¿Racismo en el transporte público?: El caso Alex O’Keefe y la silla vacía que incomodó a una pasajera blanca

Del tren a las redes: El guionista de ‘The Bear’ protagoniza un episodio polémico sobre prejuicio racial, justicia y poder institucional

Una silla vacía, una denuncia y unas esposas

Alex O’Keefe, aclamado guionista de la serie The Bear, ganadora del premio Writers Guild en 2023, no imaginó que un simple viaje en tren de cercanías en la ciudad de Nueva York terminaría en su detención mediática. Lo que comenzó como una disputa aparentemente menor en un tren de Metro-North ha desencadenado un debate profundo sobre el racismo institucional, el abuso de autoridad y la lucha por los derechos civiles en el siglo XXI.

En un video que se viralizó rápidamente, O’Keefe —quien es afroamericano— es visto cuestionando a oficiales del transporte tras ser obligado a bajar del tren. Su aparente “infracción” fue haber ocupado parcialmente un asiento adyacente con sus piernas, según la queja de una pasajera blanca. El tren, según se aprecia en el video, estaba lejos de estar lleno.

“Arrestan al único negro del tren”: la frase que culminó en viralidad

“¿Van a arrestar al único hombre negro del tren porque esta mujer blanca dijo que no le gustaba cómo estaba sentado?”, se escucha a O’Keefe decir en el video.

El incidente, ocurrido en mayo de 2024, fue uno de los más comentados en redes durante la semana. Muchos usuarios señalaron que el caso reflejaba un patrón preocupante de cómo los cuerpos de raza negra son percibidos como intrínsecamente amenazantes, incluso en contextos banales como el transporte público.

De la plataforma al tribunal: el fallo judicial

Tras ser retirado del tren en esposas, O’Keefe fue liberado en la plataforma con una citación por “conducta desordenada”. Sin embargo, esa citación fue desestimada el pasado martes por un juez administrativo de Nueva York, algo que, según expertos legales, es frecuente en estos casos donde la evidencia de infracción grave es escasa o nula.

“Fui acosado y detenido por sentarme siendo negro”, declaró O’Keefe tras la decisión judicial. “Aunque este caso absurdo fue desestimado hoy, seguiré defendiendo los derechos civiles de todo neoyorquino”.

La versión institucional: ¿reglas o pretextos?

La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) ofreció una narrativa distinta: según ellos, O’Keefe fue abordado luego de que un conductor reportara que estaba ocupando más de un asiento, algo que viola las normativas de convivencia en el tren.

Janno Lieber, presidente de la MTA, minimizó el episodio: “La policía tuvo que intervenir porque alguien no quería quitar los pies del asiento. Es así de simple. Hay que respetar a los demás pasajeros”.

Sin embargo, muchos opinan que este enfoque soslaya una cuestión clave: las normas del transporte público, aunque aparentemente objetivas, no siempre se aplican con la misma severidad ni bajo los mismos criterios, sobre todo en contextos raciales.

Los antecedentes: “sentarse siendo negro” no es un caso aislado

El caso de O’Keefe hace eco de otros similares en Estados Unidos, donde personas negras han sido objeto de intervenciones policiales por acciones cotidianas:

  • En 2018, dos hombres afroamericanos fueron arrestados en una cafetería de Starbucks por esperar a un amigo sin pedir nada.
  • En 2020, Christian Cooper fue confrontado por una mujer blanca mientras observaba aves en Central Park, quien llamó a la policía fingiendo sentirse amenazada.
  • Numerosos casos de personas detenidas por “actitud sospechosa” al conducir autos de lujo o caminar por barrios residenciales.

Estos incidentes no son anecdóticos; reflejan una cultura profundamente enraizada de sesgos raciales que criminalizan la simple presencia de una persona negra en espacios públicos.

La figura de Alex O’Keefe: activismo, guion y visibilidad

O’Keefe no es un desconocido en el mundo cultural. Nacido en Nueva York y criado entre Brooklyn y Atlanta, ha trabajado como escritor político y creativo comunitario. Fue uno de los guionistas principales de The Bear, la multipremiada serie de FX y Hulu, reconocida por su visión humana de la cocina profesional bajo presión.

Su papel en el mundo del entretenimiento añade una capa adicional al caso, ya que su influencia en redes (donde cuenta con más de 100 mil seguidores en Twitter) le permitió visualizar su versión de los hechos, evitando que la narrativa institucional se impusiera sin cuestionamientos.

“La MTA intentó hacer de mí un ejemplo, pero fracasaron”, dijo O’Keefe con firmeza frente a la corte.

Una disputa sobre espacio, pero también sobre dignidad

Lo que para algunos puede parecer un mero incidente de convivencia, para otros es una muestra clara de cómo el racismo estructural funciona en microescenarios cotidianos. La sociología denomina esto microagresiones: actos sutiles y a veces involuntarios que tienen impactos profundos en la percepción, autoestima y seguridad de las personas racializadas.

Al respecto, la Dra. Imani Perry, profesora de Estudios Afroamericanos en Princeton, sostiene: “Estos eventos hablan menos de la actitud individual que de cómo se estructura el orden social en torno a jerarquías raciales no explícitas pero funcionales”.

¿Un nuevo tipo de desobediencia civil?

El acto de O’Keefe —rehusarse a dejar el tren sin explicación coherente y registrar el proceso en video— puede ser interpretado como una forma digital de desobediencia civil. A diferencia de las protestas organizadas, esta forma de resistencia se da en tiempo real, con las redes sociales como canal y la imagen como prueba y testimonio.

“Lo hice por mis sobrinos, mis estudiantes, mis vecinos. Para que sepan que no siempre hay que agachar la cabeza”, comentó O’Keefe durante una entrevista.

¿Cuánto vale un asiento cuando eres negro?

El peso simbólico del asiento —el mismo que ocupó Rosa Parks en Montgomery en 1955— vuelve a ser un punto de debate. ¿Quién tiene derecho a apropiarse del espacio público? ¿Por qué el cuerpo negro sigue siendo visto como una alteración al ‘orden’?

El caso nos obliga a repensar nuestras nociones de orden, justicia y normalidad. Como escribió el filósofo James Baldwin: “Ser negro en Estados Unidos es estar en un estado de ira constante y subyacente”.

Mirando hacia adelante: ¿y ahora qué?

O’Keefe ha declarado que está evaluando tomar acciones legales contra la MTA por violación de derechos civiles. Mientras tanto, ha recibido apoyo de colectivos como Black Lives Matter NYC, Writers Guild of America y figuras públicas del ámbito cultural.

En una ciudad donde más del 24% de la población se identifica como afrodescendiente, el caso de Alex O’Keefe resuena con fuerza. No por lo anecdótico de su situación, sino por lo sistemático y reiterado que resulta este tipo de trato.

A medida que más casos como este se documentan y viralizan, la pregunta que queda abierta es: ¿bastará para cambiar la cultura institucional o simplemente nos estamos acostumbrando al espectáculo del racismo?

Mientras tanto, O’Keefe deja una frase para la reflexión colectiva: “Yo sobreviví al sistema; otros no han tenido la misma suerte”.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press