Max Scherzer, ¿el adiós silencioso de una leyenda del montículo?
La exclusión del veterano lanzador del roster de los Blue Jays para los playoffs abre un debate sobre su rol, su legado y qué le depara el futuro.
Un ícono fuera de escena
En un movimiento que ha generado sorpresa e incluso cierto debate entre expertos y aficionados, Max Scherzer, tres veces ganador del premio Cy Young, quedó fuera del roster de los Toronto Blue Jays para la Serie Divisional de la Liga Americana contra los New York Yankees.
Con una carrera resplandeciente a sus espaldas, que incluye dos títulos de Serie Mundial (2019 con Washington y 2023 con Texas), Scherzer ha sido símbolo de garra, consistencia y dominio sobre la lomita. Pero este 2025, a sus 41 años, parece enfrentar el inicio del epílogo de su ilustre trayectoria.
El declive de una temporada que prometía
Después de firmar un contrato por 15.5 millones de dólares por una temporada con los Blue Jays, el optimismo en torno a su incorporación era considerable. Sin embargo, las cosas no salieron como se esperaba. Las lesiones y un bajo rendimiento mancharon su paso por Toronto. Scherzer no pudo lanzar entre el 29 de marzo y el 25 de junio debido a una inflamación en el pulgar derecho, y sus números bastan para ilustrarlo:
- Récord de 5-5 en 17 aperturas
- Promedio de carreras limpias (ERA) de 5.19
- Últimas 6 aperturas con récord de 1-3 y ERA de 9.00
El punto más bajo sin duda fue la derrota del 7 de septiembre ante los propios Yankees, quienes aprovecharon que Scherzer estaba telegrando sus lanzamientos, especialmente su cambio de velocidad, una debilidad inadmisible a ese nivel.
¿Fin de una era?
Max Scherzer acumula un impresionante récord de 221 victorias y 117 derrotas, con un ERA vitalicio de 3.22 en temporada regular y un desempeño aceptable —aunque irregular— en postemporada: 7-8 con 3.78 ERA en 30 encuentros.
Pero su exclusión de estos playoffs abre una interrogante inevitable: ¿estamos viendo el retiro no anunciado de uno de los grandes lanzadores de su generación?
"Cuando ves a un lanzador como Max quedar fuera del roster, no es solo rendimiento. Es también postura, planificación y, quizá, un vistazo al futuro inmediato" — Ken Rosenthal, MLB insider
A diferencia de Clayton Kershaw, quien sí fue incluido en el roster de los Dodgers y anunció que esta será su última postemporada, Scherzer ha sido hermético con sus planes. Pero si no es ahora, ¿cuánto más puede competir al nivel que él mismo ha establecido durante años?
Las lesiones no perdonan
Scherzer no fue el único nombre sonoro excluido por Toronto. También se quedaron fuera Bo Bichette, uno de los bates más consistentes del equipo, y el derecho Chris Bassitt, líder en victorias de los Blue Jays con 11 triunfos.
Bichette no juega desde el 6 de septiembre debido a un esguince de rodilla izquierda tras una colisión con el receptor rival Austin Wells. Su promedio de bateo de .311, sólo detrás del .314 de Aaron Judge, demuestra cuánto pesará su ausencia.
Bassitt tampoco ve acción desde el 18 de septiembre por una inflamación lumbar. En este contexto, la pérdida de Scherzer, aun en su estado actual, privó al club de una opción experimentada que, en años anteriores, habría sido invaluable.
Los elegidos
Toronto optó por una estrategia con 13 lanzadores, confiando particularmente en Kevin Gausman, Shane Bieber y Trey Yesavage —este último de apenas 22 años— como sus piezas clave en la rotación. A estos nombres se unen cuatro zurdos en el bullpen ante una alineación zurda potente como la de Nueva York: Justin Bruihl, Mason Fluharty, Eric Lauer y Brendon Little.
Yesavage debutó en Grandes Ligas el pasado 15 de septiembre, un reflejo de la apuesta por la juventud en detrimento de la veteranía, incluso la de una leyenda como Scherzer.
La otra cara del diamante
Mientras en Toronto reina la incertidumbre, Seattle se entrega a la esperanza depositada en George Kirby, quien abrirá el primer partido de la Serie Divisional ante Detroit. Kirby, reconocido por su capacidad de controlar emociones en momentos decisivos, ya tuvo una gran actuación en 2022 lanzando 7 innings en blanco ante Houston en postemporada.
Su rival será Troy Melton, un joven de 24 años que inició la temporada en Doble-A y logró debutar en julio con los Tigers. En 16 apariciones en Grandes Ligas, ostenta una respetable ERA de 2.76.
Raleigh y el poder de Seattle
El receptor Cal Raleigh será también protagonista. Con 60 jonrones esta temporada, lideró las Mayores en ese departamento y es firme candidato al MVP junto a Aaron Judge. El presidente de operaciones de béisbol de Seattle, Jerry Dipoto, afirmó:
“Puede batear 50 jonrones el próximo año y no sorprendería a nadie. Se ha vuelto una superestrella, es uno de los rostros del béisbol ahora.”
Raleigh comparte poder ofensivo con figuras como Julio Rodríguez (30+ HR), Randy Arozarena (27 HR) y Jorge Polanco (26 HR). Este cuarteto representa una amenaza real a cualquier equipo en esta postemporada.
Umpires nuevos, viejas responsabilidades
La MLB también ofrece una nueva narrativa con el debut de los árbitros Nate Tomlinson (Serie Seattle-Detroit) y Dan Merzel (Serie Dodgers-Phillies) en partidos de postemporada. Aspecto que, si bien suele estar en segundo plano, cobra relevancia en momentos decisivos de octubre.
Tomlinson, de 35 años, debutó en 2020 y fue contratado como oficial de tiempo completo en junio de este año. Merzel, de 38, también fue formalizado esta temporada tras iniciar su carrera en Grandes Ligas en 2020.
Años dorados en pausa
Así como Clayton Kershaw anunció que esta será su última postemporada —y saldrá del bullpen con los Dodgers—, Scherzer mantiene silencio. La diferencia es que Kershaw aún es considerado útil; en cambio, el declive de Scherzer ha sido más abrupto y dramático.
Esta podría ser la despedida no oficial de un grande con una vasta trayectoria —tres premios Cy Young, ocho elecciones al All-Star, dos Series Mundiales— pero cuya última etapa podría resumirse con una palabra: discretamente olvidable.
¿Merece uno de los mejores lanzadores del siglo XXI que su adiós sea tan silencioso?
Sólo el tiempo lo dirá. Pero la historia, seguramente, lo recordará como uno de los más fieros competidores que subió al montículo.