veces’”, contó Jones al finalizar el encuentro.
El factor Shanahan: el 'QB Whisperer' de la NFL moderna
Desde 2017, Kyle Shanahan ha demostrado una capacidad única para potenciar quarterbacks que otros equipos descartaron. Llevó al Super Bowl a Jimmy Garoppolo, convirtió a Brock Purdy, Mr. Irrelevant del Draft 2022, en quarterback titular que luego firmó una extensión por cinco años y $265 millones, y ahora está sacando lo mejor de Jones.
El corredor Christian McCaffrey lo dijo claramente: “No puedo decir suficientes cosas buenas sobre Mac. Es un guerrero ... mantiene la compostura todo el partido y su garra nos hace ganar partidos.”
Baker Mayfield: De descartado por los Browns a estrella en Tampa
Mucho antes que Mac Jones, hubo otro "exiliado" que encontró redención: Baker Mayfield. Primera selección global del Draft 2018 por Cleveland, llevó a los Browns a un récord de 11-5 en 2020 y consiguió su primera victoria de playoff desde 1994. Pero tras una temporada difícil en 2021, los Browns decidieron apostar por Deshaun Watson y cortaron a Mayfield en 2022.
Pasó por Carolina (donde compartió con Sam Darnold), luego Los Angeles (Rams) y finalmente recaló en Tampa Bay para intentar llenar los zapatos de Brady. Contra todos los pronósticos, en 2023 lideró la NFL con 77 pases de touchdown tras llegar a los Bucs.
Sam Darnold: Una flor que floreció tarde
Otro caso emblemático es el de Sam Darnold. También drafteado en 2018, como No. 3 por los Jets, nunca pudo establecerse en Nueva York. Su entorno fue inestable: dos entrenadores principales, dos coordinadores ofensivos y un equipo sin rumbo. Acumuló un récord de 13-25 antes de ser canjeado a los Panthers, donde tampoco brilló más allá de algunos destellos.
La historia cambió en 2023 cuando ingresó como suplente en Minnesota ante una lesión de J.J. McCarthy. Bajo el mando de Kevin O’Connell, Darnold completó una temporada mágica: récord de 14-3, fue seleccionado al Pro Bowl y firmó un contrato de $100.5 millones con los Seattle Seahawks.
Lo dijo Tebow: “El entorno importa”
Tim Tebow, campeón nacional dos veces con Florida y exquarterback de la NFL, lo resumió con palabras simples pero poderosas:
“No se trata solo de una nueva oportunidad, se trata del ajuste correcto. Ajuste con el sistema, con el entrenador, con las armas ofensivas. Algunos quarterbacks simplemente necesitan encajar en el lugar correcto.”
Y razón no le falta. La historia de la NFL está plagada de ejemplos similares: Jared Goff pasó de ser descartado por Los Angeles a reinventarse en Detroit. Geno Smith fue relegado durante años hasta brillar con Seattle. Incluso Daniel Jones, criticado durante sus primeros años con los Giants, mostró mejoras notables cuando le dieron tiempo y estabilidad.
¿Estamos rindiendo juicio demasiado rápido?
Cooper Kupp, receptor estelar de los Rams, hizo una reflexión interesante, especialmente sobre quarterbacks jóvenes:
“Tienes que darles la posibilidad de cometer errores. En esta liga se es muy duro con ellos porque tienen el balón siempre en las manos. Pero si se les permite equivocarse y aprender, muchos pueden evolucionar. No los descarten tan rápido.”
La estadística lo confirma: entre 2010 y 2020, el 68% de los quarterbacks drafteados en la primera ronda no estaban con su equipo original luego del cuarto año (via ESPN Stats & Info). ¿No estaremos soltando la cuerda demasiado rápido?
El arte de reinventarse en la NFL
El caso de Brian Schottenheimer como nuevo entrenador principal de los Cowboys es un espejo directo de lo que ocurre con los quarterbacks. Durante años fue considerado un posible head coach, pero su oportunidad pareció desvanecerse hasta que Dallas le abrió la puerta. Él mismo lo admite: “Creí que mi ventana ya se había cerrado.”
Schottenheimer, al igual que Mac Jones o Sam Darnold, representa a todos aquellos en la NFL que no necesitan ser los primeros, solo necesitan no rendirse.
Final abierto: ¿quién será el próximo?
La NFL cambia rápido. A veces, el villano de hoy es el héroe de mañana. Mac Jones encontró en Shanahan lo que necesitaba. Darnold lo hizo en O’Connell. Mayfield mostró carácter al renacer tras ser descartado.
Ahora, la pregunta es: ¿a qué otros quarterbacks daremos por "acabados" antes de tiempo?
Y es que en esta liga, más que talento, se necesita tiempo, esquema y fe. Porque una y otra vez, jugadores como Jones nos demuestran que el reloj de un quarterback nunca deja de correr. Solo necesita sonar en el lugar correcto.