Nikola Topić y el desafío de brillar en la NBA: ¿mala suerte o retraso estratégico?

El prometedor base serbio del Oklahoma City Thunder enfrenta otra pausa por motivos de salud, mientras el equipo ajusta sus planes de cara a la defensa del título

Un debut que sigue esperando

El Oklahoma City Thunder sorprendió en el Draft 2024 al seleccionar a Nikola Topić como la 12ª elección global. El joven base serbio, de tan solo 20 años, llegaba a la NBA con una combinación letal de tamaño (1,98 m), visión de juego y madurez poco común para un jugador de su edad. No obstante, tras perderse toda la temporada pasada por una rotura del ligamento cruzado anterior (LCA), Topić comenzaba este año con altas expectativas sobre su integración en un equipo que acaba de conquistar el campeonato de la NBA.

Pero una vez más, el debut oficial tendrá que esperar. A principios de octubre, el Thunder anunció que Topić había sido sometido a un procedimiento testicular y estaría fuera de acción por al menos cuatro semanas. Su estado será reevaluado en un máximo de seis semanas.

Pretemporada prometedora frenada en seco

La primera señal de resurgimiento de Topić fue en la Summer League, donde mostró destellos de su potencial. Pero fue durante el primer partido de la pretemporada del Thunder frente a los Charlotte Hornets donde realmente comenzó a entusiasmar a la afición. Jugando 31 minutos como titular, Topić finalizó con 10 puntos y 7 asistencias en un sólido triunfo del Thunder (135-114). La sinergia prometía.

“Creo que puedo ayudarlos llevando el balón, quitando presión a nuestros anotadores”, expresó Topić en el media day. “Solamente quiero encontrar maneras de liberar a nuestros jugadores estrella”.

Un engranaje más en una máquina bien aceitada

Topić no entraba a una reconstrucción, sino a un equipo que viene de ganar el campeonato. Sus nuevos compañeros, Shai Gilgeous-Alexander, Jalen Williams y Chet Holmgren, lideraron al Thunder con una mezcla impresionante de versatilidad, defensa e inteligencia táctica.

La plantilla se mantuvo prácticamente intacta para la nueva campaña, por lo que la integración de Topić era el reto individual más importante en cuanto a química colectiva para el cuerpo técnico liderado por Mark Daigneault.

Veteranos como Alex Caruso destacaron en los campamentos la calma del joven serbio:

“Es un chico que no se deja llevar por las emociones. Está empezando a hacer bromas, a soltarse. Le estamos mostrando que cometer errores es parte del proceso”, declaró Caruso.

Contexto complicado: lesiones y ajustes

El panorama de salud del Thunder no ha sido ideal últimamente. Además de la baja temporal de Topić, el ala-pívot Kenrich Williams fue sometido recientemente a una artroscopia en la rodilla izquierda, y rookie Thomas Sorber estará fuera toda la temporada por una rotura del LCA en su rodilla derecha.

Todo esto configura una situación delicada para un equipo con expectativas de defender el título. Afortunadamente, uno de los principales movimientos estratégicos de la NBA este año podría beneficiar enormemente a equipos como OKC.

Una apuesta de la NBA: árbitros en los campamentos

La liga impulsó esta temporada una iniciativa largamente solicitada por entrenadores como Doc Rivers: incluir a árbitros profesionales en los entrenamientos de pretemporada. Lo que parecía una solución obvia tardó más de 20 años en implementarse.

“Cada reunión del comité de competencia insistía: ‘¿Por qué no podemos hacer esto?’”, expresó Rivers. La propuesta permite a los equipos contar con árbitros durante dos días en la primera semana del campamento para que interactúen en scrimmages y ejercicios, llamando faltas como lo harían en partidos oficiales y respondiendo dudas con total transparencia.

Más allá de los silbatos

Monty McCutchen, vicepresidente senior de entrenamiento y desarrollo de árbitros de la NBA, explicó que el objetivo no es solo técnico sino también emocional:

“Esto permite construir relaciones en un ambiente menos competitivo. Queremos fomentar el respeto hacia el juego. Y eso comienza con el respeto entre jugadores, entrenadores y oficiales”.

Entrenadores como Mark Daigneault (Thunder), Brian Keefe (Wizards) y Chauncey Billups (Trail Blazers) se mostraron entusiastas con la iniciativa. “Desde el feedback con los jugadores, la acogida ha sido muy positiva. Son relaciones humanas, y ver a los árbitros fuera del juego crea una conexión distinta”, indicó Daigneault.

¿Qué implica todo esto para Nikola Topić?

El proceso de adaptación de Topić ahora atraviesa por una nueva pausa. Pero lo interesante de esta historia es lo que no se ha perdido aún: confianza, sistema y tiempo.

La dirección técnica del Thunder parece tener claro el papel de Topić como facilitador secundario: un jugador capaz de crear juego, liberar a las estrellas ofensivas y aportar en defensa gracias a su tamaño y agilidad. En una NBA cada vez más polarizada entre estrellas de alto uso y role players con tareas limitadas, Topić se perfila como un eslabón híbrido extremadamente valioso.

Fechas aproximadas apuntan a una vuelta a finales de noviembre o principios de diciembre, y eso en pleno comienzo de temporada. Es decir, si todo va bien, aún tendría margen suficiente para asumir su rol, aprender sobre la marcha y afilar su impacto durante la recta final de la temporada regular y los playoffs.

Una historia con tintes de déjà vu

Casos como el de Topić recuerdan a otros talentos europeos que tardaron en arrancar por distintas razones. Vale recordar a Manu Ginóbili, quien llegó tardíamente a la NBA tras brillar en Europa y se integró progresivamente a un sistema de los Spurs ya ganador. Luka Dončić, aunque explotó desde el principio, también pasó por un proceso de diseñar el equipo en torno a su talento único.

Pero quizás el paralelismo más cercano sea con Ricky Rubio, quien también tuvo altibajos físicos y expectativas tempranas. La diferencia es que Topić llega con un rango de tiro más avanzado y una tranquilidad emocional que lo podría convertir, en palabras de los expertos, en uno de los mejores bases puros europeos que haya visto la liga en la última década.

Oklahoma City, un ecosistema perfecto

El Thunder ha cultivado un entorno joven, resiliente y técnico. Bajo la dirección de Daigneault y la estrategia de Sam Presti en la gerencia, el equipo apuesta por talento joven con gran capacidad de desarrollo. El caso de Topić encaja perfectamente bajo esa filosofía: no se trata de urgencias, sino de progresión sólida.

Y con jugadores como Shai Gilgeous-Alexander, que ya fue finalista al MVP, y un Chet Holmgren que parece haber nacido para la NBA moderna, el conjunto está armado para crecer mientras gana. Topić no necesita salvar al equipo; necesita adaptarse y contribuir. Una situación envidiable para un novato.

Lo que el futuro podría deparar

El Thunder estará observando con paciencia, pero sin desaprovechar oportunidades. La gestión médica del equipo ha sido coherente y cuidadosa, como lo demuestra la atención a Kenrich Williams y Thomas Sorber. Con Topić, la expectativa es similar.

Si logra mantenerse sano y termina el curso jugando regularmente —aunque no como titular—, habrá cumplido con creces en su temporada de debut. La NBA ya ha demostrado que el timing lo es todo. Y si hay algo que Topić tiene, además de talento, es tiempo.

Una piedra más en el camino, pero no un muro

Nikola Topić no es el primer novato ilusionante que enfrenta contratiempos físicos antes de brillar. Pero mientras muchos equipos desesperan por resultados inmediatos, el Thunder ofrece al serbio un escenario donde una pausa no representa una pérdida, sino una inversión a largo plazo.

Así, el viaje de Nikola Topić a convertirse en figura NBA no comienza con luces y aplausos, sino con quirófanos, rehabilitaciones y ajustes. Pero si algo caracteriza a los guionistas del Thunder en los últimos años, es la capacidad de convertir cada página en parte de una historia más grande. Y la de Topić promete ser una de las más memorables.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press