Amnistía en Irak, tensiones en Líbano y un llamado a la reconciliación en Jerusalén: Medio Oriente al filo del caos y la esperanza
Mientras Irak intenta vaciar sus cárceles, Líbano lidia con Hezbollah e Israel en guerra constante, y el Vaticano apuesta a un nuevo liderazgo cristiano en Tierra Santa para tender puentes de paz
Irak: una amnistía sin precedentes que busca aliviar cárceles y heridas
Irak ha liberado a más de 35,000 personas de prisiones y centros de detención en virtud de una amplia ley de amnistía aprobada en enero de 2024, informó el Consejo Supremo Judicial del país. Esta iniciativa, más allá de su objetivo inmediato de combatir la superpoblación carcelaria, también tiene implicaciones políticas, sociales y éticas que reflejan la complejidad del sistema judicial iraquí tras décadas de conflictos.
Además, casi 144,000 individuos podrían beneficiarse de la ley: personas detenidas en espera de juicio, con medidas cautelares o con órdenes de arresto pendientes. Esta medida sin precedentes está impulsando un debate intenso dentro y fuera del país.
Cifras, delitos y críticas
Según las autoridades iraquíes, se ha recuperado más de 34 millones de dólares provenientes de condenados por corrupción y robo. La ley abarca una diversidad de delitos, desde posesión de drogas y malversación hasta ciertos casos relacionados con terrorismo, aunque excluye explícitamente a quienes hayan cometido asesinatos en conexión con actos terroristas.
La ley ha sido promovida principalmente por legisladores suníes, quienes argumentan que su comunidad ha sido históricamente el blanco desproporcionado de cargos de terrorismo, muchas veces basados en confesiones obtenidas bajo tortura.
Organismos de derechos humanos como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han alertado en los últimos años sobre los abusos del sistema penitenciario iraquí: ejecuciones masivas sin previo aviso, procesos judiciales sin garantías mínimas y condenas basadas en pruebas poco fiables.
¿Pacificación o impunidad?
Los detractores de esta ley temen que la amnistía beneficie a simpatizantes del Estado Islámico (ISIS). Muchos de los liberados no han sido aún identificados por tipo de delito, y no se han publicado las cifras completas sobre los componentes religiosos, étnicos o regionales de la población liberada.
No obstante, se ha introducido una enmienda clave: algunas personas condenadas por terrorismo pueden solicitar un nuevo juicio si afirman que sus confesiones fueron obtenidas bajo coacción mientras estaban detenidas. Además, la ley detuvo temporalmente la ejecución de condenas a muerte.
Líbano: planes secretos de desarme mientras se intensifica la guerra con Israel
Mientras tanto, en el vecino Líbano, el gobierno intenta enfrentar uno de los desafíos estratégicos más explosivos del país: el desarme de Hezbollah. El lunes, por primera vez, el comandante del ejército, Rudolph Haikal, presentó su plan de desarme al gabinete del gobierno libanés.
La reunión, que se llevó a cabo bajo fuertes medidas de seguridad, también se vio marcada por nuevos bombardeos israelíes en el sur y noreste del país que dejaron al menos dos personas muertas. Uno de ellos era un alto miembro de Hezbollah ciego tras un ataque anterior, junto con su esposa.
Una misión casi imposible
El gobierno libanés pretende recuperar el control sobre todo el armamento en el país, empezando por las zonas al sur del río Litani, cerca de la frontera con Israel. Sin embargo, Hezbollah ha rechazado contundentemente cualquier discusión sobre el tema mientras “Israel continúe ocupando territorios libaneses”, como las colinas de Kfar Chouba, y ejecutando ataques aéreos casi diarios.
“No hay fechas claras, eso debilita el plan”, comentó Ed Gabriel, presidente del American Task Force on Lebanon, quien se reunió recientemente con el presidente libanés Joseph Aoun y otros altos funcionarios. La presión internacional, principalmente desde EE.UU., incluye una ayuda de 230 millones de dólares prometida al ejército y las fuerzas de seguridad de Líbano para reforzar su capacidad frente al poderoso brazo armado del partido chiita.
El espectro de la guerra
El conflicto entre Israel y Hezbollah ya dejó más de 4,000 muertos en Líbano en su guerra más reciente, iniciada en octubre de 2023 tras la invasión de Hamás al sur de Israel. Según el Banco Mundial, los daños materiales superan los 11,000 millones de dólares.
Israel ha comenzado a atacar puntos estratégicos del grupo en Hermel, al noreste, como parte de su ofensiva contra las unidades de élite Radwan de Hezbollah.
Jerusalén: un cardenal, una minoría cristiana y una esperanza difícil
Lejos de los frentes activos de guerra, pero en el corazón espiritual del conflicto, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, ha hecho un llamado inédito a todos los cristianos del Medio Oriente a actuar como puentes entre israelíes y palestinos.
“No somos una amenaza para ninguna de las partes”, dijo en una entrevista reciente. Y es cierto: los cristianos representan solo el 1% de la población en Tierra Santa, pero muchos consideran que su neutralidad les permite facilitar el diálogo.
Entre el dolor y la esperanza
En vísperas del segundo aniversario del ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, que dejó 1,200 israelíes muertos y más de 250 secuestrados, Pizzaballa reconoce que “las heridas todavía sangran” e insiste en que “la humanidad sigue viva” en quienes aún luchan por la convivencia.
Más de 67,000 palestinos han muerto en Gaza desde el inicio de la guerra, según el Ministerio de Salud controlado por Hamás. Más de la mitad de las víctimas serían mujeres y niños. Pizzaballa insistió en que el papel de las iglesias no es solo espiritual, sino fundamentalmente constructivo: “Debemos empezar a reconstruir desde esta triste realidad.”
Cambio de tono en el Vaticano
Con Papa Leo XIV, el Vaticano adoptó un enfoque más equilibrado. En una declaración reciente, condenó “la masacre inhumana en Israel” y pidió el regreso de los rehenes; pero también exigió el alto a “la cadena perversa del odio”.
Frente a la complejidad religiosa, política y étnica de la región, el cardenal Pizzaballa lanzó una reflexión profunda: “Para el pueblo judío, el Estado de Israel no es un país más, es una referencia esencial. Si queremos avanzar, tenemos que entender eso.”
¿Una región en transformación?
Mientras Irak intenta reinventar su justicia, Líbano busca controlar sus armas e Israel y Gaza se desangran en batallas, una minoría cristiana casi invisible recuerda al mundo que solo reconociendo nuestras heridas comunes podremos dialogar y avanzar.
Quizá, como apuntó Pizzaballa, “las grandes transformaciones empiezan en lo pequeño, en volver a mirarnos como humanos y no como enemigos.”