Guerra en el Congreso por la salud pública en EE. UU.: subsidios, Obamacare y un gobierno paralizado

El futuro del sistema de salud en EE. UU. enfrenta un nuevo punto de inflexión en medio del cierre gubernamental y una batalla cruzada entre demócratas y republicanos

Una crisis sanitaria y política: ¿cómo llegamos aquí?

Con el gobierno de Estados Unidos paralizado por séptimo día consecutivo y cientos de miles de empleados federales sin sueldo, el debate sobre la política sanitaria vuelve a ocupar el centro del escenario legislativo. Esta vez, el punto álgido es la posible extensión de los subsidios otorgados al seguro médico del Affordable Care Act (ACA), conocidos popularmente como Obamacare, vigentes desde 2021 y cuya expiración amenaza con aumentar drásticamente las primas para millones de estadounidenses.

El trasfondo no es nuevo, pero el contexto sí lo es. Mientras los demócratas condicionan la reapertura del gobierno a la extensión de esos subsidios, los republicanos ven el momento perfecto para recortar el programa, o incluso desmantelarlo progresivamente. Esta lucha encaja en una narrativa de más de una década, en la que el ACA ha sido blanco de ataques conservadores y símbolo de progreso para los progresistas.

Datos clave: ¿qué está en juego con los subsidios?

  • 24 millones de personas están inscritas actualmente en el ACA, una cifra récord impulsada por los subsidios.
  • Los subsidios actuales se implementaron como parte de las medidas de emergencia durante la pandemia de COVID-19 en 2021.
  • Su expiración implicaría un aumento promedio del 53% en las primas de muchos planes de salud, de acuerdo con el Kaiser Family Foundation.
  • La mayoría de los inscritos en ACA proceden de estados republicanos, lo que añade una dimensión política más compleja al asunto.

El papel de Trump y las tensiones internas en el Partido Republicano

En una serie de mensajes contradictorios, Donald Trump declaró esta semana que estaría dispuesto a negociar en materia de salud, pero que "primero deben reabrir el gobierno". La falta de una postura clara por parte del expresidente, quien continúa manteniendo una importante influencia en el partido, ha dejado a muchos legisladores republicanos en una posición comprometida.

El senador John Thune (R-SD) reconoció que "podría haber una vía de avance" para los subsidios, pero mencionó que depende en gran parte de la posición que finalmente adopte la Casa Blanca. Mientras tanto, figuras como el congresista Chip Roy (R-TX) insisten en no ceder: “Se acabó el juego, la pandemia terminó, y mis colegas no deberían tambalearse en ninguna dirección”, escribió en The Wall Street Journal.

Demócratas: convencidos de tener el respaldo popular

El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, cree que el apoyo de la opinión pública está de su lado. Según encuestas recientes de Pew Research, el 62% de los estadounidenses se pronuncian a favor de mantener los subsidios del ACA. Además, un estudio de KFF muestra que más del 70% de los usuarios del ACA valoran positivamente su cobertura actual.

“La gente quiere que resolvamos esta crisis de salud. Cada encuesta nos dice que quieren mantener los subsidios y que consideran que los republicanos son más responsables del cierre”, subrayó Schumer tras la derrota del quinto intento por reabrir el gobierno mediante una propuesta sin condiciones.

Una batalla moral y sanitaria en la Corte Suprema

Mientras el debate político arde en Capitol Hill, el Tribunal Supremo de EE. UU. se enfrenta a un caso que podría tener implicaciones significativas para los derechos LGBTQ+. La corte escucha los argumentos de Kaley Chiles, una consejera cristiana que impugna una ley de Colorado que prohíbe la llamada terapia de conversión en menores, un procedimiento desacreditado por organizaciones médicas como la Asociación Americana de Psicología.

Colorado argumenta que no se trata de limitar la libertad de expresión, sino de regular un acto médico que puede causar daño. El caso de Ryan Robertson, quien murió por sobredosis a los 20 años después de años de terapia de conversión, fue citado por el estado como ejemplo del trauma que este tipo de terapia puede causar.

¿Libertad religiosa o peligro para los menores?

La defensa de Chiles sostiene que su enfoque es diferente al de las antiguas prácticas abusivas y que simplemente ofrece acompañamiento a jóvenes que desean ajustar su vida a su fe cristiana. Uno de sus abogados, Jonathan Scruggs, afirmó: “No decimos que la terapia deba ser obligatoria, pero si alguien la quiere, debería poder recibirla.”

El grupo aliado de Chiles, Alliance Defending Freedom, ya ha ganado casos en el Tribunal Supremo relacionados con la libertad religiosa, como el que permitió a una diseñadora gráfica rechazar trabajos de parejas del mismo sexo. Por ello, se teme que una victoria aquí desencadene una cadena de anulaciones legales de normas similares en al menos 20 estados.

Crisis sanitaria fuera del Congreso: brote de listeria en productos alimentarios

Agencias federales de salud levantaron una alerta sobre comidas listas para calentar de Hello Fresh, luego de que se detectaran contaminaciones por listeria en espinacas usadas en varios platillos, incluyendo cheesy pulled pork pepper pasta y unstuffed peppers with ground turkey. Los productos, distribuidos por FreshRealm, se vinculan con un brote de 2023 que ya causó al menos 4 muertes y 20 hospitalizaciones.

La listeria puede ocasionar síntomas severos, especialmente en personas de edad avanzada, con sistemas inmunológicos debilitados o embarazadas. El brote fue atribuido a pasta producida por Nate’s Fine Foods en California, y ha generado múltiples retiros de productos en cadenas como Kroger, Giant Eagle y Albertson’s.

Según el CDC, unas 1.600 personas al año enferman por listeria en EE. UU., y alrededor de 260 mueren. La agencia está revisando sus protocolos tras este y otros brotes recientes, como uno en 2022 vinculado a embutidos de Boar’s Head que dejó 10 muertos.

Un país enfrentado entre prioridades políticas y salud pública

El conflicto en Estados Unidos entre mantener las instituciones funcionando y priorizar cuestiones de salud pública ha alcanzado un nuevo punto crítico. Desde los subsidios del ACA hasta la salud mental de menores LGBTQ+ y la proliferación de brotes alimentarios, el sistema se encuentra tensionado entre distintas agendas políticas, éticas y sociales.

No hay soluciones sencillas, ni caminos que no estén llenos de obstáculos. Pero lo que parece claro es que, en esta encrucijada, las decisiones que se tomen —o no— tendrán repercusiones profundas en la vida de millones de personas.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press