Francine, la gata de Lowe’s que conquistó corazones y redes sociales en su épica aventura
Su desaparición, rescate y regreso triunfal conmovieron a toda una comunidad — y no es la primera vez que un gato se roba el protagonismo en una tienda
¿Has escuchado hablar de Francine? No, no es una influencer ni una celebridad de Hollywood. Es una gata calicó que ha robado los corazones de miles de personas en Estados Unidos — y en redes sociales — gracias a una historia que parece sacada de una película animada.
Francine no es simplemente una mascota cualquiera. Es la gata oficial de una tienda Lowe’s en Richmond, Virginia, donde se ha ganado un lugar especial entre empleados y clientes desde hace más de ocho años.
Una estrella inesperada en medio del bricolaje
Francine apareció un día cualquiera, como muchas otras historias de gatos callejeros. Según Mike Sida, gerente general de la tienda, "simplemente llegó". En ese entonces, el local enfrentaba problemas con ratones. Francine decidió mudarse permanentemente, y los empleados lo tomaron como una solución natural. Me enamoré inmediatamente de ese gato porque me ayudaba con los ratones
, cuenta Sida.
Con el tiempo, lo que era una simple relación de conveniencia se transformó en algo más profundo. Theresa, una cajera de la tienda, la describe como "la reina del mostrador de atención al cliente". No tiene horario, no lleva chaleco como los demás empleados, y aún así es probablemente el miembro más querido del equipo.
La desaparición que activó una operación de rescate digna de película
Todo parecía normal hasta septiembre, cuando el caos típico de las preparaciones para la temporada navideña trajo distracción y movimiento a la tienda. En medio de la llegada de artículos y rediseños del espacio, Francine desapareció.
Durante días, los empleados estuvieron buscándola hasta que decidieron revisar las grabaciones de las cámaras de vigilancia. Ahí descubrieron algo extraordinario: Francine había subido a un camión de carga que se dirigía al centro de distribución de Lowe’s en Garysburg, Carolina del Norte, a unos 137 kilómetros al sur.
Al llegar, el felino escapó del camión como un rayo. Comenzó entonces una operación que conjugó cámaras de seguridad, trampas humanas, drones térmicos y, sobre todo, el cariño de una comunidad.
El poder de las redes: 34 mil personas siguiendo a una gata
Un grupo de empleados creó una cuenta no oficial en Instagram dedicada exclusivamente a encontrar a Francine. En pocos días, el perfil alcanzó más de 34,000 seguidores. El fenómeno llegó a niveles virales, y muchos usuarios incluso ofrecieron ayuda, recursos o simplemente palabras de ánimo.
Finalmente, el sábado fue vista en las inmediaciones del centro de distribución. Una trampa activada en la noche confirmó lo evidente: los maullidos eran inconfundibles. Era Francine, sana y salva.
Un regreso triunfal y una fiesta inolvidable
El lunes por la mañana, Wayne Schneider y Mike Sida tomaron un auto y condujeron durante 90 minutos para recogerla. "El trayecto sabiendo que íbamos a buscarla fue uno de esos momentos entrañables que no se pueden describir con palabras," recuerda Schneider.
Francine regresó a su hábitat natural: el mostrador de atención al cliente y la sección estacional. Fue recibida por aplausos, mimos y sesiones espontáneas de fotos con los clientes. Una cervecería local incluso organizó el “Francine Fest”, una fiesta comunitaria para celebrar su regreso. Por su parte, la tienda Lowe’s también planea una celebración interna con todos los empleados.
¿Por qué nos conmueven tanto los gatos de tienda?
Francine no está sola en su papel como embajadora felina. En ciudades como Nueva York, es muy común ver gatos en bodegas, ferreterías y tiendas de barrio. Algunas razones prácticas son la caza de roedores o simplemente la compañía que ofrecen. Pero en realidad, se transforman en símbolos de pertenencia.
Francine representa esa conexión emocional entre un lugar de trabajo y su comunidad. A través de sus travesuras, sus siestas sobre cajas o sus fugas épicas, construye identidad y sentido de lugar. Y en un mundo digital, con tensiones y algoritmos, su historia se volvió una pausa necesaria.
¿Y el futuro de Francine?
Francine ha escapado todos los collares que intentaron ponerle, como si quisiera reafirmar su esencia felina e indomable. Ahora, los empleados planean ponerle un arnés con información de contacto para evitar nuevos viajes involuntarios. Y aunque ya ha sido apodada la "supervisora sin chaleco", nadie se mete con sus horarios o lugares favoritos.
"Ella nos eligió a nosotros. Nosotros no la elegimos", resume Sida. Y no hay mejor manera de explicar su historia.
En un contexto donde las noticias suelen estar cargadas de estrés, economía o polarización, el relato de Francine nos recuerda el poder de las pequeñas cosas. De una gata que llega sin pedir permiso, hace suyos los pasillos de una tienda, y, en plena revolución digital, toca los corazones de miles.
Francine no necesita hablar. Sus maullidos bastan. Y su historia, ya es parte de la cultura local.
Más ejemplos de gatos que se convirtieron en estrellas de tienda
- Jasper – un gato del Home Depot en Nueva York con más de 20,000 seguidores en Instagram.
- Bodega Cats – una cuenta de Twitter con casi medio millón de seguidores, dedicada exclusivamente a gatos en tiendas neoyorquinas.
- Felix – una gata que trabajaba como "cerrajera felina" oficial del metro de Huddersfield en Inglaterra, con uniforme oficial y todo.
En todos estos casos, queda claro: los gatos no solo cazan ratones, sino también aplausos, clicks y afecto sin condiciones.