La ofensiva invisible de Ucrania: cómo los drones están redefiniendo la guerra moderna

El auge de la industria de defensa ucraniana y el impacto estratégico de sus ataques profundos en Rusia

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El poder del enjambre: Ucrania intensifica sus ataques con drones

La guerra en Ucrania ha tomado un giro tecnológico y estratégico significativo en los últimos meses. Con una economía golpeada y frente a la incertidumbre del apoyo occidental a largo plazo, Ucrania ha apostado fuerte por el desarrollo nacional de armamento no convencional, especialmente drones de largo alcance, que están demostrando ser una herramienta vital contra la maquinaria militar rusa.

En las últimas acciones reportadas por el Estado Mayor ucraniano, se confirmó un ataque exitoso con drones a una planta de municiones en Nizhni Nóvgorod, una terminal petrolera en Crimea y un importante depósito de armas del 18º Ejército Combinado ruso. Lo que hace notable esta ofensiva no es sólo la escala —251 drones desplegados en un solo ataque, uno de los mayores hasta la fecha— sino su impacto logístico y simbólico.

¿Qué se logró con esta operación?

  • Disrupción logística en una planta clave que produce bombas aéreas, municiones antitanques y antiaéreas.
  • Una terminal petrolera incendiada en la estratégica península de Crimea, lo que se suma a la escasez de combustible que Rusia sufrió en agosto anterior debido a ataques similares.
  • Ataque a un arsenal completo que surtía a unidades operativas en el frente.

Más allá de los daños visibles, estos ataques representan una forma de presión psicológica y operativa sobre Moscú. Demuestran que lejos de estar relegada a la defensiva, Ucrania puede golpear lejos dentro del corazón industrial ruso.

El auge industrial de un país en guerra

Uno de los datos más reveladores fue aportado por el propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, durante un foro de la industria de defensa en Kiev. Zelenski anunció que:

  • Más del 40% de las armas que usa el ejército ucraniano son producidas nacionalmente.
  • Ucrania produjo y entregó 2,4 millones de proyectiles en el último año.
  • La producción de autopropulsados Bohdana aumentó de 10 a 40 unidades mensuales en solo unos meses.

Este crecimiento no es casual. Se trata de un esfuerzo dirigido y necesitado, que busca mitigar la dependencia de armamento extranjero frente a la incertidumbre de las ayudas occidentales, particularmente bajo climas políticos oscilantes en Europa y Estados Unidos.

¿Exportar armas desde un país en conflicto?

Lo que sorprende aún más es la ambición exportadora de Ucrania. Zelenski fue claro: el país planea iniciar exportaciones de armamento producido localmente para finales de año, enfocándose en aquellas categorías donde hay excedente de producción. El objetivo final es usar las ganancias para adquirir sistemas más complejos que no pueden producirse localmente, como los Patriot estadounidenses.

Los primeros acuerdos ya están firmados, según declaraciones del presidente, con aliados europeos, Estados Unidos y hasta países de Medio Oriente. Se espera que las primeras ventas tengan lugar antes del cierre de 2024.

Drones como igualadores de fuerzas

Desde 2022, la presión rusa ha obligado a Ucrania a innovar. Si bien Rusia cuenta con una economía más grande y un ejército regular más numeroso, la guerra de desgaste y la tecnología especializada están equilibrando la balanza. Los drones han sido clave en este nuevo paradigma:

  • Permiten impactar infraestructura crítica rusa sin exponer tropas.
  • Son económicos y reproducibles, ideales para un conflicto prolongado.
  • Pueden adaptarse rápidamente a las condiciones del frente, actuando como herramientas ofensivas o de vigilancia.

Ucrania ha invertido intensamente en el desarrollo de software, IA y materiales ligeros para sofisticar esta tecnología. La cooperación internacional ya está en marcha, y potencias como Polonia, Alemania y EE. UU. observan con atención los avances ucranianos, incluso planeando posibles alianzas industriales.

¿Por qué Ucrania no se detiene en el avance tecnológico?

En palabras de Zelenski: “Ya ha llegado el momento de lanzar las exportaciones de nuestras armas —aquellas que tengamos en exceso— para financiar aquellas que más necesitamos para nuestra defensa”.

Ese espíritu define el rumbo ucraniano: entendieron que sobrevivir no es solo resistir, sino redefinir la guerra a su favor. Creando nuevas formas de pelear, se disminuye el impacto de las asimetrías militares y económicas.

La guerra híbrida del futuro está aquí

Lo que está haciendo Ucrania hoy anticipa cómo serán los conflictos armados del futuro:

  1. Drones autónomos e inteligentes reemplazando tareas peligrosas para humanos.
  2. Industria de defensa descentralizada, capaz de adaptarse y escalar rápidamente.
  3. Asimetría estratégica: más importante que el tamaño del ejército, será la elasticidad tecnológica y discursiva de un país.

Tan solo entre enero y junio de 2024, se registraron al menos 30 ataques exitosos ucranianos en suelo ruso o en infraestructura crítica (energética, ferroviaria o militar), lo cual ha comenzado a modificar significativamente los cálculos defensivos del Kremlin. Algunos expertos militares rusos incluso han comenzado a cuestionar públicamente la eficacia de las capas de defensa aérea, tradicionalmente orgullo del aparato militar ruso.

Un modelo a seguir para otras naciones pequeñas

Ucrania ha demostrado que no es necesario ser una superpotencia para ejercer presión militar relevante. A través de la innovación tecnológica, espíritu estratégico y colaboración internacional, ha convertido sus limitaciones en ventajas operativas.

Esto podría inspirar a naciones con presupuestos reducidos pero necesidades de defensa urgentes —como Taiwán, Georgia o incluso aliados OTAN bálticos— para desarrollar sus propias variantes de defensa tecnológica asimétrica.

Ucrania no solo está luchando por su territorio. También está definiendo las reglas del poder militar contemporáneo. En ese sentido, es ya más que un campo de batalla: se ha convertido en un laboratorio geoestratégico sin precedentes.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press