Crisis y desafíos en Francia: ¿Puede sobrevivir el nuevo gobierno de Macron liderado por Sébastien Lecornu?

El cuarto primer ministro en un año enfrenta protestas, amenazas de moción de censura y una legislatura fragmentada que podría derrumbar su frágil gabinete

Un gobierno que nace entre escombros políticos

Francia entra una vez más en una fase de turbulencia política profunda con el nombramiento de Sébastien Lecornu como nuevo primer ministro. En apenas un año, es el cuarto jefe de gobierno que intenta sostener el timón de una república sacudida por crisis internas, gastos descontrolados y una legislatura sin mayoría estable. La pregunta que flota en París es contundente: ¿durará este nuevo gobierno más que sus predecesores?

Lecornu, de 39 años, fue promovido desde el Ministerio de Defensa por el presidente Emmanuel Macron con la esperanza de ofrecer una línea más conciliadora y pragmática ante un Parlamento hostil. Sin embargo, el nuevo gabinete enfrentó desde su nacimiento fuerzas centrífugas poderosas: mociones de censura, protestas en las calles y una economía al borde del colapso presupuestario.

¿Quién es Sébastien Lecornu?

Cercano a Macron y figura emergente dentro del ala centrista, Lecornu fue ministro de Defensa pero también destacó como político pragmático, con tintes tecnocráticos. Su desafío actual no se limita a mantener el cargo; también debe pacificar una Asamblea Nacional que pocas veces ha estado tan fragmentada.

Lecornu reemplaza a un primer ministro derrocado debido a un Parlamento dividido y a la reacción pública ante los recortes presupuestarios. Su nombramiento fue inmediatamente contestado en la calle: los sindicatos organizaron protestas masivas, incluyendo el cierre de la Torre Eiffel como símbolo del rechazo popular.

Una legislatura que no garantiza gobernabilidad

El origen inmediato del caos actual fue la cuestionable decisión de Macron en junio de 2024 de disolver la Asamblea Nacional, apostando a que obtendría una mayoría sólida que respaldara su agenda reformista y pro-europea. Pero el tiro salió por la culata.

Lo que surgió fue un Parlamento sin un bloque dominante, algo inédito en la Quinta República Francesa. Hoy, la alianza macronista carece de los votos necesarios para impulsar leyes, y la oposición desde la izquierda e incluso desde la ultraderecha —liderada por Marine Le Pen— exige elecciones legislativas anticipadas o planea tumbar a Lecornu con una moción de censura.

Una economía que no da tregua

La situación económica francesa agrega una capa más de incertidumbre. El déficit estatal supera el 5% del PIB, según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (INSEE), y la deuda ronda el 111% del PIB, una cifra preocupante que ha generado mayor tensión en los mercados europeos.

En este escenario, Roland Lescure fue nombrado ministro de Finanzas, reemplazando a Bruno Le Maire, quien ahora ocupa el puesto de Defensa. Le Maire, figura clave en el manejo de la economía desde 2017, se convierte ahora en el encargado de coordinar la ayuda militar a Ucrania y gestionar las amenazas crecientes de Rusia sobre la seguridad europea.

El regreso de Bruno Le Maire: De finanzas a defensa

El retorno de Le Maire al gabinete, esta vez como ministro de Defensa, no es menor. Le Maire fue el arquitecto de varias reformas económicas impopulares pero necesarias: la edad jubilatoria, el ajuste fiscal post-pandemia, y la planificación industrial verde. Ahora le toca navegar el fango geopolítico europeo en plena guerra en Ucrania, mientras Francia también revisa su postura ante el conflicto en Gaza y los vaivenes estratégicos de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump.

La elección de Le Maire para Defensa ha sido interpretada como un intento de Macron para reforzar el perfil internacional del gobierno, mientras su figura política se debilita en casa.

Balance de poder: ministros que se mantienen firmes

  • Jean-Noël Barrot: Se mantiene como ministro de Relaciones Exteriores. Tiene la enorme labor de sostener la reputación diplomática francesa en medio de conflictos globales y redefinir alianzas estratégicas.
  • Gérald Darmanin: Conserva Justicia. Su permanencia garantiza una continuidad en la política judicial y de seguridad interna.
  • Bruno Retailleau: Continúa al frente del Ministerio del Interior, clave en temas como inmigración, orden público y terrorismo.

Lecornu rechaza el polémico Artículo 49.3 de la Constitución

Uno de los gestos más significativos de Lecornu fue su promesa de no recurrir al artículo 49.3 de la Constitución, que permite aprobar leyes sin votación parlamentaria. Este artículo fue utilizado por gobiernos anteriores —incluido el gabinete de Élisabeth Borne— para imponer reformas como la de pensiones, generando gran descontento.

Esta vez, Lecornu asegura que buscará diálogo con todos los grupos parlamentarios, tanto de izquierda como de derecha, para aprobar el presupuesto. “No se trata de gobernar por la fuerza, sino por el consenso”, declaró el primer ministro.

Protestas sociales: la calle como resistencia

Las reacciones sociales han sido inmediatas. Desde la nominación de Lecornu, tres jornadas de protestas nacionales han paralizado parte del país. Una de las más significativas fue la que bloqueó el acceso a la Torre Eiffel, símbolo de París y del turismo internacional.

Los sindicatos temen que se impongan nuevos recortes al gasto público en servicios esenciales como salud, educación y vivienda. A su vez, movimientos sociales denuncian la creciente desigualdad y precarización laboral provocadas, según ellos, por políticas neoliberales.

Macron, en la cuerda floja entre París y el mundo

El presidente Emmanuel Macron no solo enfrenta este maremoto político en su país. También debe reposicionarse en el tablero internacional ante aliados cada vez más fragmentados y situaciones críticas como el conflicto en Ucrania, el drama humanitario en Gaza y la ambigua relación con un Estados Unidos reconfigurado por Trump.

Además, la fragmentación interna le resta prestigio a su papel como líder europeo, justo cuando Europa necesita figuras estables para coordinar las respuestas a desafíos globales como la inflación, el cambio climático, las tensiones energéticas y los flujos migratorios.

Perspectivas a corto plazo: los próximos pasos

Lecornu tiene pocos días para demostrar su capacidad de liderazgo. El próximo martes deberá comparecer ante la Asamblea Nacional para explicar su plan de gobierno y el esquema presupuestario del próximo año. Será una prueba de fuego: si no logra convencer, podría enfrentarse rápidamente a una moción de censura que detone la caída de su gobierno.

De ser así, Macron podría verse obligado a nombrar un quinto primer ministro en menos de 18 meses, una señal clarísima de desgaste democrático en las instituciones de la República Francesa.

Con una economía frágil, un pueblo movilizado, un Parlamento dividido y una crisis de liderazgo que se agudiza, Francia se asoma a una encrucijada peligrosa.

¿Será esta otra oportunidad fallida o el inicio de una necesaria transformación política?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press