Economía mundial: resiliente, pero vulnerable ante nuevas tormentas
Kristalina Georgieva del FMI advierte que la aparente estabilidad económica global podría desaparecer ante nuevos shocks, con los aranceles de Trump, la inflación y el descontento social como principales amenazas
Un respiro económico… por ahora
La economía mundial ha demostrado una resistencia sorprendente en los últimos años. A pesar de los numerosos desafíos, entre ellos la pandemia, conflictos geopolíticos y las políticas comerciales disruptivas del expresidente estadounidense Donald Trump, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento de 3% para este año. Pero como explicó su directora gerente, Kristalina Georgieva, durante una conferencia del Milken Institute en Washington, ese aparente respiro podría ser efímero.
“Prepárense para lo inesperado”, advirtió Georgieva. “La incertidumbre es la nueva normalidad y vino para quedarse”.
El oro como indicador del nerviosismo global
Los mercados financieros ya reflejan esa inseguridad. El precio del oro superó los $4,000 la onza por primera vez en la historia, un claro indicador de la búsqueda de refugios seguros por parte de los inversionistas, en medio de un dólar debilitado y crecientes tensiones geopolíticas.
Para Georgieva, la escalada en la demanda de oro es sólo uno de los muchos signos de alarma: “La resiliencia global aún no ha sido verdaderamente puesta a prueba”, afirmó.
Los aranceles de Trump: una bomba de tiempo
Uno de los focos de mayor incertidumbre para la economía global sigue siendo el legado de la guerra comercial iniciada por Trump. En 2018, su gobierno impuso aranceles a productos de casi todos los principales socios comerciales de EE.UU., incluyendo Canadá, México, Brasil, China e incluso naciones pequeñas como Lesoto.
Trump justificó estas medidas afirmando: “Somos los reyes de ser estafados con los aranceles”. Sin embargo, economistas del FMI y otros organismos internacionales coinciden en que dichas políticas han distorsionado cadenas de suministro, generado represalias y aumentado la incertidumbre para las inversiones globales.
En palabras de Georgieva: “El efecto completo de los aranceles aún está por desarrollarse”. De continuar esta tendencia, advierte, podrían desencadenarse nuevas rondas de inflación en EE.UU., debido a que las empresas podrían verse forzadas a traspasar los costos al consumidor.
El caso de la Corte Suprema y los poderes presidenciales
Uno de los temas que podrían reconfigurar el contexto económico pronto es legal. La Corte Suprema de EE.UU. está próxima a debatir la constitucionalidad de algunas de las medidas comerciales de Trump, bajo el argumento de la International Emergency Economic Powers Act (IEEPA). Esta ley permite al presidente imponer ciertas restricciones comerciales en situaciones de emergencia. Si el tribunal falla en contra, podría limitar seriamente el margen presidencial en futuros conflictos comerciales.
Llamado a la acción: reformas estructurales y cooperación mundial
Georgieva aprovechó su intervención para hacer un llamado a fortalecer economías regionales y promover reformas internas:
- Asia: mayor comercio intrarregional
- África: cambios proempresa para atraer inversión
- Europa: impulsar la competitividad por medio de modernización digital y laboral
En el caso de EE.UU., instó a aplicar políticas que contengan el endeudamiento federal —que ha alcanzado los $37.64 billones— y fomentar mayores índices de ahorro entre los hogares.
Descontento juvenil: una bomba social latente
Uno de los pasajes más impactantes del discurso de Georgieva fue su reflexión sobre la frustración de los jóvenes en todo el mundo. “Los jóvenes están llevando su decepción a las calles, desde Lima hasta Yakarta”, dijo, señalando ejemplos en ciudades como París, Nairobi y Rabat. La razón: generaciones enteras están creciendo con la expectativa de tener menos bienestar económico que sus padres.
La directora del FMI vinculó este sentimiento de desesperanza a la revolución de políticas públicas que se está gestando en muchas democracias, incluyendo EE.UU., donde surgen presiones para reformar marcos sobre comercio, inmigración y medioambiente.
El estímulo fiscal y el rol del sector privado
En la visión del FMI, una razón clave por la que no se ha producido una nueva recesión mundial es la agilidad con que los gobiernos y el sector privado han respondido a las crisis recientes. Muchos países implementaron políticas fiscales agresivas y expansivas para sostener el consumo y la inversión.
Del mismo modo, las empresas han mostrado notable capacidad de adaptación, ajustando cadenas de valor, digitalizándose o buscando nuevos mercados.
La fragilidad del momento dorado
Aunque el crecimiento actual es estable, no hay garantía de que pueda sostenerse. Georgieva advirtió que fenómenos como la concentración de poder en grandes empresas tecnológicas, la escasa preparación frente al cambio climático y el bajo dinamismo de la productividad podrían llevar a una década de bajo crecimiento.
“Debe preocuparnos mucho no sólo crecer, sino cómo crecemos”, concluyó.
¿Qué puede hacer la ciudadanía?
La resiliencia, aunque proviene de decisiones gubernamentales, también puede ser construida desde la ciudadanía. Algunos consejos basados en las observaciones del FMI:
- Involucrarse en debates públicos: exigir políticas fiscales responsables y sostenibles
- Fomentar el emprendimiento en nuestras comunidades
- Consumir con responsabilidad y apoyar a empresas locales
Como señal de esperanza, Georgieva cerró su discurso asegurando que todavía hay tiempo para evitar una gran crisis global: “Tenemos la oportunidad de reforzar los cimientos antes de que llegue el temblor”. Pero para ello, se necesita más cooperación, más responsabilidad fiscal y una ciudadanía activa.