El milagro floral del desierto de Atacama: Entre sequías, belleza y conservación
El florecimiento del desierto más árido del planeta deslumbra al mundo y resalta la urgencia de cuidarlo
Un fenómeno natural extraordinario
En el norte de Chile, el Desierto de Atacama, famoso por ser una de las regiones más áridas del planeta, ha protagonizado este 2025 un espectáculo natural que corta la respiración: el desierto florido. Esta explosión de color en medio del paisaje árido ha convertido vastas zonas del desierto en verdaderas alfombras fucsias, lilas y amarillas gracias a lluvias inusualmente abundantes.
Con un promedio anual de precipitaciones de apenas 2 milímetros, el Atacama es considerado el desierto no polar más seco del mundo. No obstante, su tierra alberga más de 200 especies de semillas que pueden sobrevivir años, incluso décadas, esperando las condiciones ideales para despertar del letargo.
El año más húmedo en mucho tiempo
Según los expertos del Museo Nacional de Historia Natural de Chile, el año 2025 ha sido uno de los más húmedos en la región del desierto en los últimos tiempos, con algunas zonas de altura alcanzando hasta 60 milímetros de lluvia entre julio y agosto. Este fenómeno activó una respuesta masiva del banco de semillas bajo la tierra, permitiendo el esperado florecimiento.
Víctor Ardiles, curador jefe de botánica de dicha institución, explica: “Cuando ciertos umbrales de humedad se cumplen, las semillas se activan, crecen y florecen. Pero hace falta una combinación exacta con la temperatura, la luz solar y la humedad para completar el ciclo”.
Flores contra todo pronóstico
El espectáculo floral del Atacama se da, por decirlo de alguna manera, a contracorriente. La mayoría de los ecosistemas necesitan condiciones menos extremas para un florecimiento tan diverso. Aquí, las flores deben emerger rápidamente, aprovechar la humedad residual, polinizarse con éxito y dejar nuevas semillas antes de que el calor del verano borre todo rastro de su existencia.
Entre las especies más predominantes del desierto florido se encuentran:
- Argylia radiata, con tonos amarillos intensos
- Leucocoryne coquimbensis, de pétalos morados y tallos altos
- Alstroemeria kingii, una suerte de lirio andino
El evento ha atraído a miles de turistas nacionales e internacionales, con personas llegando incluso desde Santiago —a más de 800 kilómetros— para presenciar la belleza efímera del fenómeno. “Es más impactante de lo que imaginaba”, dice Maritza Barrera, una visitante de 44 años que viajó con sus hijos durante casi seis horas para captar el espectáculo en el Parque Nacional Llanos de Challe.
Impacto ecológico del turismo y el cambio climático
Este milagro natural, sin embargo, presenta desafíos. La llegada masiva de turistas, sin las regulaciones adecuadas, ha puesto tensión en el ecosistema. El pisoteo de visitantes puede dañar las flores, compactar el suelo y alterar la evolución de las especies que dependen de este breve ciclo para su propagación.
Además, los científicos advierten que el cambio climático podría alterar la frecuencia e intensidad de este fenómeno. Si bien este año ha sido favorable en lluvia, la variabilidad climática puede provocar niveles extremos, tanto en sequías prolongadas como en lluvias descontroladas que erosionan el suelo y arrasan bancos de semillas.
Políticas de conservación en acción
Reconociendo la importancia ecológica, turística y emocional del desierto florido, el gobierno chileno ha puesto en marcha medidas para su protección. En 2023, el presidente Gabriel Boric firmó la creación del nuevo Parque Nacional Desierto Florido, que protege alrededor de 570 kilómetros cuadrados de zonas ricas en especies endémicas a lo largo de la Carretera Panamericana.
“Es un patrimonio natural único en el planeta. Ningún otro lugar experimenta un fenómeno así con esta diversidad floral y bajo estas condiciones extremas”, afirma Ardiles. El nuevo parque también busca fomentar el ecoturismo responsable mediante senderos señalizados, centros de interpretación y vigilancia ambiental.
Cuando la ciencia se encuentra con la poesía
El desierto florido no solo captura la atención de científicos y ambientalistas. También ha sido motivo de inspiración artística, siendo tema recurrente en poesía, fotografía e incluso música chilena. Esta interacción rara entre la aridez extrema y la efervescencia de la vida fugaz emociona, interpela y ofrece una metáfora poderosa de resiliencia.
La investigadora Cristina Moyano, de la Universidad de Valparaíso, señala: “El desierto florido es una expresión de esperanza en tiempos áridos, una belleza que nos recuerda que la vida persiste incluso en los lugares más improbables”.
Cómo ver el desierto florido (sin destruirlo)
Si estás pensando en visitar esta maravilla natural, aquí van algunas recomendaciones clave para disfrutar del espectáculo sin comprometer su existencia futura:
- Respeta los senderos establecidos. No camines fuera de ellos.
- No recolectes flores ni semillas.
- Evita llevar mascotas que puedan alterar la fauna local.
- Infórmate previamente en centros oficiales de turismo y conservación.
- Apoya a las comunidades locales con consumo responsable.
Una ventana breve, pero inolvidable
El desierto florido del Atacama dura apenas semanas. Para fines de noviembre, la mayoría de las flores caerán o entrarán en letargo. Aun así, algunas especies más resistentes pueden extender su presencia hasta enero. Pero no hay certeza. La próxima muestra de este espectáculo podría tardar años en repetirse con esta magnitud.
Por eso, quienes lo han presenciado este año lo comparan con ver una aurora boreal o un eclipse total: breve, hipnótico, y embriagador. Y lo más importante, nos recuerda la urgencia de cuidar los ecosistemas frágiles. Porque no se trata solo de belleza: se trata de la vida misma, esperando en silencio su momento para emerger, florecer y recordarnos lo milagrosa que puede ser la naturaleza.