Baltimore en crisis: Los Ravens tocan fondo tras descalabro histórico ante Houston
Una defensa sin fuerza, una ofensiva sin rumbo y una plaga de lesiones han convertido la temporada 2025 de los Ravens en la peor en más de una década
Una debacle en casa que marca un antes y un después
El 5 de octubre de 2025 quedará marcado como uno de los días más oscuros en la historia reciente de los Baltimore Ravens. El equipo, plagado de lesiones y sin su máximo referente, Lamar Jackson, fue completamente arrasado por unos Houston Texans que llegaban igualmente golpeados con un récord de 1-3. El humillante 44-10 no solo los dejó con una marca de 1-4 en lo que va de temporada, sino que también desató la alarma entre fanáticos y expertos.
La defensa local fue un colador. El quarterback novato C.J. Stroud tuvo una actuación de ensueño: 23 pases completos de 27 intentos, 244 yardas y 4 touchdowns. Houston no solo anotó en sus primeras ocho posesiones, sino que también corrió el balón con libertad absoluta: 167 yardas por tierra y un impresionante promedio de 5 yardas por acarreo.
Un equipo roto por las bajas
La lista de jugadores inactivos en los Ravens parecía salida de un hospital militar: Lamar Jackson, Patrick Ricard, Ronnie Stanley, Roquan Smith, Kyle Hamilton y Marlon Humphrey. La ausencia de estos pilares explica, en parte, el pobre nivel del equipo... pero no lo justifica.
“Teníamos jugadores suficientemente buenos allá afuera como para competir mejor”, declaró con frustración el head coach John Harbaugh tras el partido. Su molestia era palpable. “Nos superaron en todos los aspectos”, concluyó.
Defensa vulnerable, ofensiva inexistente
Que Baltimore permitiera más de 40 puntos por tercera vez esta temporada ya encierra una problemática estructural. La defensa, rankeada la 31ª de la liga, no aparece, literalmente. En cinco semanas han recibido promedios de más de 38 puntos por juego en sus derrotas.
Por su parte, Cooper Rush demostró que no es una solución viable como mariscal sustituto. Completó 14 de 20 pases, pero lanzó para apenas 179 yardas y fue interceptado tres veces. El ataque terrestre, con Derrick Henry limitado a 33 yardas en 15 acarreos, tampoco carburó.
Peor arranque en 10 años
Baltimore no comenzaba una temporada con récord de 1-4 desde 2015, año en el que terminaron 5-11. De hecho, ese lamentable registro y la actual campaña son las únicas dos veces en la historia reciente del equipo donde se ha visto un colapso tan temprano.
“No queremos estar aquí, pero es donde estamos y tenemos que salir de esto”, declaró Cooper Rush, intentando mantener la moral alta. Más allá de discursos motivacionales, los números no mienten. La combinación de lesiones, poca efectividad, errores individuales y un staff de coacheo que no logra corregir la trayectoria, los deja al borde del abismo.
Comparaciones que duelen
- Peor derrota en casa desde 2013: El 34-puntos de diferencia iguala la caída 41-7 ante Patriots en 2013, otro punto bajo en su historia.
- 244 yardas de Stroud: Su mejor actuación como profesional y una exhibición de cómo atacar a la secundaria de Baltimore sin resistencia.
- Solo 10 puntos anotados: Y el touchdown llegó con el marcador 41-3, ya con la mayoría de fanáticos abandonando el estadio.
Kyle Van Noy lo dice claro: ¿culpa del staff o del vestidor?
El linebacker veterano Kyle Van Noy no se guardó nada: “Los entrenadores nos dan las jugadas, pero nosotros tenemos que ejecutar”. La falta de compromiso defensivo, especialmente en las trincheras, ha generado críticas dentro del mismo vestuario, sugiriendo tensiones entre jugadores y coaches.
Harbaugh también fue directo en su evaluación: “La defensa contra la carrera ha sido inaceptable. No lo hemos corregido en todo el año”, expresó.
Estadísticas que explican el caos
- Ravens reciben 200 puntos en 5 partidos: Un promedio de 40 puntos por derrota.
- Defensa terrestre 27ª en la NFL: Claramente no pueden frenar ni a un equipo colegial.
- Ofensiva sin Lamar: 10 puntos promedio en partidos sin él desde 2022.
El caso Cooper Rush: ¿una apuesta fallida?
El reemplazo de Lamar, Cooper Rush, tuvo una sólida campaña como suplente en Dallas. Sin embargo, con los Ravens no ha mostrado liderazgo ni capacidad de respuesta a la presión. Su rating de apenas 47 en el partido ante Texans representa uno de los peores por parte de un quarterback titular esta temporada.
¿Qué pueden hacer los Ravens si Lamar no regresa pronto? Nada. Su dependencia del MVP de 2019 es absoluta. Sin él, el plan ofensivo no fluye, las defensas rivales presionan más y el juego terrestre pierde sentido.
Comparando con otros fracasos históricos
- Jets 2020: Arrancaron 0-13. Aunque los Ravens no están en ese nivel, este equipo no se veía tan mal desde entonces.
- Broncos 2017: Plagados de lesiones y sin quarterback, terminaron 5-11 tras un inicio 3-1. Baltimore podría ir por ese camino.
Harbaugh bajo presión
El head coach más exitoso en la historia de Baltimore empieza a perder la paciencia de la afición. Aunque su legado es grande, incluyendo un Super Bowl y varias temporadas de playoffs, la falta de evolución ofensiva y el mal manejo del roster esta temporada le pesan.
“Tiempo de dejar de hablar y empezar a actuar”, declaró Harbaugh. Pero los resultados exigen algo más que arengas: necesitan victorias urgentes.
¿Es tiempo de vender la temporada?
Con el 1-4, los Ravens están en el fondo de la AFC Norte. Los Bengals, Steelers y Browns han mostrado solidez este año. Con las siguientes cuatro semanas enfrentando a equipos con récord positivo, el margen de error es cero.
La pregunta que muchos en Baltimore se hacen es: ¿vale la pena forzar el regreso de los lesionados o reenfocar la temporada hacia 2026?
Si no vencen en su próximo duelo, la franquicia empezará a considerar traspasos, descansar a veteranos y pensar en el Draft 2026 como esperanza de reconstrucción.
El único rayo de luz: Keenan Allen hace historia
Mientras todo en Baltimore era oscuridad, un rayo de luz brillaba en Los Ángeles. El receptor de Chargers, Keenan Allen, se convirtió en el jugador que más rápido llegó a 1,000 recepciones en la historia de la NFL. Lo logró en apenas 159 juegos, superando la marca anterior de Marvin Harrison (167).
En un día lleno de noticias amargas para los Ravens, el hito de Allen sirve como recordatorio de que el talento y la perseverancia sí rinden frutos en la NFL... pero también implican salud y constancia.
Baltimore, es hora de despertar... o resignarse.