¿Un punto de inflexión en Gaza? El plan de paz de Trump y el laberinto entre Hamas, Israel y la comunidad internacional

La aceptación parcial del plan de Trump por parte de Hamas y los movimientos estratégicos de Israel reavivan las esperanzas, aunque las dudas persisten sobre el futuro de la Franja de Gaza

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Por: Redacción

Un nuevo giro en el conflicto: ¿tregua a la vista?

Después de casi nueve meses de guerra ininterrumpida en la Franja de Gaza, un rayo de esperanza parece emerger en el horizonte. El grupo islamista Hamas anunció recientemente que acepta ciertos elementos del plan de paz propuesto por el expresidente de EE.UU., Donald Trump, lo que generó una reacción inmediata por parte del gobierno israelí. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) iniciaron preparativos para implementar la primera fase del acuerdo, bajo instrucciones directas del liderazgo político del país.

El cese de las hostilidades sería la primera condición a cumplir para la liberación de los aproximadamente 48 rehenes restantes en poder de Hamas desde el ataque del 7 de octubre de 2023, que marcó el inicio de una nueva etapa en un conflicto histórico. Según fuentes no oficiales dentro del gobierno israelí, el ejército pasó a adoptar una posición defensiva exclusiva en territorio gazatí, sin proceder a nuevas ofensivas.

Los elementos del plan: paz condicionada

El plan de paz de Trump, presentado a inicios de semana, propone varios pasos simultáneos y delicados:

  • Hamas liberaría a todos los rehenes en un máximo de tres días.
  • La organización debería renunciar al poder y desarmarse.
  • Israel, en contraparte, se retiraría de gran parte del territorio ocupado en Gaza y liberaría a cientos de prisioneros palestinos.
  • Entrada masiva de ayuda humanitaria y posterior plan de reconstrucción.

Hamas comunicó su disposición a entregar los rehenes y ceder el poder a otras facciones palestinas, pero dejó sin abordar el punto esencial de la desmilitarización. La respuesta parcial, catalogada por expertos como un "sí, pero", refleja las divisiones internas dentro del movimiento islamista y del espectro político palestino.

Presión internacional: Trump y su momento electoral

La realidad del conflicto está profundamente influenciada por factores externos. Trump, a menos de un año de las elecciones presidenciales en EE.UU., busca presentarse como el negociador global que logró avanzar hacia la paz en Medio Oriente. Días antes del aniversario del ataque de octubre, ordenó públicamente a Israel detener su ofensiva militar, tras conocerse que Hamas había aceptado parcialmente su propuesta.

Creo que están listos para una paz duradera”, dijo Trump en una rueda de prensa en Miami. Su declaración fue recibida con entusiasmo por algunos sectores, pero también con escepticismo por parte de analistas que cuestionan si realmente existe un cambio de fondo.

¿Cambio de postura de Israel?

El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, enfrenta una presión cada vez más intensa tanto de la comunidad internacional como desde el propio seno de la sociedad israelí. La liberación de los rehenes sigue siendo una prioridad nacional y los familiares siguen protestando frente al Parlamento.

Amir Avivi, general retirado del ejército israelí y presidente del Israel Defense and Security Forum, señaló: “Israel puede permitirse algunos días de pausa para liberar a los rehenes, pero si Hamas no entrega las armas, volveremos a atacar”.

La advertencia resume un sentimiento generalizado entre los líderes militares: la tregua es posible, pero la paz definitiva dependerá de que Hamas renuncie a la lucha armada, algo que hasta el momento no ha ocurrido.

Los rehenes: del drama humano a la negociación política

Según fuentes del gobierno egipcio implicadas en las negociaciones, Hamas estaría listo para entregar los rehenes a cambio de la liberación de centenares de prisioneros palestinos. Este modelo no es nuevo. Ya en 2011, el gobierno de Netanyahu aprobó un canje histórico: más de mil presos palestinos fueron liberados por el soldado israelí Gilad Shalit.

Sin embargo, la situación actual es aún más compleja y simbólicamente cargada. Yehuda Cohen, padre de uno de los rehenes, expresó sus dudas: “Todo puede desmoronarse. Creemos en Trump porque, hasta ahora, es el único haciendo algo. Pero esto puede terminar en un segundo”.

El otro frente: Gaza en ruinas y en hambre

Aunque las conversaciones de paz avanzan lentamente, la situación en Gaza es desesperante. La ciudad de Gaza, bajo asedio, presenta niveles de destrucción similares al bombardeo de ciudades europeas durante la Segunda Guerra Mundial, según indicó un informe de la ONU. Unos 400,000 habitantes han huido de la ciudad en las últimas tres semanas, mientras que cientos de miles más permanecen atrapados.

Israel advirtió a la población que no regrese a Gaza City, considerándola una “zona de combate peligrosa”. Informes de ONGs indican que el norte de la franja está al borde de una hambruna documentada. La entrada de ayuda humanitaria, uno de los pilares del plan de Trump, será crucial para aliviar la catástrofe.

El papel de la comunidad árabe e internacional

Egipto y Qatar vuelven a asumir sus tradicionales roles como mediadores clave. Un funcionario del proceso de negociaciones confirmó que ya se trabaja en los detalles de un diálogo nacional palestino, con la participación de Hamas, la Autoridad Nacional Palestina y representantes de la sociedad civil.

Por su parte, la Yihad Islámica Palestina, segundo grupo armado en importancia dentro de Gaza, anunció que respalda la propuesta de Hamas, a pesar de haberla rechazado previamente. Esta inesperada adhesión sugiere un cambio sustancial en el equilibrio e incluso una posible reconfiguración del liderazgo político palestino en los próximos meses.

Entre la esperanza y el escepticismo

El investigador Oded Ailam, del Centro Jerusalén para la Seguridad y Asuntos Internacionales, opinó: “Este cambio de tono de Hamas parece más bien una vieja estrategia envuelta en un lenguaje nuevo. Hay poca diferencia entre lo que dicen hoy y lo que han dicho siempre”.

Muchos en Israel comparten esta cautela. La confianza en un proceso negociador sincero por parte de Hamas sigue siendo mínima tras años de enfrentamientos, atentados y violaciones a treguas previas.

El cronograma: ¿qué sigue?

Por ahora, no hay una fecha oficial para el inicio de las negociaciones formales ni para la liberación de los rehenes. Sin embargo, diversos gestos —como la designación de un equipo negociador israelí y el anuncio de preparación por parte del ejército— sugieren que el proceso va más allá de la mera retórica.

Trump, cuya política exterior ha sido acusada en el pasado de inestabilidad, podría aferrarse a este posible éxito como carta electoral, presionando incluso más a las partes para llegar a un acuerdo antes de noviembre.

Mientras tanto, Gaza sangra, y la población palestina sigue preguntándose —como lo ha hecho durante décadas— si esta vez, la palabra “paz” significará algo más que una pausa entre guerras.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press