Protestas, política y fútbol: El turbulento camino de Italia vs. Israel rumbo al Mundial 2026
El partido de clasificación para el Mundial entre Italia e Israel estará marcado por protestas, tensiones geopolíticas y la amenaza de una eliminación temprana para los tetracampeones del mundo.
El fútbol, como reflejo social y político, pocas veces escapa del ruido del mundo real. El partido de clasificación para la Copa Mundial 2026 entre Italia e Israel, programado para jugarse en el estadio Friuli de Udine, es un ejemplo contundente de cómo el deporte rey se ve atravesado por la geopolítica global. En medio de una guerra en Gaza, la creciente presión de protestas pro-palestinas ha rodeado este choque clave con un ambiente de tensión sin precedentes.
Una previa cargada de tensiones
Gennaro Gattuso, el nuevo seleccionador de Italia, no ha ocultado su preocupación por el entorno hostil que espera el próximo martes. “No será un ambiente calmado. Afuera habrá 10.000 personas, mientras dentro solo habrá unas 5.000 o 6.000”, dijo el excentrocampista, duro y temperamental como jugador, pero realista ante la actual coyuntura.
Y es que hasta el lunes anterior al encuentro, apenas se habían vendido 4.000 entradas. Según Gattuso, no jugar el partido implicaría una derrota automática de 3-0 según las reglas de la UEFA, una situación que Italia no puede permitirse considerando su delicada posición en el grupo de clasificación.
Israel: fútbol exiliado por la guerra
La guerra en Gaza ha obligado a la selección israelí a disputar sus partidos como local en ubicaciones neutrales, como Hungría, donde el mes pasado protagonizaron un emocionante enfrentamiento ante Italia que terminó 5-4. Lo que debió ser una celebración de fútbol ofensivo, terminó empañado por altercados al final entre ambos equipos y nuevas protestas internacionales.
Desde el inicio del conflicto, numerosas federaciones y aficionados en Europa han exigido a la UEFA la suspensión de Israel de las competiciones oficiales, una medida que hasta ahora no se ha concretado. En Italia, el propio alcalde de Udine, Alberto Felice De Toni, solicitó que el partido se pospusiera por razones de seguridad y sensibilidad política.
Los números del Mundial 2026
El Mundial de 2026 será el más grande de la historia, con 48 selecciones, e Italia se encuentra actualmente en aprietos: empatada con Israel a seis puntos, ambas a la caza del líder de grupo, Noruega. Solo el primero clasifica directamente, mientras que el segundo deberá jugar un repechaje. Recordemos que Italia ya ha faltado a los últimos dos torneos, cayendo en repechajes ante Suecia (2018) y Macedonia del Norte (2022).
Es por eso que este encuentro va mucho más allá del fútbol. Se trata de una cuestión de supervivencia deportiva para uno de los equipos más históricos del planeta.
Protestas multitudinarias: una marea en movimiento
En Italia se vivió recientemente una huelga nacional con millones de manifestantes, en la cual grupos pro-palestinos se acercaron incluso hasta el centro de entrenamiento de la selección en Coverciano. Gattuso lo vivió de cerca: “Es doloroso ver lo que sufren personas inocentes, especialmente niños. Te parte el corazón”, reflexionó al respecto.
Estas protestas no han sido exclusivas de Italia. En Noruega, donde Israel deberá jugar este sábado, la federación local ha decidido donar todas las ganancias de boletería a Médicos Sin Fronteras para ayuda humanitaria en Gaza. Es un giro claro en el enfoque institucional de las federaciones europeas ante el conflicto.
Historia reciente: fútbol mezclado con ideología
El precedente más inmediato entre Italia e Israel tuvo lugar en octubre pasado, precisamente en el mismo estadio de Udine, donde también se registró una protesta pro-palestina antes del partido. Pese a todo, ese enfrentamiento de la Nations League pudo transcurrir con normalidad y Italia ganó 4-1.
Sin embargo, el contexto ha cambiado. La guerra se ha intensificado, y las voces sociales que critican la participación de Israel en eventos internacionales gana cada vez más espacio. Desde el BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) hasta declaraciones de figuras públicas, el fútbol ya no es una esfera aislada.
Riesgos de seguridad, ¿es suficiente la respuesta oficial?
La federación italiana (FIGC) ha reforzado las medidas de seguridad para garantizar que el encuentro se dispute sin incidentes mayores. Habrá un masivo despliegue policial en Udine, incluyendo unidades antidisturbios y de inteligencia antiterrorista.
No obstante, la tensión sigue latente. El peligro no solo es físico, sino también simbólico: un partido jugado entre abucheos o disturbios podría convertirse en un símbolo negativo transmitido por televisión a todo el mundo. La UEFA todavía enfrenta presiones públicas y de derechos humanos por continuar permitiendo la participación de Israel mientras otras federaciones (como Rusia) fueron suspendidas por incidentes bélicos.
El dilema de Gattuso: fútbol en el centro del caos
El legendario exjugador del Milan se ha encontrado con un enigma para su aún breve carrera como seleccionador: llevar a Italia al Mundial en un ambiente de caos. “Prefería jugar en casa, con el entusiasmo que vimos en Bérgamo ante Estonia”, confesó.
Y no es para menos. El equipo italiano venció a Estonia 5-0 como local en un partido vibrante lleno de fervor, algo que no tendrá en Udine, donde podría haber más manifestantes que hinchas. La falta de apoyo en casa y la presión mediática agregan un peso extra.
La dimensión global del evento: ¿deportes o diplomacia?
Estos partidos no se definen solo por lo que ocurre en la cancha. En un mundo cada vez más interconectado —y polarizado—, el fútbol actúa como plataforma de protesta o validación simbólica. Ya sea que se juegue o no, este Italia vs. Israel será recordado como el partido donde el balón se vio eclipsado por la política.
Y mientras tanto, en el horizonte, la Copa Mundial de 2026 continúa tomando forma. Se jugará entre 11 de junio y el 19 de julio en Estados Unidos, México y Canadá. Europa tiene asignadas 16 plazas, pero ninguna aún segura. Italia no puede permitirse dejar pasar esta convocatoria al evento más importante del fútbol mundial.
¿Será posible separar el fútbol de la política en el siglo XXI? El caso de Italia e Israel invita a una reflexión profunda sobre el rol del deporte en tiempos convulsos.
Autor: Redacción Fútbol Global
Fuentes: UEFA, FIGC, Médicos Sin Fronteras, Deloitte, Reuters