Las protestas en el sur de Europa reavivan el debate sobre la guerra en Gaza
España, Italia y Portugal protagonizan movilizaciones masivas, mientras crecen las tensiones diplomáticas y las voces que acusan a Israel de genocidio
Multitudes en las calles: una ola de indignación en el sur de Europa
En medio de la intensificación del conflicto armado entre Israel y Hamas, que ha cobrado la vida de más de 66,000 personas en Gaza desde octubre de 2023, una ola de protestas se ha desatado en el sur de Europa. España, Italia y Portugal se han convertido en centros neurálgicos de una creciente indignación ciudadana que pide el cese inmediato del asedio israelí, condena los crímenes de guerra y exige justicia para el pueblo palestino.
Lo que comenzó como un clamor aislado hace meses ha tomado una nueva dimensión tras el bloqueo de una flotilla humanitaria en el Mediterráneo, cuyo destino era Gaza y que partió de Barcelona. El operativo israelí desató una tormenta política y social que no ha dejado de crecer.
España: del apoyo diplomático a la presión social
España ha dado señales claras del rumbo que quiere tomar en esta crisis. El primer ministro Pedro Sánchez ha descrito la situación en Gaza como un "genocidio", una palabra que ha hecho eco en las calles y fortalece la presión social interna para que el gobierno adopte posturas más activas.
La capital, Madrid, y la cosmopolita Barcelona son los principales escenarios de las manifestaciones. En la capital catalana, la protesta comenzó al mediodía, congregando a decenas de miles de personas con banderas palestinas, pancartas contra la ocupación y cánticos por la paz.
“No se puede permanecer neutral ante el genocidio”, gritaba una multitudinaria columna que marchó desde la Plaça Universitat hasta Plaça Catalunya en Barcelona. En Madrid, la manifestación arropó la emblemática Puerta del Sol al caer la tarde, acompañada de personalidades políticas, activistas y líderes de opinión.
La Vuelta a España y los deportes: un campo de protesta inesperado
En semanas anteriores, activistas interrumpieron varias etapas de la famosa competencia ciclista La Vuelta, protestando por la participación del Team Israel – Premier Tech. Organizaciones pro-palestinas exigieron a la organización su exclusión, lo que generó un álgido debate sobre el papel del deporte en conflictos internacionales.
Pedro Sánchez incluso ha promovido la idea de prohibir la participación de equipos israelíes en competiciones deportivas internacionales, una postura histórica para un jefe de gobierno europeo en activo.
Italia: más de 2 millones en huelga general
Italia vivió una jornada inédita cuando más de 2 millones de personas salieron a las calles durante una huelga general que también incluyó protestas en solidaridad con Gaza.
Desde Roma a Milán, pasando por Nápoles y Bolonia, los sindicatos, movimientos estudiantiles y colectivos de derechos humanos organizaron concentraciones multitudinarias. Muchos llamaron la atención sobre el papel ambivalente del gobierno italiano, que ha sido acusado de cautela excesiva frente a los crímenes de guerra en Gaza.
La manifestación romana, particularmente intensa, se concentró frente al Altare della Patria, símbolo de la nación italiana. “Gaza resiste”, “Roma con Palestina” y fotografías de niños muertos cubrían las pancartas.
Portugal: Lisboa despierte con la voz del pueblo
Aunque el movimiento en Portugal ha sido más reciente, también ha ganado impulso en las últimas semanas. Las protestas en Lisboa atrajeron a miles de personas, en repudio a la intervención israelí y el bloqueo humanitario.
Desde la Plaza del Comercio al Parlamento, la ciudadanía portuguesa mostró su indignación y llamó a una reorientación de la política exterior. Algunos manifestantes señalaron la necesidad de que el gobierno declare un embargo total contra productos israelíes, así como la ruptura temporal de relaciones diplomáticas, una acción que ya han considerado algunos países musulmanes en semanas recientes.
Gaza: epítome de una crisis humanitaria sin precedentes
Desde el devastador ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023, que dejó alrededor de 1,200 muertos en Israel y 251 rehenes, Israel ha respondido con una ofensiva militar total en Gaza que, según informes del Ministerio de Salud de Gaza (gestionado por Hamas), ha matado a más de 66,000 personas y herido a unos 170,000.
Estos datos, aunque cuestionados por Israel, son ampliamente aceptados por agencias de la ONU y observadores internacionales como el cálculo más fiable de la violencia en curso.
La situación se ha deteriorado a niveles alarmantes: sin agua potable, sin electricidad estable y con una hambruna que afecta a más de la mitad de la población, Gaza se ha convertido en uno de los peores escenarios humanitarios del siglo.
Reacciones diplomáticas y la fractura en la postura occidental
Las muestras masivas de apoyo a Palestina no solo han sacudido la opinión pública: también están influyendo en la política exterior de varios países. La división en el seno de la Unión Europea se ha acentuado: mientras países como España y Bélgica adoptan posturas muy críticas con Israel, otros como Alemania y Austria mantienen su respaldo al derecho de Israel a defenderse.
Esto ha creado un escenario tenso en las instituciones europeas, donde las decisiones sobre el envío de ayuda militar, sanciones y reconocimiento del Estado palestino están cada vez más fragmentadas.
En paralelo, se han multiplicado las demandas en tribunales internacionales para llevar a Israel ante la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y agresión. Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch respaldan estas querellas.
El caso del asalto a la flotilla: un nuevo capítulo en el activismo europeo
El reciente asalto de la flotilla humanitaria que zarpó desde Barcelona tuvo un profundo impacto simbólico. La carga incluía medicinas, alimentos no perecederos y material sanitario. Israel interceptó el convoy argumentando seguridad nacional, pero ONG y medios internacionales denuncian que el objetivo era simplemente llevar ayuda a civiles desesperados.
La actriz y activista británica Vanessa Redgrave, presente en el momento de la partida en Barcelona, comparó el acto con "el asedio de Varsovia en 1943". Estas comparaciones han generado intensos debates y han alimentado la indignación europea.
Entre antisemitismo y la defensa de derechos humanos: la línea delgada
Uno de los desafíos más complejos de estas movilizaciones ha sido evitar caer en el antisemitismo. Líderes comunitarios han recordado que criticar al gobierno israelí no equivale a odiar al pueblo judío. Si bien la mayoría de protestas ha sido pacífica y centrada en los derechos humanos, se han registrado casos aislados de vandalismo contra símbolos judíos que han sido duramente condenados por los organizadores.
“Nuestro enemigo no es un pueblo sino una política expansionista y genocida”, dijo en Madrid el sociólogo y arabista Sami Naïr, quien también pidió la protección de las comunidades judías europeas frente al odio y los estigmas.
¿Y ahora qué? Las voces que exigen un alto al fuego definitivo
Entre los reclamos más repetidos en todas las ciudades está la implementación inmediata de un alto al fuego y el acceso sin restricciones de ayuda humanitaria. También se exige una investigación internacional independiente sobre las acciones de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) y de Hamas.
El conflicto no solo ha cambiado el equilibrio geopolítico en Medio Oriente, sino que también está remodelando la conciencia política de Europa. Las calles de Lisboa, Roma, Madrid y Barcelona se han convertido en los nuevos foros donde se redefine qué significa defender los derechos humanos en el siglo XXI.
Un nuevo movimiento europeo por Palestina
Lo que alguna vez fue una causa lejana para muchos europeos, hoy resuena con fuerza en las conversaciones diarias. Líderes religiosos, sindicatos, juventudes políticas y artistas se han unido en una causa común, impulsando quizás el inicio de un nuevo movimiento por Palestina en Europa. La historia está en marcha.